Metalenguaje para niños
Un metalenguaje es como un idioma especial que usamos para hablar sobre otro idioma. Imagina que tienes un juego de construcción y quieres explicar cómo se usan las piezas. El idioma que usas para explicar las reglas del juego sería el metalenguaje, y el juego en sí sería el "lenguaje objeto".
A veces, el metalenguaje y el lenguaje objeto pueden ser el mismo. Por ejemplo, cuando hablamos sobre las reglas del español usando el propio español. También puede ocurrir que un metalenguaje se convierta en el lenguaje objeto para otro metalenguaje aún más "grande", y así sucesivamente, como capas de una cebolla.
Los sistemas que describen cómo funciona la gramática de un idioma, como la gramática generativa, son ejemplos de metalenguajes. En general, cualquier conjunto de términos o forma de hablar que usamos para referirnos al propio lenguaje es un metalenguaje. Por ejemplo, un libro de gramática o una conversación sobre cómo se usa una palabra.
Contenido
¿Qué son las metavariables?
Las metavariables son símbolos o grupos de símbolos que pertenecen al metalenguaje y que representan partes o elementos del lenguaje objeto.
Por ejemplo, en la frase:
- Sean A y B dos oraciones del lenguaje de la lógica proposicional.
Aquí, las letras A y B son metavariables. Pertenecen al español (nuestro metalenguaje) y representan oraciones completas de otro lenguaje (el lenguaje de la lógica proposicional). Cuando usamos metavariables, si usamos la misma letra (como A), siempre se refiere a la misma cosa en ese contexto. Pero si usamos letras diferentes (A y B), no significa que tengan que ser cosas diferentes, solo que podrían serlo.
¿Por qué usamos metalenguajes?
Usamos los metalenguajes muy a menudo, a veces sin darnos cuenta. Si no prestamos atención, podemos cometer errores al interpretar lo que se dice.
En la gramática, existe una diferencia importante entre usar una palabra y mencionar una palabra.
Piensa en la palabra "bisílaba". Una palabra bisílaba es la que tiene dos sílabas. Pero la palabra 'bisílaba' en sí misma no tiene dos sílabas. En este ejemplo, cuando decimos "'bisílaba' no es bisílaba", la primera 'bisílaba' está siendo mencionada (hablamos de la palabra en sí), mientras que la segunda 'bisílaba' se usa para describir algo.
Cada lenguaje tiene algo a lo que se refiere. Ese es el "lenguaje objeto". Cualquier lenguaje que hable sobre otro lenguaje es un "metalenguaje". Y, como dijimos antes, un metalenguaje puede ser el lenguaje objeto de otro metalenguaje de un nivel superior.
Considera la frase: "Antonio dijo que ayer fue al cine". Esta frase nos dice lo que Antonio afirmó, pero no nos confirma si realmente fue al cine. Si no distinguimos entre "Antonio dijo" (el hecho de que habló, que es el metalenguaje) y "que ayer fue al cine" (lo que dijo, el lenguaje objeto), podemos confundirnos.
Los metalenguajes en la ciencia
En el mundo de la ciencia, esta distinción es muy importante.
Filósofos como Bertrand Russell y Alfred Tarski estudiaron mucho los niveles de lenguaje. Russell, por ejemplo, sugirió que cada lenguaje tiene una estructura de la que no se puede hablar usando ese mismo lenguaje. Pero sí puede haber otro lenguaje (un metalenguaje) que hable sobre la estructura del primero. Es como una escalera de lenguajes.
Tarski propuso la idea de metalenguaje para resolver algunas paradojas, como la famosa "paradoja del mentiroso". Esta paradoja surge cuando una frase intenta hablar sobre su propia verdad de una manera que crea una contradicción. Tarski explicó que para hablar sobre la verdad de un lenguaje sin caer en contradicciones, necesitamos usar un lenguaje diferente y más "poderoso": el metalenguaje.
Así se puede entender la paradoja del mentiroso: "Epiménides el cretense dice que todos los cretenses son mentirosos". Esta frase, tal como está, no puede ser verdadera ni falsa sin crear un problema. Pero si la vemos así: "Epiménides el cretense dice: 'Todos los cretenses son mentirosos'", distinguimos dos niveles. Epiménides está usando un lenguaje para hablar sobre otro.
Lenguajes formales y modelos
El estudio del metalenguaje es muy importante cuando hablamos de lenguajes formales, como los que se usan en lógica y matemáticas.
Cuando creamos un lenguaje formal con símbolos y reglas muy claras para construir expresiones, también podemos usar variables de un nivel superior (metavariables) para referirnos a ese lenguaje formal.
Por ejemplo, en matemáticas, usamos símbolos como 0, 1, 2, etc., que representan cantidades. En álgebra, usamos letras (variables o constantes) para representar esos números. Las reglas para sumar, restar, multiplicar, etc., están muy bien definidas.
Cuando en un sistema (como un cálculo matemático) se establece una "correspondencia" entre cada símbolo y elementos específicos de un "universo" (un conjunto de cosas), entonces decimos que ese universo es un modelo de ese sistema.
Crear modelos es una herramienta fundamental en la investigación científica. Sin embargo, las verdades que obtenemos de un modelo no siempre corresponden exactamente con la realidad. A veces, se confunden las verdades obtenidas de un modelo con la verdad de la realidad.
Las verdades que obtenemos de un modelo se refieren al lenguaje formal que usamos (que a menudo representa una teoría). Por lo tanto, esas verdades son un metalenguaje que habla sobre la teoría (sus consecuencias), no directamente sobre la realidad. La realidad solo se puede entender completamente a través de la experimentación.
No tener en cuenta esta diferencia a veces lleva a afirmar como verdades reales lo que son solo verdades obtenidas "según un modelo". Esto es algo que a veces se difunde en los medios como si fueran verdades científicas ya confirmadas, cuando en realidad no lo son.
Véase también
En inglés: Metalanguage Facts for Kids
- Metalógica
- Distinción entre uso y mención