Ojalatero para niños
Ojalatero era una palabra que usaban los carlistas durante la Primera Guerra Carlista. Se utilizaba para referirse de forma un poco despectiva a aquellos que apoyaban al Pretendiente al trono de España, pero que no participaban activamente en las batallas. Estas personas se quedaban en la retaguardia (la parte de atrás del ejército, lejos del combate) y criticaban a los militares que luchaban por la causa carlista.
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¿Qué era un Ojalatero?
Un "ojalatero" era alguien que, en lugar de luchar, se dedicaba a opinar sobre cómo deberían haberse hecho las cosas en el campo de batalla. Era como si dijeran: "¡Ojalá hubieran hecho esto o aquello!", sin haber estado allí para hacerlo ellos mismos. Esta expresión se hizo muy conocida entre los soldados carlistas.
El origen de la expresión
Se dice que la palabra "ojalatero" la usó por primera vez Carlos O'Donnell y Joris. Él era un oficial de caballería carlista, conocido por ser joven, valiente y con buen sentido del humor. Cuando regresaba de alguna misión que no había salido del todo bien, la gente en la retaguardia le decía cosas como: "¡Ojalá hubieran atacado por tal sitio!" o "¡Ojalá hubieran hecho tal movimiento!". O'Donnell se cansó de estas críticas y empezó a llamar "ojalateros" a quienes le hablaban así.
¿Quiénes eran llamados Ojalateros?
La expresión se volvió muy popular rápidamente. Los soldados la usaban para referirse a cualquier persona en edad de ir a la guerra que veían sin armas. También se aplicaba a los soldados enfermos o heridos que, aunque ya estaban bien para volver a sus unidades, tardaban en regresar.
Los "Ojalateros" de la Corte Carlista
Con el tiempo, después de un evento importante llamado la Proclama de Arciniega, los puestos de mando más importantes en el ejército y la política carlista dejaron de ser ocupados principalmente por personas de las regiones vascas y navarras. En su lugar, llegaron personas de otras partes de España, a quienes se les conocía como "castellanos". Eran seguidores del Pretendiente que habían tenido que dejar sus hogares por problemas políticos y se habían refugiado en el territorio vasco-navarro controlado por los carlistas.
Estas personas se hicieron cargo de los puestos administrativos en la "Corte" carlista. Formaron un grupo político al que, de forma divertida, se le llamó la "ojalatería". Con el tiempo, se les conoció como los verdaderos "ojalateros" en la historia de la Primera Guerra Carlista. Se les acusó de ser los responsables de los problemas que llevaron al final de la guerra.
La visión de Adolfo Loning
Adolfo Loning, un escritor de la época, describió a estos "ojalateros" de la corte de forma muy clara. Contó que ellos ocupaban los mejores alojamientos y recibían mucha comida. Además, pedían dinero constantemente a Don Carlos, el Pretendiente. Este dinero, que ellos recibían, debería haberse usado para pagar a los soldados. Loning llegó a decir que este grupo de personas causó más daño a la causa carlista que diez derrotas en el campo de batalla.