Acuario (recipiente) para niños
Un acuario es como una ventana mágica a un mundo submarino. Es un recipiente, casi siempre de vidrio transparente, que tiene todo lo necesario para recrear ambientes de ríos, lagos o el mar. Dentro de un acuario, puedes tener peces, plantas, invertebrados y otros animales acuáticos, creando un pequeño ecosistema.
Mantener seres acuáticos en casa es una afición muy antigua, pero los acuarios como los conocemos hoy surgieron en el siglo XVIII. La idea de tener un pedacito de la naturaleza acuática a la vista se hizo popular cuando la gente empezó a coleccionar animales y, sobre todo, plantas acuáticas. Estas plantas necesitaban humedad para vivir y ser transportadas, lo que llevó al desarrollo de recipientes especiales que podían contener agua. Con el tiempo, estos recipientes crecieron hasta convertirse en los acuarios modernos.
Un acuario exitoso requiere mucha planificación. Antes de empezar, es importante decidir dónde lo vas a colocar y qué tipo de vida marina o fluvial quieres tener. Esto te ayudará a elegir el tipo de agua, los animales, las plantas, la decoración y el suelo adecuados. Además, los acuarios necesitan sistemas especiales para mantener la temperatura, el oxígeno y la luz perfectos para que los seres vivos estén sanos y el acuario se vea bonito.
Los acuarios son ecosistemas vivos y cambian constantemente. Por eso, aunque tengan muchos sistemas automáticos, siempre necesitarán de tu cuidado. Tareas como cambiar el agua, darles la comida adecuada a los animales y plantas, limpiar el fondo y cambiar los filtros son esenciales para la salud de sus habitantes.
A pesar del trabajo y el costo, muchas personas disfrutan de esta afición. Los acuarios se han vuelto tan populares que incluso hay grandes acuarios públicos en muchos países. Estos acuarios gigantes pueden tener millones de litros de agua y albergan peces, plantas e incluso mamíferos marinos como belugas o morsas. También ayudan a proteger especies en peligro de extinción.
Contenido
- ¿De dónde viene la palabra "acuario"?
- Un poco de historia de los acuarios
- ¿Qué beneficios tiene tener un acuario?
- ¿Cómo se fabrica un acuario?
- Tipos de acuarios
- Partes de un acuario
- Preparación y mantenimiento del ecosistema
- Ciclos biológicos
- Acuarios públicos
- El acuario en la cultura popular
- Consecuencias ambientales
- Galería de imágenes
- Véase también
¿De dónde viene la palabra "acuario"?
La palabra "acuario" viene del latín aqua, que significa 'agua', y el sufijo -rium, que significa 'lugar' o 'edificio'. Se dice que el naturalista Philip Henry Gosse usó este término por primera vez en el siglo XIX. Él pensó que "acuario" era más fácil de pronunciar y recordar que otras palabras que se usaban antes.
La ciencia que estudia los acuarios se llama acuariología. Aunque es un término muy usado, la Real Academia Española no lo ha incluido todavía.
Es importante saber que un "acuario" no es lo mismo que una "pecera". Un acuario tiene condiciones ambientales controladas y permanentes, adaptadas a los seres vivos que viven en él. Los acuarios más avanzados pueden recrear ecosistemas delicados como un arrecife de coral, con sistemas de iluminación, filtros, termostatos y bombas. Una pecera, en cambio, es un recipiente más simple, a menudo una bola de cristal, sin todo ese equipo. En las peceras, las condiciones no están controladas, y el agua debe cambiarse a menudo. Por eso, en las peceras solo suelen sobrevivir peces muy resistentes, como las carpas doradas. Afortunadamente, las peceras tradicionales son cada vez menos comunes.
Un poco de historia de los acuarios
Aunque la palabra "acuario" es latina, los romanos ya cuidaban peces en entornos cerrados. Sin embargo, la práctica de la acuariofilia (cuidar peces en cautiverio) es mucho más antigua.
Los sumerios, hace miles de años, ya mantenían peces en estanques antes de comerlos. También hay dibujos antiguos de peces sagrados en el arte egipcio. En China, la cría selectiva de carpas entre los años 618 y 907 d.C. dio origen a los famosos peces koi y las carpas doradas. Los chinos de la dinastía Song también disfrutaban de tener peces de colores en grandes recipientes de cerámica. Esta afición se extendió por Asia y aún hoy es popular.
El concepto de un recipiente transparente para observar animales y plantas en interiores surgió en el siglo XVIII. La gente adinerada coleccionaba conchas y animales marinos. Un paso importante hacia el acuario moderno fue el coleccionismo de seres vivos. En el siglo XIX, en Gran Bretaña, se puso de moda coleccionar helechos tropicales. Para transportarlos, se usaban urnas selladas con tierra húmeda y agua. El siguiente paso fue añadir más agua que tierra.
La zoóloga marina Anna Tynne logró mantener un acuario marino con corales durante varios años, lo que fue un gran logro para la época y despertó la curiosidad de otros científicos. Los primeros acuarios tenían marcos de metal que sostenían los cristales, lo que limitaba la vista.
Los acuarios de agua salada tardaron más en desarrollarse que los de agua dulce, porque se sabía menos sobre los ambientes marinos y cómo recrearlos. El agua salada era difícil de conseguir y de preparar. Además, los peces marinos son más sensibles a los cambios de temperatura y oxígeno. Después de la Segunda Guerra Mundial, con el avance del buceo, la gente pudo ver los fondos marinos tropicales, lo que aumentó el interés por los acuarios marinos.
¿Qué beneficios tiene tener un acuario?
El principal beneficio de un acuario es que te permite disfrutar de un ambiente acuático en tu casa. Pero además, se han descubierto otras ventajas:
- Compañía y responsabilidad: Los animales y plantas de un acuario necesitan cuidados, lo que te da una responsabilidad y puede ayudar a combatir la soledad o la monotonía.
- Fácil mantenimiento: A diferencia de perros o gatos, los peces no necesitan paseos diarios, no hacen ruido, no huelen mal y ocupan poco espacio.
- Económico (agua dulce): Mantener un acuario de agua dulce suele ser más barato que tener otras mascotas, aunque los acuarios marinos son más costosos.
- Educativo: Un acuario es una excelente herramienta para enseñar a los niños sobre la responsabilidad y el amor por otras especies. También es útil para aprender sobre biología, ciclos de vida y el comportamiento de los animales.
- Decorativo: Los acuarios son muy bonitos y pueden ser un elemento decorativo impresionante en cualquier espacio, aportando luz y color.
- Relajante: Observar un acuario ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Por eso, a menudo se encuentran en consultorios médicos o lugares donde la gente puede sentirse nerviosa.
¿Cómo se fabrica un acuario?
Los acuarios tienen al menos una cara transparente, hecha de vidrio, acrílico o poliéster. El vidrio es el material más común, aunque cada uno tiene sus ventajas y desventajas.
Hasta los años 70, la mayoría de los acuarios de vidrio se unían con marcos de metal. Después, se empezó a usar silicona para pegar los cristales. La silicona negra es popular porque evita la decoloración y el crecimiento de algas. Aunque la silicona es muy fuerte, algunos acuarios todavía usan marcos de metal o plástico para mayor resistencia, especialmente los más grandes.
El grosor de los cristales es muy importante y depende de la presión del agua. Cuanto más alto y ancho sea un acuario, más gruesos deben ser sus cristales para soportar el peso del agua.
Los fabricantes también deciden si el filtro será interno (dentro del acuario) o externo (en un recipiente aparte). Cada tipo tiene sus pros y sus contras.
Finalmente, la tapa del acuario es muy útil. Suele contener el sistema de iluminación, que es vital para las plantas y para que los peces tengan un ciclo de día y noche. La tapa también puede tener espacio para guardar herramientas de limpieza o una lámpara ultravioleta.
Tipos de acuarios
Los acuarios se pueden clasificar de muchas maneras, por ejemplo, si son para uso privado o público, o por su forma. Aquí te mostramos algunas clasificaciones comunes:
Según la cantidad de sal en el agua
La cantidad de sal en el agua es un factor clave para clasificar los acuarios:
- Acuarios de agua dulce: Tienen muy poca sal (menos del 0.5%). Intentan imitar ambientes de lagos o ríos. Pueden ser de agua dulce tropical o de agua dulce fría.
- Acuarios de agua salada: Tienen una concentración de sal entre 0.5% y 3.8%. Recrean ambientes de arrecifes, costas u océanos. Son los más difíciles de mantener.
- Acuarios de agua salobre: Simulan ambientes intermedios, como lagunas costeras o estuarios, con concentraciones de sal entre 0.5% y 5%. Hay diferentes opiniones sobre si son un tipo completamente distinto.
Según su propósito
El objetivo del acuario también determina su tipo:
- Acuarios comunitarios: Albergan peces y plantas de diferentes especies que pueden vivir juntas, aunque vengan de distintos lugares.
- Acuarios de especie única: Contienen una sola especie de pez, crustáceo o planta.
- Acuarios de biotipo: Reúnen peces y plantas que pertenecen al mismo hábitat natural, recreando un ambiente específico.
- Acuarios plantados (o holandeses): Se centran principalmente en las plantas. Son un poco más difíciles de mantener porque no hay muchos animales que produzcan abono natural. Son ideales para crear "paisajes acuáticos".
- Acuarios de reproducción: Diseñados para imitar las condiciones ideales para que una o pocas especies se reproduzcan fácilmente.
- Acuarios de cría: Su objetivo es proporcionar las mejores condiciones para que las crías crezcan rápido y sanas, ya sea para seleccionar razas o para vender.
Según la temperatura del agua
La temperatura es vital para los seres vivos del acuario, especialmente para los peces:
- Acuarios de agua fría: La temperatura oscila entre 18 y 22°C. Suelen tener un calentador para evitar que baje de 15°C. Son para peces resistentes que no necesitan agua muy cálida.
- Acuarios tropicales: Son los más comunes. La temperatura del agua está entre 23 y 28°C, gracias a calentadores eléctricos con termostato.
- Los acuarios de agua salada domésticos suelen ser tropicales. Los acuarios públicos pueden tener temperaturas cercanas a los 0°C para animales de la Antártida o el Ártico, como pingüinos o mamíferos marinos.
Partes de un acuario
Mucha gente piensa que un acuario es solo el recipiente de vidrio, pero es mucho más. Sin todos sus componentes, sería solo una pecera. Aquí te explicamos las partes principales de un acuario doméstico:
Cubeta
La cubeta es el recipiente principal, generalmente hecho de cinco cristales unidos con silicona. El cristal más grande suele ser el suelo, y los demás se montan encima. Aunque la forma rectangular es la más común, también hay acuarios con esquinas curvas, poliédricos o cilíndricos.
El tamaño de la cubeta es importante. Cuanto más grande sea el volumen de agua, más fácil será mantener el ecosistema estable. Esto se debe a que los cambios de temperatura son más lentos y los contaminantes se diluyen mejor. Por eso, se recomiendan cubetas más grandes.
Algunas cubetas vienen con paredes internas para el filtro, la bomba y el termostato (filtro interno). También pueden tener una base que protege el acuario y una cubierta. La cubierta suele ser desmontable o abatible para que puedas acceder al interior, dar de comer a los peces o limpiar. A menudo, la iluminación se aloja en la cubierta.
En los grandes acuarios públicos, las cubetas pueden tener solo una cara transparente, mientras que el resto son paredes de hormigón u otros materiales muy resistentes.
Biotopo
El biotopo es el fondo del acuario, generalmente cubierto con unos centímetros de grava fina. La grava ayuda a que las plantas se fijen y a que algunas especies pongan sus huevos. Puedes añadir objetos decorativos y raíces tropicales para embellecer el acuario y darles escondites a los animales.
El biotopo tiene tres funciones:
- Ofrece un fondo natural para que los animales se escondan o desoven.
- Puede ocultar elementos como calentadores de fondo.
- Permite que crezcan las plantas, que oxigenan el agua, reducen las algas y ayudan a descomponer los desechos.
Además, el biotopo puede disolver sales en el agua para crear las condiciones que necesitan ciertas especies, como la arena coralina para los acuarios de arrecife. Sin embargo, en acuarios de agua dulce, el biotopo no debe contener sustancias calcáreas o dañinas. Es mejor usar grava que arena, ya que la arena dificulta el mantenimiento y puede enturbiar el agua.
Es muy importante limpiar bien cualquier elemento que vayas a introducir en el acuario, como gravas o arenas, para evitar problemas.
Decoración
Los elementos decorativos son muy importantes en un acuario. No solo hacen que el acuario se vea bonito, sino que también cumplen una función vital: proporcionan escondites para algunas especies de peces y lugares seguros para que pongan y protejan sus huevos. Puedes usar piedras, cocos cortados, jarrones de cristal, troncos o raíces tropicales.
No hay una regla fija sobre qué tipo de decoración es la mejor. Algunos prefieren elementos plásticos como buzos o cofres del tesoro, mientras que otros optan por materiales naturales como guijarros o rocas. Si usas raíces tropicales, es crucial hervirlas antes para eliminar sustancias que puedan enturbiar el agua.
También puedes usar pósteres con paisajes acuáticos en la parte trasera del acuario para dar una sensación de profundidad. En los acuarios marinos, la "roca viva" es un elemento decorativo muy valioso, ya que tiene algas de colores y crea estructuras para que los habitantes se refugien.
Agua

El agua es el elemento más importante de un acuario, ya que es el ambiente donde se desarrolla toda la vida. Debe ser lo más parecida posible al hábitat natural que quieres imitar. Si el agua no es la adecuada, la salud de los animales y plantas estará en peligro.
Algunos acuarios muy grandes, como el de Chicago, incluso importaban agua directamente del mar. Sin embargo, lo más común es usar agua del grifo, pero tratada para eliminar el cloro y los metales pesados. También se le pueden añadir sales para recrear ambientes marinos.
El agua del grifo puede variar en su composición, por lo que cada tipo de agua necesita un tratamiento diferente:
- Aguas blandas: Con muy pocos sólidos disueltos.
- Aguas ácidas: Con un pH bajo.
- Aguas duras: Necesitan sales especiales o piedras calizas para imitar ambientes como el lago Malaui. Si el agua es muy dura, se puede añadir agua de lluvia o usar un sistema de ósmosis.
Recrear un arrecife de coral o un ambiente oceánico es más complejo. Los peces de agua salada necesitan un suplemento de sal, preferiblemente añadido a agua purificada por ósmosis. Los sistemas y tratamientos para agua salada requieren más atención debido a su naturaleza corrosiva y diferente densidad.
Es fundamental eliminar el cloro y los metales pesados del agua del grifo. Puedes dejar el agua en un recipiente abierto durante 48 horas para que el cloro se evapore, o usar productos decloradores. Los metales pesados se pueden eliminar con carbón activo en el filtro.
Accesorios
Aunque algunas especies pueden sobrevivir un tiempo sin ayuda tecnológica, su vida será corta si no se crean las condiciones adecuadas. Por eso, los accesorios son esenciales para mantener la luz, la temperatura y la salubridad del acuario.
Los accesorios básicos son clave para el éxito de un acuario.
Filtro
El filtro es vital para mantener el agua limpia, sin impurezas y biológicamente purificada. Realiza tres tipos de filtración:
- Mecánica: Elimina partículas grandes con materiales como el perlón o filtros cerámicos.
- Biológica: Gracias a microorganismos que aparecen en el agua después de unas semanas, que transforman sustancias dañinas.
- Química: Neutraliza metales pesados y cloro con materiales como el carbón activo o la turba.
Hay filtros internos (dentro del acuario) y externos (fuera del acuario). Los internos son menos molestos, pero más difíciles de limpiar. Los externos son más fáciles de manejar.
El filtro necesita mantenimiento, especialmente limpieza. Es importante no limpiar todas las partes del filtro al mismo tiempo, para no eliminar todas las bacterias beneficiosas. Se recomienda limpiar las masas filtrantes con agua del propio acuario. La turba y el carbón activo se agotan y deben ser reemplazados.
La bomba es esencial para cualquier filtro, ya que hace circular el agua por todas las etapas de filtración. Esto imita la renovación natural del agua en ríos y lagos.
Iluminación
La iluminación tiene tres funciones principales:
- Permite ver el acuario en cualquier momento.
- Establece un ciclo de día y noche para los seres vivos.
- Permite la fotosíntesis de las plantas y el crecimiento de peces.
La luz solar directa no es ideal porque puede causar un crecimiento excesivo de algas y cambios bruscos de temperatura. Se usan tubos fluorescentes o lámparas LED. La cantidad de luz necesaria depende del tamaño del acuario.
Para simular el día y la noche, la iluminación artificial debe durar entre 10 y 12 horas al día, lo cual se puede automatizar con un temporizador.
En acuarios plantados, se usan lámparas fluorescentes hortícolas o HQL (mercurio de alta presión). Las lámparas LED son cada vez más populares por su eficiencia energética y su estética.
Climatización
Para recrear la temperatura de las aguas tropicales (21-27°C), se usan calefactores con una resistencia y un termostato. Para peces de agua fría, se puede necesitar un sistema de refrigeración. En acuarios públicos, la temperatura puede ser cercana a cero para animales árticos o antárticos.
Existen diferentes modelos de calefactores: de fondo (bajo la grava), de tubo (alargados) y termofiltros (en la salida del filtro). La potencia del calefactor debe ser proporcional al volumen de agua.
Es importante que los calefactores funcionen correctamente, ya que las variaciones de temperatura pueden causar enfermedades en los peces.
Suministro de gases
Se usan dos tipos de suministradores de gases:
- Inyector de aire: Oxigena el agua con burbujas, lo que ayuda a los peces a respirar y a transformar sustancias dañinas en menos tóxicas. También puede tener una función decorativa.
- Suministro de CO2: Disuelve dióxido de carbono en el agua para que las plantas se alimenten y crezcan. Es vital para un acuario estable.
El inyector de aire necesita poco mantenimiento, mientras que el de CO2 es más complejo y requiere revisiones periódicas.
Lámpara ultravioleta
La lámpara de rayos ultravioleta (UV) es un accesorio útil, aunque no siempre esencial para acuarios de peces o plantas. Sin embargo, es fundamental para criar tortugas, ya que necesitan esta luz para el crecimiento de su caparazón.
En acuarios con plantas y peces, la lámpara UV se coloca dentro de un recipiente opaco por donde pasa el agua del filtro, ya que los rayos UV son peligrosos para los seres vivos. Su función es esterilizar el agua de microorganismos dañinos y matar las algas que pueden invadir el ecosistema.
Es importante que la lámpara UV esté contenida en una funda opaca y conectada a la bomba del filtro para que toda el agua reciba la radiación de forma segura.
Flora
Las plantas para acuarios de agua dulce se venden en tiendas especializadas. Muchas de ellas pueden vivir sumergidas, semisumergidas o incluso fuera del agua, ya que suelen ser de pantanos.
Al igual que la decoración, las plantas pueden traer plagas, por lo que se recomienda lavarlas o sumergirlas en una solución desinfectante antes de introducirlas en el acuario.
Algunas plantas son muy resistentes, mientras que otras son más exigentes con las condiciones del agua y la luz. Las plantas, además de decorar, producen oxígeno mediante la fotosíntesis durante el día. Por la noche, consumen oxígeno al respirar, por lo que es necesario un oxigenador.
Las plantas artificiales son una opción, pero pueden cubrirse de algas y no cumplen las funciones biológicas importantes de las plantas naturales. En acuarios de agua salada, se usan algas marinas como las del género Caulerpa.
Fauna
Es fundamental conocer las necesidades de los animales antes de introducirlos en un acuario. Un acuario doméstico suele albergar peces, pero también puede tener invertebrados como caracoles, camarones o pequeños crustáceos, y reptiles como tortugas.
Es importante no sobrepoblar el acuario. Una regla general es un pez por cada 5 litros de agua. Por ejemplo, un acuario de 100 litros puede albergar unos 20 peces medianos.
Los peces no solo son estéticos, también son importantes para la estabilidad del ecosistema. Algunas especies, como las Corydoras o Ancistrus, ayudan a controlar plagas de caracoles o algas.
La fauna de los acuarios salobres es un tema debatido, ya que incluye especies de ríos que bajan a estuarios y especies marinas que entran en ellos.
En acuarios de agua salada, pueden vivir muchos invertebrados como erizos de mar, anémonas, corales y esponjas. Los peces de agua salada necesitan más espacio y son más territoriales que los de agua dulce.
Los acuarios marinos pueden recrear diferentes ambientes, como el costero o el de arrecife. Los acuarios de arrecife se centran en corales e invertebrados. Los acuarios árticos o antárticos, con morsas, belugas o pingüinos, son muy costosos y requieren mucho espacio, por lo que solo unas pocas instituciones pueden mantenerlos.
También existen ambientes de manglares o costeros que combinan acuario y terrario, con animales como cocodrilos o focas.
Preparación y mantenimiento del ecosistema
Preparar y estabilizar un acuario es un proceso que puede llevar días, semanas o incluso meses, especialmente para los acuarios marinos.
La preparación implica colocar la decoración y los accesorios técnicos, llenar el acuario con agua tratada y esperar a que las bacterias beneficiosas se reproduzcan.
Lograr la estabilidad del ecosistema es el verdadero desafío. Hay una estabilidad a corto plazo (momentánea) y una a largo plazo (cuando todo el acuario funciona en armonía). La estabilidad significa recrear las condiciones ambientales que los animales tendrían en la naturaleza. En acuarios marinos, este proceso es más complicado y puede tardar hasta un año.
Los puntos clave para un ecosistema estable son:
Ubicación
La ubicación del acuario es crucial. No es bueno colocarlo donde reciba luz solar directa, ya que esto puede causar un crecimiento excesivo de algas y cambios bruscos de temperatura. La luz indirecta es la mejor opción.
Los pasillos o lugares ruidosos tampoco son adecuados, ya que el constante movimiento y ruido pueden estresar a los peces. Un acuario bien ubicado no solo es bueno para los peces, sino que también es un espectáculo relajante.
El mueble que sostiene el acuario debe ser muy firme y capaz de soportar el doble del peso del agua. Un acuario de 100 litros, con accesorios y grava, puede pesar unos 140 kilogramos. Si el suelo es de madera, la forma en que se distribuye el peso es importante para evitar daños.
Además, el lugar debe tener una toma de corriente eléctrica bien instalada y aislada, ya que el agua y la electricidad pueden ser peligrosas. También es útil tener una toma de agua y un desagüe cerca para facilitar los cambios de agua.
Limpieza
Un acuario estable necesita poco mantenimiento diario, pero la limpieza es fundamental. Aunque tenga filtros, un acuario es un sistema cerrado, a diferencia de los hábitats naturales. Por eso, es necesario realizar tareas que imiten el cambio constante de agua de ríos y océanos. La limpieza es vital para la salud de los animales, ya que los desechos pueden volverse tóxicos.
La limpieza del filtro es periódica. No se debe limpiar todo el filtro a la vez para no eliminar las colonias de bacterias beneficiosas. Se recomienda limpiar las masas filtrantes en días diferentes y con agua del propio acuario. Las masas químicas (turba, carbón activo) se agotan y deben ser reemplazadas.
Las impurezas que quedan en el fondo del acuario deben retirarse con un sifón para evitar que se descompongan y produzcan sustancias dañinas. Estas impurezas también contienen bacterias, por lo que su eliminación debe hacerse con cuidado para no afectar la filtración biológica.
Para minimizar el impacto de la limpieza en las bacterias, se pueden limpiar las masas filtrantes en días alternos, usar agua de otro acuario o añadir bacterias compradas en tiendas.
En acuarios marinos, es beneficioso retirar los desechos y limpiar el espumador (un aparato que elimina proteínas) dos veces al día.
La temperatura del agua nueva que se añade al acuario es importante; debe ser similar a la del agua existente para no dañar a los seres vivos.
La limpieza de las plantas es vital. Si las algas cubren las plantas, pueden matarlas y producir dióxido de carbono en exceso, lo que es peligroso para los animales. Las algas se pueden eliminar con productos químicos (algicidas) o manualmente. La limpieza manual es más saludable para el acuario.
Los objetos grandes como rocas y troncos también deben limpiarse periódicamente para eliminar los desechos que se acumulan y se pudren. La grava del fondo debe removerse para que las sustancias tóxicas floten y puedan ser eliminadas con el sifón.
La limpieza de los cristales es importante por estética y para controlar las algas que pueden cubrir las paredes y bloquear la luz. Se pueden usar imanes especiales para limpiar los cristales, pero hay que tener cuidado de no rayarlos con la grava.
Los grandes acuarios públicos tienen equipos de buzos que limpian sus enormes tanques.
Renovación de agua
En un acuario, el agua no se renueva constantemente como en la naturaleza. Por eso, es necesario hacer cambios de agua regulares. Aunque las bacterias transforman el amoníaco y los nitritos en nitratos, estos últimos se acumulan y pueden volverse tóxicos para los peces si no se eliminan. Los nitratos son consumidos por plantas y algas, pero a veces no es suficiente.
Todos los expertos coinciden en que los cambios de agua son esenciales. No hay un acuerdo exacto sobre la frecuencia, pero se recomienda cambiar entre un 20% y un 25% del agua cada una o dos semanas. Esto también ayuda a reponer los oligoelementos necesarios para peces y plantas.
Es importante no cambiar la mitad o más del agua en un solo día, ya que esto puede alterar el ciclo del nitrógeno. Además, la temperatura del agua nueva debe ser igual a la del acuario para evitar enfermedades en los peces.
Alimentación
Alimentar a los animales y plantas es una tarea diaria. Se puede automatizar con alimentadores para peces e inyectores de dióxido de carbono para las plantas.
La comida para los animales puede ser fresca, congelada, deshidratada o viva. Lo más común son los copos y tabletas. Las tortugas suelen necesitar carne fresca. La comida viene en diferentes formas (granulados, escamas, polvo) para adaptarse a cada especie.
Es importante no sobrealimentar a los peces, ya que el exceso de comida puede ensuciar el agua, afectar su salud y estimular el crecimiento de algas. La ración debe adaptarse a los gustos y necesidades de cada animal.
Algunos alimentos vivos, como el "gusano tubifex", pueden contener parásitos o bacterias, por lo que es mejor criarlos uno mismo.
Las plantas son menos exigentes con la alimentación. Su fertilizante principal es el hierro orgánico, pero también pueden vivir del dióxido de carbono y los desechos de los animales.
Ciclos biológicos
Un acuario ideal intenta recrear un entorno ecológico equilibrado en un sistema cerrado. Sin embargo, es casi imposible lograr un equilibrio perfecto. Por ejemplo, la muerte de un solo pez en un acuario pequeño puede causar grandes cambios. Por eso, es importante vigilar y medir constantemente los principales ciclos biológicos.
Ciclo del nitrógeno
El ciclo del nitrógeno es fundamental en un acuario. Los peces, invertebrados, hongos y algunas bacterias producen desechos nitrogenados en forma de amoníaco. El amoníaco también se produce por la descomposición de plantas y otros restos. En altas concentraciones, el amoníaco es muy dañino para los peces.
En un acuario equilibrado, hay bacterias especiales (nitrificantes) que transforman el amoníaco en nitritos. Los nitritos también son tóxicos, pero otras bacterias los convierten en nitratos, que son menos tóxicos pero aún pueden ser dañinos si se acumulan. Este proceso se conoce como el ciclo del nitrógeno.
Las plantas acuáticas también ayudan a eliminar los desechos nitrogenados al usar el amoníaco y los nitratos para crecer. Sin embargo, cuando las hojas viejas se descomponen, el nitrógeno vuelve al agua.
Aunque se le llama ciclo del nitrógeno, es solo una parte de un ciclo más grande, ya que la comida también añade nitrógeno al sistema. En la práctica, los cambios de agua son la forma principal de eliminar los nitratos acumulados.
Los acuarios domésticos a menudo no tienen suficientes bacterias para procesar todos los desechos. Por eso, se usan filtros de carbón activo (que absorben los compuestos de nitrógeno) y filtros biológicos (que proporcionan un lugar para que crezcan las bacterias beneficiosas).
Otros ciclos de nutrientes
Además del nitrógeno, otros nutrientes circulan en el acuario. El oxígeno entra por la superficie del agua o con una bomba, y es vital para los animales. El dióxido de carbono es necesario para las plantas.
El ciclo del fosfato también es importante. Una concentración excesiva de fosfato favorece el crecimiento de algas. Aunque existen productos para corregir los niveles de fosfato, los cambios de agua son una solución muy efectiva.
Otros micronutrientes como el azufre y el hierro también circulan. Un buen control del ciclo del nitrógeno y una alimentación equilibrada suelen ser suficientes para mantener estos otros ciclos en equilibrio.
Acuarios públicos
Los acuarios públicos son grandes instalaciones donde la gente puede ver especies acuáticas que son muy difíciles de tener en casa, ya sea por su tamaño o por la complejidad de su cuidado. Aquí se pueden ver tiburones, delfines, ballenas y otros animales oceánicos.
La mayoría de los acuarios públicos tienen muchos tanques pequeños y uno o más tanques muy grandes, que pueden contener millones de litros de agua. También pueden albergar animales acuáticos y semiacuáticos como nutrias, pingüinos o cocodrilos.
Los acuarios públicos funcionan de manera similar a los zoológicos o museos. Ofrecen exposiciones temporales y permanentes para atraer visitantes. Algunos incluso tienen áreas donde el público puede tocar a los animales, como rayas.
Al igual que los zoológicos, los acuarios suelen tener investigadores que estudian el comportamiento y la biología de los animales. En los últimos años, han intentado criar especies de océano abierto, como medusas, lo cual es un desafío porque estas criaturas no están acostumbradas a las paredes de un tanque. La cría de tiburones blancos también ha sido muy difícil.
El primer acuario público se abrió en Londres en 1853. En Estados Unidos, se abrieron acuarios en Boston y Nueva York poco después. El primer gran acuario oceánico en Estados Unidos fue el Shedd Aquarium de Chicago en 1930, que transportaba agua del mar en trenes especiales.
En 1985, se construyó el primer acuario con un gran túnel acrílico transparente en Auckland, Nueva Zelanda.
Muchos acuarios públicos colaboran con instituciones de investigación oceanográfica o tienen sus propios proyectos de reproducción. A veces, se hacen famosos por actividades fuera de lo científico, como el Pulpo Paul, que predecía resultados de fútbol. Sin embargo, su principal misión es educar sobre el medio marino y la importancia de proteger las especies.
Mantener estas grandes instalaciones es costoso, por lo que muchos acuarios diversifican su oferta, celebrando eventos como bodas o banquetes en sus instalaciones.
El acuario en la cultura popular
Los acuarios aparecen en muchas películas, series de televisión, videojuegos y otras formas de cultura popular.
Por ejemplo, en la película "2010: Odisea dos", la casa del Dr. Heywood Floyd parece estar rodeada por un gran acuario. En "La espía que me amó", una parte del submarino del villano está dentro de un acuario. En la película "Jaws 3-D: El gran tiburón", se muestra un centro de control submarino y túneles que forman parte de un acuario público gigante.
La industria de los videojuegos también ha incluido acuarios. En varias versiones de "Los Sims", puedes decorar tu casa con diferentes tipos de acuarios. En "Zoo Tycoon", puedes construir tanques para varias especies, entrenar animales e incluso bucear con belugas o tortugas.
Consecuencias ambientales
Algunas malas prácticas en la acuariofilia han tenido consecuencias negativas para el medio ambiente:
- Exportación de peces: Mover peces de un lugar a otro fuera de su hábitat natural puede alterar los ecosistemas y reducir las poblaciones, ya que algunos peces no se reproducen bien en cautiverio.
- Especies invasoras: Cuando los peces que no son de una región se liberan en el medio ambiente, pueden convertirse en especies invasoras y dañar a las especies nativas.
- El pez Hypostomus plecostomus, por ejemplo, se ha convertido en una plaga en varios estados de México. Este pez consume los huevos de otras especies y afecta a la fauna y vegetación originales, perjudicando a los pescadores locales.
- Algunas especies, como el Chromobotia macracanthus, no se crían en cautiverio y son capturadas en su hábitat natural para ser vendidas. Muchos de estos peces mueren durante el transporte o al ser introducidos en el acuario.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Aquarium Facts for Kids