Polvorazo (militar) para niños
Un polvorazo era un tipo de trampa explosiva usada en la guerra. Consistía en un pequeño escondite subterráneo lleno de explosivos, cubierto con piedras, tierra y arena. Los defensores de un lugar lo hacían explotar a distancia, generalmente con electricidad, cuando los atacantes se acercaban. Era una forma de proteger una posición militar.
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¿Cómo se inventó el polvorazo?
La idea de usar explosivos escondidos en el suelo no era nueva. Ya en Italia, en el siglo XIV, se conocían construcciones similares. Un polvorazo es como una mina terrestre antigua, pero sin una carcasa especial. En lugar de esquirlas de metal, usaba las piedras y la tierra que lo cubrían para causar daño al explotar.
Durante la Guerra del Pacífico, las fuerzas peruanas usaron polvorazos en batallas importantes como el Asalto y toma del Morro de Arica y la Batalla de Chorrillos. Los soldados chilenos que los encontraron los describieron como "un entierro de dinamita" que buscaba hacer explotar los fuertes.
Estos dispositivos podían ser activados de dos maneras:
- A distancia, usando cables eléctricos.
- Mecánicamente, por el peso o movimiento de una persona o animal que pasara por encima.
¿Por qué tenía varios nombres?
En los documentos de la época de la guerra, se usaban diferentes nombres para referirse a estas trampas explosivas. A veces se les llamaba "mina", otras "torpedo" y también "polvorazo". Por ejemplo, un comandante chileno que fue afectado por estas trampas las llamó "torpedos" en una carta. Esto muestra que el nombre no estaba del todo definido en ese momento.
¿Cómo se construían los polvorazos?
En Arica, los polvorazos se hacían con cargas explosivas de diferentes tamaños: desde 0.7 kilogramos hasta 13.6 kilogramos. Como no había muchos detonadores especiales, tuvieron que improvisar. Usaron algunos de torpedos de un barco y crearon otros con productos químicos que encontraron en el puerto.
Los cables eléctricos para activar las explosiones también se hicieron de forma ingeniosa. Deshicieron un cable de hierro viejo que estaba en la playa y aislaron los alambres con capas de papel especial. Estos cables no siempre se enterraban y a veces estaban simplemente sobre el suelo. Las baterías para generar la electricidad también se fabricaron con productos químicos y materiales que se consiguieron en farmacias locales. En total, se usaron unos 2500 kilogramos de explosivos en Arica.
También se sabía que había dos tipos de estas trampas:
- Las grandes, llamadas polvorazos, que eran dinamita bajo tierra y se activaban a distancia con electricidad.
- Otras más pequeñas que explotaban con el peso de una persona o animal. Estas últimas eran granadas de cañón modificadas para estallar al ser pisadas.
¿Qué efectos tuvieron los polvorazos?
Como arma de defensa en Arica, los polvorazos no tuvieron un gran impacto. Muchas de ellas no explotaron, quizás porque el bombardeo anterior cortó los cables eléctricos. Por eso, no lograron detener el avance de la infantería chilena.
Sin embargo, estos dispositivos, que eran nuevos para los chilenos, causaron fuertes reacciones. Los soldados consideraban que los polvorazos eran "desleales" y no eran una forma adecuada de combatir, porque atacaban a un enemigo que no podían ver. Esto generó mucha frustración y enojo entre las tropas atacantes.
El uso de este tipo de armas también fue un tema de discusión en otras guerras, como la Guerra de Secesión en Estados Unidos, donde también se debatía si eran justas o no.
Véase también
En inglés: Flame fougasse Facts for Kids
- Artefacto explosivo improvisado
- Minas terrestres
- Teodoro Elmore