Operación Moonshot para niños
La Operación Moonshot fue un plan del gobierno del Reino Unido para hacer pruebas rápidas de COVID-19 a muchas personas en Inglaterra. El objetivo era que la gente pudiera reunirse en grandes eventos mientras se mantenía el control del virus. Según la revista British Medical Journal, el programa quería hacer 10 millones de pruebas al día para el año 2021.
Este programa generó algunas preocupaciones. Se estimaba que costaría unos 100.000 millones de libras, lo que era una gran parte del presupuesto anual del Servicio Nacional de Salud (NHS). Además, algunos expertos en estadísticas advirtieron que, como ninguna prueba es perfecta, hacer tantas pruebas podría generar cientos de miles de resultados que dijeran que una persona estaba contagiada cuando en realidad no lo estaba.
El 22 de octubre de 2020, se informó que la Operación Moonshot se había unido al programa de Pruebas y Rastreo del NHS. A partir de abril de 2021, el Reino Unido siguió usando mucho las pruebas rápidas, que se podían hacer en casa.
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¿Qué era la Operación Moonshot?
La idea principal de este programa era usar una nueva tecnología para las pruebas. En lugar de enviar las muestras a un laboratorio y esperar varios días, estas nuevas pruebas usarían saliva o hisopos y darían un resultado positivo o negativo en pocos minutos. Los medios de comunicación, como el Sheffield Telegraph, lo compararon con una prueba de embarazo por su rapidez.
Al tener estas pruebas rápidas, la gente no necesitaría ir a un centro de pruebas, lo que a veces implicaba viajes largos. En ese momento, la tecnología más usada para detectar el COVID-19 era la PCR, que sí requería análisis de laboratorio.
¿Cómo se organizó el programa?
La Operación Moonshot formaba parte de la respuesta del Departamento de Salud y Asistencia Social (DHSC) del Reino Unido frente al COVID-19. Al principio, era un programa separado, pero luego se integró en el programa nacional de Pruebas y Rastreo del NHS.
Dentro de la operación, se crearon varios equipos. Estos equipos trabajaron para desarrollar y probar diferentes tecnologías para detectar el COVID-19, que en ese momento eran nuevas y estaban en fase experimental.
Cada equipo tenía un líder experto y se enfocaba en una forma específica de prueba. Algunas de las tecnologías que investigaron incluían: LAMP directa, LAMPore, espectrometría de masas, LAMP de ARN, PCR en el punto de atención, y pruebas rápidas con o sin máquina.
Los planes para elegir y evaluar estas tecnologías fueron supervisados por grupos de expertos del gobierno del Reino Unido, con ayuda de organizaciones como Public Health England y el NHS.
La Universidad de Southampton y Oxford Nanopore fueron algunas de las instituciones que participaron en el desarrollo de estas nuevas pruebas. Por ejemplo, Oxford Nanopore trabajó en una tecnología llamada LAMPore, que prometía resultados en menos de una hora. El gobierno también invirtió en kits de pruebas de saliva de 20 minutos y máquinas especiales para procesarlas.
¿Cuándo se anunció y qué pasó después?
El Primer Ministro británico, Boris Johnson, anunció el proyecto el 9 de septiembre de 2020. Johnson explicó que las pruebas masivas permitirían que los lugares de deporte y entretenimiento volvieran a abrir y que la gente pudiera reunirse para las fiestas. Hasta ese momento, las pruebas se usaban para saber quién estaba contagiado. Pero Johnson propuso un "enfoque Moonshot": identificar a las personas que no tenían el virus para darles un "pase de libertad" y que pudieran asistir a eventos y reunirse con otros como antes de la pandemia.
Se planeó un programa piloto en Salford (Gran Mánchester) para octubre, con la idea de extenderlo a todo el país después. En ese momento, no estaba claro qué tipo de pruebas se usarían, pero se consideraban las pruebas rápidas de antígenos o la amplificación isotérmica.
Una semana antes del anuncio de Johnson, el Secretario de Estado de Sanidad, Matt Hancock, había dicho que el gobierno invertiría 500 millones de libras en el desarrollo de una prueba de saliva que daría resultados en 20 minutos. Estas pruebas se usarían en lugares de trabajo y ocio para revisar a las personas regularmente. El objetivo era hacer 10 millones de pruebas al día para 2021, lo que permitiría hacer pruebas a toda la población del Reino Unido cada semana.
Varias empresas privadas se unieron al programa para ayudar con el suministro de pruebas, la capacidad de laboratorio y la logística.
El 13 de octubre de 2020, el plan piloto de Salford se redujo. En lugar de hacer pruebas a todos los residentes, se enfocaría en "entornos y grupos de alto riesgo". El 19 de octubre de 2020, el gobierno anunció el inicio de pruebas piloto para el personal de hospitales en Manchester, Southampton y Basingstoke, y luego en escuelas, universidades y residencias de ancianos.
El 22 de octubre de 2020, se informó que la Operación Moonshot se había integrado en el programa NHS Test and Trace. Los planes de pruebas masivas anunciados preveían hacer pruebas semanales a hasta el 10% de la población de Inglaterra, usando millones de kits de saliva de 30 minutos.
El 5 de noviembre de 2020, el periódico The Guardian informó que las pruebas rápidas de saliva usadas en el piloto de Salford y Manchester solo detectaron el 46.7% de las infecciones. Esto significaba que más de la mitad de las personas contagiadas podrían haber recibido un resultado negativo por error. Sin embargo, un científico del DHSC aclaró que la sensibilidad técnica general de las pruebas era de casi el 80%, y más del 96% en personas con mayor cantidad de virus, lo cual era importante para detectar a quienes podían contagiar a otros.
Véase también
En inglés: Operation Moonshot Facts for Kids