robot de la enciclopedia para niños

Redención de penas por el trabajo para niños

Enciclopedia para niños

La redención de penas por el trabajo fue un sistema que se usó en España durante el gobierno de Francisco Franco. Su objetivo principal era resolver el problema de que había muchas personas en las cárceles y, al mismo tiempo, conseguir mano de obra para reconstruir el país después de la guerra que hubo en España.

A través de este sistema, las personas encarceladas podían reducir su tiempo en prisión trabajando. Por ejemplo, por cada dos días trabajados, podían reducir un día de su condena. En los primeros años después de la guerra, incluso se podían reducir dos días de condena por cada día trabajado. Además, recibían una pequeña cantidad de dinero.

Para poder participar en este sistema, las personas debían tener un buen comportamiento y no intentar escapar. Un buen comportamiento también significaba aceptar las ideas del gobierno de la época. Por eso, la mayoría de las veces, este beneficio se daba a quienes tenían condenas más cortas, a quienes no estaban tan involucrados en política o a quienes tenían contactos dentro del gobierno.

Las personas que trabajaban solían estar en grupos llamados Batallones de Trabajo. Del dinero que recibían por su labor, la empresa para la que trabajaban se quedaba con el 75% para cubrir su comida y alojamiento. El resto del dinero se enviaba a sus familias, y a menudo era el único ingreso que tenían. Muchas empresas importantes de construcción, obras públicas y minería se beneficiaron mucho de este trabajo, que era obligatorio para los presos, la mayoría de ellos encarcelados por sus ideas.

Algunos historiadores han comparado este sistema con las antiguas condenas a galeras, donde las personas eran obligadas a trabajar en barcos. Dicen que, aunque se presentaba como una forma de "redimir" o mejorar a los presos, en realidad era una manera de usar el trabajo de las personas que habían perdido la guerra. Lo ven como un sistema que proporcionaba mano de obra muy barata al Estado y a las empresas. También señalan que los presos no trabajaban por voluntad propia, sino porque eran obligados por el sistema de las prisiones.

Origen del sistema

Antes de que existiera la redención de penas por el trabajo, solo algunas personas detenidas por el gobierno trabajaban fuera de las cárceles, bajo vigilancia. Se les usaba para reparar edificios y hacer obras públicas, especialmente las que tenían un uso militar.

El primer paso para que también trabajaran fuera los presos condenados o en espera de juicio fue un decreto de 1937. Este decreto decía que, aunque todos los españoles tenían derecho al trabajo, también era una obligación para los presos. El objetivo era que pudieran mantenerse con su propio esfuerzo, ayudar a sus familias y no ser una carga para el dinero público. En la práctica, esto significaba que los presos debían trabajar bajo las condiciones que el gobierno establecía.

Cómo funcionaba

La idea de la redención de penas por el trabajo surgió en 1938, durante la guerra. Se puso en marcha el 7 de octubre de ese año con la creación del Patronato Central de Redención de Penas. Este organismo tenía como fin "mejorar espiritualmente" a los presos y a sus familias, eliminando "ideas de odio" y "antipatrióticas".

Se justificaba diciendo que era justo que los presos contribuyeran con su trabajo a reparar los daños causados. También se pensaba que, si no se tomaban precauciones, devolver a la sociedad a personas con "ideas dañinas" podría ser un peligro.

Este sistema también tenía un objetivo religioso: la mejora espiritual y política de los presos, buscando cambiar sus ideas por otras más cercanas a la religión católica. Por eso, algunas personas, como los comunistas o los masones, que tenían ideas muy diferentes, no podían acceder a este beneficio.

El propio Francisco Franco, líder del gobierno, dijo en 1939 que este sistema era esencial para su política con los que habían perdido la guerra. Lo veía como una forma de arrepentimiento y penitencia, y no como un perdón o una reconciliación.

El sistema de redención de penas comenzó a aplicarse a principios de 1939 y se mantuvo durante todo el gobierno de Franco y los primeros años de la democracia. Se convirtió en una parte muy importante del sistema penitenciario español. A partir de 1948, se cambió la palabra "redención" por "regeneración", que sonaba más técnica y menos religiosa, para que fuera similar a los sistemas de otros países.

Los trabajos que permitían reducir la pena se fueron ampliando. Incluían actividades en los talleres de la prisión, limpieza, mantenimiento, y también actividades culturales o de enseñanza básica, siempre dentro de un contexto de enseñanza de las ideas del gobierno. Cuando los presos trabajaban en la construcción o reparación de infraestructuras, las empresas pagaban el salario completo al Servicio Nacional de Prisiones. Este organismo, a su vez, daba una parte del salario al preso y a su familia, y el resto iba al Estado.

Según el gobierno de Franco, la redención de penas ofrecía varios beneficios a los presos: reducir su condena, darles dignidad, ayudar a sus familias y colaborar en el "engrandecimiento de la patria". Se veía el trabajo como una forma de expiar la pena y de permitir que el preso regresara a la sociedad, con la idea de que "aquellos que habían dañado España" debían trabajar para repararla.

Este sistema combinaba la idea de perdón con la de caridad religiosa, y al mismo tiempo obligaba a los presos a colaborar en un fin social de reparación. La Iglesia Católica también apoyaba esta visión, buscando dar un toque más humano al sistema penitenciario.

La redención de penas por el trabajo empezó a aplicarse en enero de 1939. A finales de ese año, 12.781 presos (un 4,56%) se habían acogido a ella. En 1943, la cifra llegó a 44.925 presos, de los cuales 2.170 eran mujeres.

Aspectos legales

La Orden ministerial del 7 de octubre de 1938 creó el Patronato de Redención de Penas por el Trabajo. Esta orden permitía reducir parte de la condena a través del trabajo, y este beneficio se extendió también a los presos comunes. También se estableció que las mujeres presas tendrían el mismo beneficio si el tipo de trabajo lo permitía, y se podían crear talleres para ellas. El Patronato comenzó a funcionar el 1 de enero de 1939, como parte del sistema de justicia del gobierno de Franco.

Otra orden de 1939 decía que la redención de penas por el trabajo transformaría las prisiones en "talleres de producción y escuelas de trabajo", sin perder su carácter de disciplina. A finales de ese año, cuando la guerra ya había terminado con la victoria del bando sublevado, el sistema ya había dado trabajo a 12.781 presos.

En 1940, se estableció que los presos tendrían los mismos beneficios que los trabajadores libres: salario, ayudas familiares, descanso (que también contaba para la reducción de la pena) y cobertura por accidentes. Finalmente, el Reglamento de Trabajo Penitenciario de 1946 estableció que la jornada de trabajo, los salarios y las condiciones de seguridad e higiene se regularían según las leyes para los trabajadores libres.

Todas estas normas sobre la reducción de penas se incluyeron en el Código Penal de 1944. A partir de ese momento, cualquier cambio en la redención de penas por el trabajo necesitaba una ley. Este sistema se mantuvo en los códigos penales de 1963, 1973 y 1983, y en una actualización de 1989. Fue eliminado definitivamente en el Código Penal de 1995.

Salarios

El Patronato Central de Redención de Penas era el que fijaba el sueldo de los presos: dos pesetas al día. Para comparar, en 1936 el sueldo diario solía ser de 10 pesetas. Pero de esas dos pesetas, solo 50 céntimos iban al preso, ya que la empresa se quedaba con 1,50 pesetas para cubrir la comida y el alojamiento. Si el preso estaba casado, recibía 4 pesetas, y una peseta más por cada hijo menor de quince años.

Sin embargo, el Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo afirmaba que las empresas pagaban a cada preso el mismo salario que a los trabajadores libres en su profesión, que las horas extras también se pagaban y que se les aplicaba la misma ley laboral.

Obras importantes donde trabajaron los presos

El Valle de los Caídos

El Valle de los Caídos fue construido usando el trabajo de presos que se habían acogido a la redención de penas, la mayoría de ellos personas encarceladas por sus ideas políticas, al menos hasta 1950.

Algunos historiadores, como Francisco Moreno Gómez, Julián Casanova o Gutmaro Gómez Bravo, consideran que este fue un tipo de trabajo obligatorio. Sin embargo, otros, como Alberto Bárcena Pérez, afirman que todos los trabajadores, tanto libres como presos, fueron "voluntarios". También se discute la cifra de 20.000 presos que trabajaron en la obra; algunos historiadores dicen que esa cifra se refiere al total de trabajadores (libres y presos) que pasaron por la obra a lo largo de los años.

En cuanto a los accidentes laborales, se ha señalado que fueron menos que lo habitual en esa época. En 19 años, murieron entre 14 y 18 personas, algunas por accidentes de tráfico o descuidos. Durante los primeros ocho años de construcción, cuando había más presos políticos, no hubo muertes. Sin embargo, algunas personas que estuvieron allí, como el médico Ángel Lausín, que examinó a muchos de los trabajadores fallecidos, reconocen que no saben cuántos murieron por heridas graves fuera del lugar o por enfermedades como la silicosis (una enfermedad pulmonar causada por el polvo).

Otras obras importantes

  • Canal del Bajo Guadalquivir: Esta obra fue construida por presos políticos del gobierno de Franco, usando herramientas básicas como picos y palas. También se aplicó la política de Redención de Penas por el Trabajo, y llegaron a trabajar hasta 2.000 presos. A lo largo del canal, había campamentos de trabajo.
  • Ferrocarril Madrid-Burgos: El último tramo de esta línea de tren, que unía Lozoya con Madrid-Chamartín, fue construido por presos divididos en 9 campamentos. Uno de los mejor conservados es el Destacamento penal de Bustarviejo, conocido como “Los Barracones”, en la Sierra Norte de Madrid. Este campamento, construido para 250 prisioneros, albergó a un promedio anual de presos entre 1944 y 1952. La empresa contratista se benefició de la política de Redención de Penas.
  • Presa del Alberche y Canal Bajo del río Alberche: Esta fue otra obra civil realizada por presos. Sirvió para regar una zona de 10.000 hectáreas en la vega de Talavera de la Reina.
  • Minas y embalses: En Asturias, se levantaron campamentos alrededor de las minas para que los presos trabajaran allí. Lo mismo ocurrió en las minas de mercurio de Almadén y en las de carbón del País Vasco y León. También se usó a los presos en la construcción de embalses, como los del Pirineo de Huesca o el embalse de Yesa en Zaragoza.
  • Reconstrucción de pueblos: Los presos también fueron utilizados en la reconstrucción de pueblos, como el de Belchite, que había quedado muy dañado por la guerra.
Archivo:PANTANO DE YESA - panoramio - Augustin Liviu
Embalse de Yesa (entre Zaragoza y Navarra) en cuya construcción trabajaron presos acogidos a la redención de penas por el trabajo.
kids search engine
Redención de penas por el trabajo para Niños. Enciclopedia Kiddle.