Juan Niño de Távora para niños
Juan Niño de Távora fue un importante funcionario de España que vivió en el siglo XVII. Se le conoce principalmente por haber sido el gobernador de Filipinas desde el año 1626 hasta su fallecimiento en 1632.
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Biografía de Juan Niño de Távora
Juan Niño de Távora asumió su cargo como gobernador en 1626. Desde el principio, se dio cuenta de que Japón había prohibido la entrada de barcos españoles a sus puertos dos años antes. Esta decisión, tomada bajo la idea de que España conspiraba contra el gobierno japonés (el shogunato), parecía ser un acto de enemistad hacia España.
Relaciones con Japón y los Países Bajos
Távora sabía que el líder japonés, el shogun Tokugawa Hidetada, había estado en contacto con los holandeses. Los holandeses querían conquistar las tierras españolas en la isla de Luzón, en Filipinas, y el shogun no se había negado a la idea. A pesar de esto, Távora le prometió al rey Felipe IV que intentaría mejorar las relaciones comerciales con Japón.
Expedición a Formosa en 1627
En 1627, Távora organizó una flota de cuatro galeones, dos galeras y tres pataches. Su objetivo era fortalecer las posiciones españolas en Formosa (hoy Taiwán) y ayudar a expulsar a los holandeses de la isla.
La expedición tuvo problemas desde el inicio. El galeón principal, llamado Concepción, sufrió una fuga de agua y tuvo que quedarse atrás. Además, una fuerte tormenta al norte de Luzón obligó a toda la flota a regresar al puerto de Cavite. Allí, las galeras se hundieron debido al mal tiempo. Solo una de las embarcaciones más pequeñas, la Rosario, logró llevar provisiones a los españoles y filipinos que estaban en Formosa.
Eventos en Formosa en 1628
Al año siguiente, en 1628, Távora volvió a enviar la flota a Formosa. Cuando llegaron, descubrieron que los holandeses ya habían abandonado su fuerte en la isla.
Ese año hubo algunos enfrentamientos. El capitán Antonio de la Vera, junto con varios soldados españoles y filipinos, perdieron la vida debido a la traición de un líder local, al que lograron vencer en el proceso. El gobernador Távora decidió enviar 100 soldados para castigar a los que habían sido desleales. Sin embargo, estos huyeron al ver a los soldados, por lo que los españoles decidieron tomar sus aldeas y llevarse algunos prisioneros.
Cuando la flota regresó a Manila, llegaron noticias de que los holandeses habían atacado por sorpresa a cinco barcos portugueses (galeotas) que transportaban plata desde Manila a Macao. Távora ordenó que dos galeones, bajo el mando de Juan de Alcarazo, escoltaran a los portugueses a cambio de una suma de dinero. Sin embargo, el mal tiempo retrasó la salida de la flota española.
Cuando finalmente salieron, se encontraron con que los portugueses de Macao ya habían logrado derrotar a los holandeses por su cuenta. Esto causó enojo entre los portugueses, ya que habían pagado por una escolta que no necesitaron.
El ataque de Alcarazo y sus consecuencias
Mientras tanto, Alcarazo se encontró con tres barcos de Siam (hoy Tailandia) que iban a Cantón (China) con un tributo, acompañados por un barco mercante japonés. Como respuesta a un incidente anterior, Alcarazo atacó a estos barcos, tomó su carga y los quemó.
Este ataque causó más problemas para los portugueses. En Japón, los comerciantes de Nagasaki culparon a una flota portuguesa y confiscaron sus barcos. En Manila, se consideró que el ataque de Alcarazo no había sido correcto, y se devolvieron los prisioneros a Japón. Sin embargo, se le dijo al gobierno japonés que solo se devolvería el dinero del barco si Japón reabría el comercio con España, una oferta que no fue aceptada.
Ataque a Joló
El mismo año, Távora mandó construir un astillero (un lugar para construir y reparar barcos) en Camarines. Sin embargo, el sultán de Joló atacó por sorpresa y capturó el astillero.
El gobernador Távora envió entonces 200 soldados españoles y 1600 filipinos a Joló. Allí, tomaron las tierras alrededor del fuerte local y destruyeron aldeas y barcos. También profanaron tres tumbas reales por órdenes de Távora. Al ver que el fuerte del sultanato estaba muy bien defendido, y satisfechos con el castigo y lo que habían conseguido, regresaron a Filipinas. Una mujer española que había sido capturada en el astillero quedó atrás, ya que no lograron negociar su rescate.
Tensiones con Japón y la muerte de Távora
Las relaciones con Japón seguían siendo difíciles. En 1629, Távora envió a Alcarazo a tomar posiciones en Formosa por si los japoneses intentaban invadir Manila. Hubo algunos intentos de diplomacia, incluso después de que los japoneses confiscaran y quemaran un barco portugués en 1630.
El shogun Iemitsu envió a un líder japonés, Matsukura Shigemasa, a reunirse con Távora en Manila. La autoridad española fue muy cuidadosa, sabiendo que los japoneses habían estado construyendo muchos barcos y podrían estar planeando una guerra contra España. Távora incluso acusó a Matsukura de esto en su segunda reunión. Para disuadir cualquier ataque, Távora se aseguró de que los japoneses vieran las fuertes defensas de la isla. Sin embargo, la muerte de Matsukura ese mismo año impidió que cualquier plan avanzara.
Juan Niño de Távora falleció en Manila en 1632. Después de su muerte, la Audiencia (un tribunal y consejo de gobierno), con la que Távora había tenido problemas, tomó el mando hasta la llegada del siguiente gobernador, Juan Cerezo de Salamanca. Años después, hubo un plan de invasión de Manila por parte de Japón y los holandeses, pero una rebelión en Japón (la Rebelión de Shimabara) impidió que se llevara a cabo.
Véase también
En inglés: Juan Niño de Tabora Facts for Kids