Placa microtituladora para niños
Una placa microtituladora, también conocida como microplaca, es una bandeja especial con muchos pequeños huecos o "pocillos". Estos pocillos funcionan como diminutos tubos de ensayo. Las microplacas son herramientas muy importantes en la investigación científica y en los laboratorios que buscan diagnosticar enfermedades. Se usan mucho en pruebas como el ELISA, que es fundamental para detectar ciertas condiciones en personas y animales.
Contenido
¿Cómo son las microplacas?
Una microplaca suele tener 6, 12, 24, 96, 384 o incluso 1.536 pocillos. Estos pocillos están organizados en filas y columnas, formando una cuadrícula. Algunos fabricantes han creado microplacas con aún más pocillos, ¡hasta 9.600! También existe una "cinta matriz" que es una tira continua de microplacas en un material flexible.
Cada pocillo puede contener desde una cantidad muy pequeña de líquido (nanolitros) hasta varios mililitros. También se pueden usar para guardar polvos secos o para sostener tubos de vidrio. Los pocillos pueden ser redondos o cuadrados. Para guardar compuestos químicos, los pocillos cuadrados con tapas de silicona son los mejores.
Las microplacas se pueden guardar en lugares muy fríos por mucho tiempo. También se pueden calentar para que los líquidos se evaporen más rápido. Además, se pueden sellar con calor o con una lámina de plástico transparente.
En los años 90, se crearon microplacas con un material de filtro. Esto permitió hacer un tipo de separación química llamada cromatografía en el espacio de una microplaca. Hoy en día, hay microplacas para casi todo en la investigación de ciencias de la vida. Se usan para filtrar, separar, detectar cosas con luz, guardar muestras, mezclar reacciones o cultivar células.
El estudio de células vivas ha crecido mucho. Por eso, se han diseñado microplacas especiales para el cultivo de tejidos. La superficie de estas placas se modifica para ayudar a que las células crezcan bien.
Varias empresas han desarrollado robots que manejan estas microplacas. Estos robots pueden:
- Dispensar líquidos: Mueven líquidos hacia y desde las placas.
- Mover placas: Las transportan entre diferentes máquinas.
- Apilar placas: Las guardan durante los procesos.
- Almacenar placas: Las guardan por más tiempo.
- Incubar placas: Mantienen una temperatura constante durante las pruebas.
También existen máquinas llamadas lectores de placas. Estas máquinas pueden detectar cambios biológicos, químicos o físicos en las muestras que están en las microplacas.
Materiales de las microplacas
Las microplacas se fabrican con diferentes materiales. El más común es el poliestireno. Este se usa para la mayoría de las microplacas que detectan cosas con luz. Puede ser blanco (con dióxido de titanio) para detectar luz o negro (con carbón) para pruebas de fluorescencia.
El polipropileno se usa para placas que necesitan soportar cambios de temperatura. Por ejemplo, para guardar cosas a -80 °C o para procesos que implican calentar y enfriar. Es muy bueno para guardar compuestos químicos por mucho tiempo.
El policarbonato es un material económico y fácil de moldear. Se ha usado para microplacas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que es un método para copiar ADN. Las cicloolefinas se usan para hacer microplacas que dejan pasar la luz ultravioleta, lo cual es útil en algunas pruebas nuevas.
La forma más común de fabricar microplacas es el moldeo por inyección. Este método se usa para el poliestireno, polipropileno y cicloolefinas. Las microplacas más complejas, como las de filtración o las de PCR, se hacen uniendo varias partes que se moldearon por separado. Las placas ELISA ahora se pueden armar con doce tiras de ocho pocillos cada una. Esto es más fácil y económico si solo se va a usar una parte de la placa.
Historia de las microplacas
Las primeras microplacas fueron creadas en 1951 por el Dr. G. Takatsky en Hungría. Tenían 6 filas de 12 pocillos y estaban hechas de un material llamado lucita. Sin embargo, el uso más extendido de las microplacas comenzó en los años 50, cuando John Liner en Estados Unidos introdujo una versión moldeada.
Para el año 1990, más de 15 empresas fabricaban una gran variedad de microplacas. Se calcula que solo en el año 2000 se usaron alrededor de 125 millones de estas placas. La palabra Microtiter es una marca registrada, pero hoy en día es más común usar el término general "microplacas".
En 1996, la Sociedad de Ciencias Biomoleculares (SBS) empezó a trabajar para crear una definición estándar de las microplacas. En 2003, se propusieron varias normas que fueron publicadas por el Instituto Nacional Estadounidense de Estándares (ANSI) en nombre de la SBS. Estas normas regulan cómo deben ser las microplacas, incluyendo el tamaño de los pocillos (diámetro, espacio y profundidad) y las características de la placa (dimensiones y rigidez). La medida típica de una microplaca es de aproximadamente 12,7 cm x 8,5 cm.
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Véase también
En inglés: Microplate Facts for Kids