Pedro de Zúñiga y de la Cueva para niños
Datos para niños Pedro de Zúñiga y de la Cueva |
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Información personal | ||
Nacimiento | Siglo XVI Salamanca (España) |
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Fallecimiento | 21 de octubre de 1631 | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Diplomático | |
Cargos ocupados | Embajador del Reino de España ante el Reino de Inglaterra | |
Pedro de Zúñiga y de la Cueva (nacido en Salamanca alrededor de 1560 y fallecido en Madrid el 21 de octubre de 1631) fue un importante noble español. Se le conoce por haber sido el primer marqués de Flores Dávila.
Pedro de Zúñiga sirvió como embajador del rey Felipe III de España en la Corte británica. También fue caballero de la Orden de Santiago y comendador en varias localidades.
Contenido
¿Quién fue Pedro de Zúñiga y de la Cueva?
Pedro de Zúñiga era hijo de Diego de Zúñiga y Benavides, quien fue un importante funcionario en Salamanca y Toledo. Su madre fue Antonia Cabeza de Vaca y Dávila.
Antes de ser embajador, Pedro de Zúñiga ocupó cargos importantes en la Corte española. Fue caballerizo principal, gentilhombre de Cámara y encargado de la seguridad en El Pardo.
En 1595, participó como general en la defensa del Condado de Rosellón, una región en la frontera con Francia. Ayudó a protegerla de un intento de anexión por parte de Francia.
¿Por qué fue nombrado embajador en Inglaterra?
Después de que España e Inglaterra firmaran el Tratado de Londres (1604) en 1604, se puso fin a un largo conflicto. El rey Felipe III de España decidió que era importante tener un embajador permanente en Londres.
El Consejo de Estado de España, un grupo de consejeros del rey, recomendó a Pedro de Zúñiga para este puesto. Su padre también había sido embajador en Francia.
La misión de Pedro de Zúñiga en Inglaterra
Pedro de Zúñiga llegó a Londres en 1605 y se presentó ante el rey Jacobo I de Inglaterra. Su principal objetivo era asegurar que el Tratado de Londres se cumpliera y fortalecer la amistad entre España e Inglaterra.
Logró establecer buenas relaciones y trabajó de cerca con Robert Cecil, el principal consejero del rey Jacobo I. Durante su tiempo en Inglaterra, Pedro de Zúñiga también recopiló información sobre la colonia inglesa de Virginia en Norteamérica.
En 1608, Pedro de Zúñiga escribió al rey Felipe III. Le aconsejó que era importante prestar atención a lo que los ingleses estaban haciendo en Virginia. Mencionó que planeaban enviar muchas personas allí y que esto podría ser un asunto de gran importancia para el futuro.
¿Por qué regresó a España?
En 1609, la esposa de Pedro de Zúñiga falleció en Madrid. Además, él comenzó a tener problemas de salud. Por estas razones, pidió ser relevado de su cargo como embajador.
Alonso de Velasco y Salinas lo reemplazó en la embajada. Sin embargo, en 1612, Pedro de Zúñiga regresó a Inglaterra para una misión especial. Su tarea era proponer un matrimonio entre el rey Felipe III (que era viudo en ese momento) y la princesa Isabel Estuardo, hija del rey Jacobo I.
Por todos sus servicios a la Corona española, Pedro de Zúñiga recibió los títulos de Marqués de Flores Dávila y Señor de varias tierras. Como no tuvo hijos, su hermana, Catalina de Zúñiga y de la Cueva, heredó su título.
Pedro de Zúñiga como embajador de España en Inglaterra
Cuando la reina Isabel I de Inglaterra falleció en 1603, su sucesor fue el rey Jacobo VI de Escocia, quien se convirtió en Jacobo I de Inglaterra. Jacobo I era hijo de la reina María Estuardo de Escocia.
Jacobo I fue coronado rey de Escocia en 1567. Su educación fue de tipo calvinista y se casó con la princesa Ana de Dinamarca. Su forma de gobernar se inclinó hacia el protestantismo.
Pedro de Zúñiga participó en las negociaciones del tratado de paz con Inglaterra. Este tratado fue muy exitoso y se firmó en Londres el 29 de agosto de 1604 por el rey Jacobo I.
Después de esta misión, el rey Felipe III nombró a Pedro de Zúñiga como embajador de España en Inglaterra. Pedro llegó a Inglaterra el 10 de junio de 1605. Fue el primer embajador español en Londres durante el reinado de Felipe III.
Tuvo que resolver varios desafíos. Entre ellos, asegurar el paso de soldados españoles desde Irlanda hacia Flandes, detener los ataques de barcos ingleses que operaban con capitanes holandeses, y proteger a los católicos en Inglaterra y Escocia.
Los ingleses sentían que no se les había permitido participar en el comercio mundial. Reclamaban el derecho a comerciar libremente en los mares.
El tratado de paz con Inglaterra fue confirmado en Valladolid por el rey Felipe III y el almirante Charles Howard, conde de Nottingham, en una ceremonia el 29 de agosto de 1605.
La situación de los católicos en Inglaterra
La política del rey Jacobo I, que no favorecía a los católicos, causó desilusión entre ellos. Esto llevó a un evento conocido como la Conspiración de la Pólvora en noviembre de 1605.
Un caballero llamado Guy Fawkes y otros católicos planearon hacer explotar el parlamento con el rey y sus miembros. Sin embargo, el plan fue descubierto. Fawkes fue castigado y la persecución de los católicos en Inglaterra y Escocia se intensificó.
Pedro de Zúñiga trabajó para proteger a los católicos. También propuso que se pagara a sus informantes de manera puntual, lo cual fue aprobado por el Consejo de Estado.
Pedro también apoyó la labor de Luisa de Carvajal y Mendoza, una misionera en Inglaterra. Luisa fundó una congregación religiosa y ayudaba a religiosos que eran perseguidos. Gracias a la protección del embajador Pedro de Zúñiga, pudo superar dificultades y salir de la cárcel.
Propuestas de matrimonio real
El 8 de abril de 1608, Pedro de Zúñiga informó al rey Felipe III sobre una conversación con Jacobo I. El rey inglés deseaba unir a su familia con la española, proponiendo el matrimonio de su hijo, el príncipe Enrique Federico, con la Infanta Ana Mauricia, hija de Felipe III.
El Papa no estuvo de acuerdo con este matrimonio porque el príncipe era protestante. El príncipe Enrique Federico falleció en 1612, y su hermano Carlos I se convirtió en príncipe de Gales.
Felipe III también consideró la idea de casar a la princesa Isabel, hija de Jacobo I, con el príncipe de Piamonte, hijo del duque de Saboya. Esto se pensó como una forma de acercar a Inglaterra al catolicismo. El rey Jacobo I estaba muy interesado en este matrimonio y no le importaba la diferencia religiosa.
En 1611, el rey Jacobo I insistió de nuevo en casar a su hijo, el príncipe de Gales, con una hija de Felipe III. Sin embargo, el matrimonio entre el príncipe Carlos y la Infanta María no se realizó, a pesar de años de negociaciones. Finalmente, el rey Jacobo I casó a su hija Isabel con el elector palatino Federico.
Observaciones sobre las colonias en Norteamérica
En 1608, Pedro de Zúñiga se enteró de la fundación de Jamestown, en lo que hoy es el estado de Virginia en Norteamérica. En una carta al rey Felipe III el 8 de noviembre de 1608, le aconsejó que era importante detener los planes ingleses de establecer colonias en Norteamérica.
Pedro de Zúñiga pidió ser reemplazado como embajador en Inglaterra. Alonso de Velasco y Salinas fue nombrado en su lugar en 1609. Pedro de Zúñiga permaneció en Inglaterra como embajador extraordinario hasta agosto de 1613, cuando llegó el conde de Gondomar.
Pedro de Zúñiga heredó de su padre el título de V señor de Flores de Ávila. En reconocimiento a sus servicios a la Corona, el rey Felipe III le concedió el título de marqués de Flores Dávila el 11 de abril de 1612.