Kevin Mitnick para niños
Datos para niños Kevin Mitnick |
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![]() Mitnick en 2010
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Información personal | ||
Nombre completo | Kevin David Mitnick | |
Otros nombres | Cóndor | |
Nacimiento | 6 de agosto de 1963 Van Nuys, Los Ángeles, California, Estados Unidos |
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Fallecimiento | 16 de julio de 2023 Las Vegas, Estados Unidos |
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Causa de muerte | Cáncer pancreático | |
Nacionalidad | estadounidense | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Informático | |
Seudónimo | Condor, Koolher Burn, Thomas Case, Anton Chernoff, Brian Merrill, Lee Nusbaum y David Stanfill | |
Obras notables | Freedom Downtime | |
Sitio web | ||
Kevin David Mitnick (nacido el 6 de agosto de 1963 y fallecido el 16 de julio de 2023) fue un informático estadounidense muy conocido. Se le consideraba uno de los crackers y phreakers más famosos de la historia. Su apodo era Cóndor, y él mismo se llamaba el «fantasma de los cables».
Un cracker es una persona que entra en sistemas informáticos sin permiso, a menudo para causar daño o robar información. Un phreaker es alguien que manipula sistemas telefónicos.
Kevin Mitnick fue arrestado por última vez el 15 de febrero de 1995. Se le acusó de entrar en algunos de los ordenadores más seguros de Estados Unidos. Antes de eso, ya había tenido problemas con la ley en 1981, 1983 y 1987 por diferentes actividades relacionadas con la informática.
Contenido
Kevin Mitnick: El Famoso Informático
¿Quién fue Kevin Mitnick?
Kevin Mitnick fue una figura destacada en el mundo de la seguridad informática. Después de sus experiencias con la ley, se dedicó a la consultoría. Esto significa que ofrecía consejos y soluciones a empresas sobre cómo proteger sus sistemas. Su enfoque principal era la ingeniería social.
¿Qué es la Ingeniería Social?
La ingeniería social es una técnica que usa la manipulación psicológica para engañar a las personas y conseguir que revelen información confidencial o realicen acciones que no deberían. Mitnick creía que, más allá de la tecnología, el factor más importante en la seguridad de las redes son las personas. Si los usuarios no entienden o no siguen las reglas de seguridad, los sistemas pueden ser vulnerables.
Según Mitnick, los ataques de ingeniería social suelen funcionar porque se basan en principios humanos básicos:
- Todos queremos ayudar a los demás.
- Solemos confiar en las personas al principio.
- Nos cuesta decir que no.
- Nos gusta que nos feliciten.
En una de sus charlas en 2005, Mitnick contó cómo logró obtener el código de un teléfono móvil nuevo, incluso antes de que saliera al mercado. Lo hizo con solo seis llamadas telefónicas y en pocos minutos, usando técnicas de ingeniería social.
En 2010, dio una conferencia en el Campus Party de Ciudad de México, compartiendo sus conocimientos sobre seguridad.
Su Historia como "Cracker"
La trayectoria de Kevin Mitnick como cracker comenzó cuando tenía 16 años. En ese momento, estaba muy interesado en las redes de ordenadores. Logró entrar en el sistema administrativo de su escuela, pero no para cambiar sus notas, sino "solo para mirar".
Su primer encuentro con la ley fue en 1981. Junto a dos amigos, entró físicamente en las oficinas de COSMOS, un sistema de base de datos de Pacific Bell, una compañía telefónica. Allí, obtuvieron claves de seguridad y manuales del sistema. La información que robaron tenía un valor de unos 200.000 dólares.
Fueron descubiertos por la novia de uno de sus amigos. Como Mitnick era menor de edad, un tribunal juvenil lo sentenció a tres meses de cárcel y un año de libertad condicional. Después de cumplir su tiempo, el oficial a cargo de su caso descubrió que el teléfono de Mitnick había sido desconectado sin dejar rastro en la compañía telefónica.
Sus objetivos se hicieron más grandes. En 1982, entró ilegalmente, usando un módem, en el ordenador del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD) en Colorado. Antes de entrar, modificó un programa para ocultar el origen de su llamada.
Un año después, fue arrestado de nuevo mientras estudiaba en la Universidad del Sur de California. Esta vez, entró en ARPAnet (una red que fue el origen de Internet) e intentó acceder a un ordenador del Pentágono. Fue sentenciado a seis meses en una prisión juvenil.
En 1987, intentó organizar su vida, pero volvió a tener problemas. Fue acusado de entrar en el sistema de la compañía Microcorp Systems. Lo sentenciaron a tres años de libertad condicional. Curiosamente, después de la sentencia, su expediente desapareció del ordenador de la policía local.
Más tarde, buscó trabajo en seguridad informática en el Security Pacific Bank. El banco lo rechazó por sus antecedentes. Mitnick entonces falsificó un informe del banco que mostraba grandes pérdidas y trató de enviarlo por la red.
Ese mismo año, comenzó un incidente que lo hizo muy conocido. Durante meses, observó en secreto los correos electrónicos de los equipos de seguridad de MCI Communications y Digital Equipment Corporation. Quería saber cómo protegían sus ordenadores y sistemas telefónicos. Después de reunir suficiente información, obtuvo 16 códigos de seguridad de MCI. Junto a un amigo, Lenny DiCicco, entraron en la red de investigación de Digital Equipment Corporation, llamada Easynet. Querían conseguir una copia del prototipo de un nuevo sistema operativo de seguridad llamado VMS.
El personal de seguridad de Digital se dio cuenta del ataque y avisó al FBI. Empezaron a rastrear a los crackers. Mitnick intentó culpar a DiCicco, haciendo llamadas anónimas a su jefe. DiCicco, enojado, confesó todo a su jefe, quien los denunció a Digital y al FBI.
Mitnick fue arrestado en 1988 por entrar en el sistema de Digital Equipment. La empresa los acusó de causar daños por cuatro millones de dólares. Fue declarado culpable de fraude informático y posesión ilegal de códigos de acceso telefónico.
Además de la sentencia, el fiscal consiguió una orden judicial que prohibía a Mitnick usar el teléfono en prisión. Argumentaron que podría acceder a ordenadores a través de cualquier teléfono. A petición de Mitnick, el juez le permitió llamar solo a su abogado, esposa, madre y abuela, y siempre bajo supervisión.
Este caso causó mucho revuelo en Estados Unidos. La defensa de Mitnick argumentó que él sufría una fuerte obsesión por las computadoras. Gracias a esto, Mitnick fue sentenciado a solo un año de prisión. Al salir, debía seguir un programa de seis meses para tratar su "obsesión por las computadoras". Durante este tiempo, se le prohibió tocar un ordenador o un módem.
Para 1991, Mitnick ya era muy famoso. Un reportero del New York Times, John Markoff, decidió escribir un libro sobre sus aventuras. Al parecer, a Mitnick no le gustó el libro. Después de su publicación, la cuenta de Internet de Markoff fue invadida, y cualquiera podía ver sus correos electrónicos.
En 1992, después de terminar su programa, Mitnick empezó a trabajar en una agencia de detectives. Pronto se descubrió un uso indebido de una base de datos, y el FBI lo investigó. Determinaron que había violado su libertad condicional. Allanaron su casa, pero él había desaparecido sin dejar rastro. Mitnick se había convertido en un cracker fugitivo.
También en 1992, el Departamento de Vehículos de California ofreció una recompensa de un millón de dólares por su arresto. Se le acusaba de intentar obtener una licencia de conducir de forma fraudulenta.
La Persecución y Captura
Como fugitivo, Mitnick cambió su estrategia. Decidió que la mejor manera de no ser rastreado era usar teléfonos móviles. Así podría cometer sus acciones sin estar atado a un lugar fijo. Para ello, necesitaba programas que le permitieran moverse fácilmente en la red telefónica.
Después de varios intentos, encontró el ordenador de Tsutomu Shimomura y lo invadió en la Navidad de 1994. Shimomura era un experto en seguridad informática y un "hacker bueno". Cuando encontraba fallos de seguridad, los reportaba a las autoridades.
Shimomura notó que alguien había entrado en su ordenador usando un método muy avanzado. El intruso había robado sus correos electrónicos, software para controlar teléfonos móviles y herramientas de seguridad. Fue entonces cuando comenzó la cuenta regresiva para Mitnick. Shimomura se propuso atrapar al cracker que había invadido su privacidad.
A finales de enero de 1995, el software de Shimomura fue encontrado en una cuenta de The Well, un proveedor de Internet en California. Mitnick había creado una cuenta falsa allí y usaba las herramientas de Shimomura para atacar a varias empresas, como Motorola, Apple y Qualcomm.
Shimomura se reunió con el gerente de The Well y un técnico de Sprint. Descubrieron que Mitnick había creado un número de móvil falso para acceder al sistema. Después de dos semanas de rastreo, determinaron que las llamadas venían de Raleigh (Carolina del Norte).
Cuando Shimomura llegó a Raleigh, recibió una llamada de un experto en seguridad de InterNex, otro proveedor de Internet. Mitnick había invadido de nuevo el sistema de InterNex, creando una cuenta nueva y cambiando claves de seguridad importantes.
Shimomura también tenía información sobre la invasión de Mitnick a Netcom, una red de noticias. Se comunicó con el FBI, que envió un equipo de rastreo por radio. Este equipo usaba un aparato especial para rastrear el teléfono de Mitnick, incluso si no estaba en uso. El objetivo era encontrar la señal, no a Mitnick, ya que sus fotos eran antiguas.
Durante la madrugada, localizaron la señal en un grupo de apartamentos, pero no pudieron saber exactamente en cuál. Mientras tanto, Mitnick seguía haciendo movimientos en los sistemas de InterNex, The Well y Netcom, cambiando claves y creando nuevas cuentas, como si sospechara que lo vigilaban.
El FBI, Shimomura y el equipo de Sprint se reunieron para planificar la captura. Shimomura envió un mensaje codificado al buscapersonas del encargado de Netcom para avisar que el arresto sería al día siguiente, 16 de febrero. Por error, Shimomura envió el mensaje varias veces. El encargado pensó que Mitnick ya había sido arrestado y borró la información de Mitnick como evidencia. Esto significaba que el arresto debía hacerse de inmediato, antes de que Mitnick se diera cuenta de que su información había sido borrada.
Minutos antes de dar la orden, el equipo de rastreo detectó una nueva señal de datos de otro teléfono móvil cerca de la zona de Mitnick. Algo extraño estaba haciendo Mitnick con las líneas móviles. Shimomura intentó advertir al agente del FBI, pero ya todo estaba en manos de ellos.
El FBI no planeaba una entrada violenta, pero tenía que actuar muy rápido. Se acercaron a la entrada del apartamento de Mitnick y anunciaron su presencia. Si no abrían en cinco segundos, entrarían por la fuerza. Mitnick abrió la puerta con calma, y el FBI lo arrestó, confiscando todo su equipo: discos, ordenador, teléfonos móviles y manuales.
De regreso a su hotel, Shimomura revisó el contestador de su casa en San Diego. Se sorprendió al escuchar la voz de Mitnick, quien le había dejado varios mensajes burlones con acento oriental. El último mensaje lo había recibido ocho horas después de que Mitnick fuera arrestado, y antes de que la prensa se enterara. Cómo se hizo esa llamada sigue siendo un misterio, al igual que el origen de la segunda señal de Mitnick.
Tsutomu Shimomura colaboró con el FBI para capturar a Kevin Mitnick, haciéndose pasar por un amigo en una "pelea informática".
Kevin Mitnick falleció el 16 de julio de 2023, después de una larga lucha contra el cáncer pancreático.
Después de la Prisión
El caso de Kevin Mitnick, especialmente su último encarcelamiento, fue muy popular en los medios de comunicación de Estados Unidos. Esto se debió a lo lento del proceso judicial y a las estrictas condiciones de su prisión. Estuvo aislado de otros presos y se le prohibió hacer llamadas telefónicas por un tiempo, debido a su supuesta peligrosidad.
Después de ser liberado en 2002, Kevin Mitnick se dedicó a dar consejos y consultoría en seguridad informática a través de su empresa, Mitnick Security, antes conocida como Defensive Thinking.
La vida de Kevin Mitnick, y en particular la persecución que llevó a su captura en 1995, ha inspirado muchos libros y obras de ficción. Entre ellos, destaca la novela Takedown, que cuenta su último arresto. De esta novela se hizo una película con el mismo título, Takedown, en el año 2000.
Otra novela es The Fugitive Game, escrita por Jonathan Littman. También narra los eventos de los años previos a su arresto, pero desde una perspectiva más personal.
Obras
- Mitnick, Kevin; Simon, William L. (2007). El arte de la intrusión.
- Mitnick, Kevin; Vamosi, Robert (2018). El arte de la invisibilidad.
Véase también
En inglés: Kevin Mitnick Facts for Kids
- Hacker (seguridad informática)
- Seguridad informática
- Internet en la ciencia ficción