Joseph Monier para niños
Datos para niños Joseph Monier |
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Información personal | ||
Nacimiento | 8 de noviembre de 1823 Saint-Quentin-la-Poterie (Francia) |
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Fallecimiento | 12 de marzo de 1906 París (Francia) |
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Nacionalidad | Francesa | |
Información profesional | ||
Ocupación | Ingeniero | |
Empleador | Marie-François-Emmanuel de Crussol | |
Joseph Monier (nacido el 8 de noviembre de 1823 en Saint-Quentin-la-Poterie y fallecido el 13 de marzo de 1906 en París) fue un jardinero e inventor francés. Es conocido por ser un pionero en el uso del hormigón reforzado, un material de construcción muy importante.
A Joseph Monier se le considera el inventor del hormigón armado. Presentó varias patentes para este material, siendo una de las más importantes la de 1867, sobre cajas de cemento reforzado con hierro para la jardinería.
Contenido
¿Cómo Joseph Monier inventó el hormigón armado?
Como jardinero, Joseph Monier no estaba contento con los materiales que se usaban para hacer macetas. Las macetas de barro se rompían fácilmente. La madera no resistía bien el clima y las raíces de las plantas la dañaban.
Monier empezó a hacer cubos y macetas de hormigón. Sin embargo, estos no eran lo suficientemente fuertes. Para hacerlos más resistentes, Monier probó a poner una malla de hierro dentro del molde de hormigón. Aunque otras personas ya habían experimentado con esto, Monier fue quien vio el gran potencial de esta técnica y la impulsó mucho.
Primeras patentes y usos del hormigón reforzado
Monier mostró sus inventos en la Exposición de París de 1867. Obtuvo su primera patente el 16 de julio de 1867. Esta patente era para tubos hechos de cemento reforzado con hierro, ideales para la jardinería.
Siguió experimentando y encontró más usos para este material:
- Tuberías de hormigón reforzadas con hierro (en 1868).
- Paneles de hormigón reforzado con hierro para construir fachadas (en 1869).
- Puentes hechos con hormigón reforzado con hierro (en 1873).
- Vigas de hormigón reforzadas con hierro (en 1878).
En 1875, Monier diseñó y construyó el primer puente de hormigón reforzado con hierro de la historia. Este puente se encuentra en los jardines del Castillo de Chazelet en Francia.
¿Por qué el hormigón y el acero son una buena combinación?
La idea de Monier era unir el hormigón y el acero para aprovechar lo mejor de cada material. El hormigón es fácil de moldear y de conseguir. Es muy resistente a la compresión (cuando se le aplica una fuerza que lo aplasta), pero no es bueno contra la tensión (cuando se le aplica una fuerza que lo estira o lo rompe).
El acero, por otro lado, se puede moldear en barras y es extremadamente fuerte. Sin embargo, es difícil y caro de trabajar en otras formas. Antes de Monier, se evitaba usar hormigón para vigas o paredes delgadas porque se sabía que se rompería fácilmente por la tensión. Pero si se refuerza una losa de hormigón con una red de varillas de acero en la parte de abajo, donde ocurren las mayores tensiones, su fuerza aumenta mucho.
La vida de Joseph Monier
Joseph Monier nació en Saint-Quentin-la-Poterie, un pueblo cerca de Uzès y Nîmes. Fue uno de diez hijos en una familia de jardineros que trabajaban para el duque de Uzès. Como todas las manos eran necesarias en el campo, Joseph no fue a la escuela de inmediato.
A los 17 años, ya era un jardinero muy hábil. El duque le ofreció un trabajo en su casa de París. Allí, Monier pudo ir a clases nocturnas y aprendió a leer y escribir. Con el tiempo, sus contactos aumentaron y esto fue clave para su carrera.
En 1846, dejó su puesto con el duque para trabajar en los Jardines de las Tullerías, cerca del Louvre. Monier se hizo cargo del invernadero. Buscaba una forma más duradera de guardar los naranjos, que se movían del exterior al invernadero en invierno. Empezó a hacer macetas con hormigón y las reforzó con una rejilla de varillas de hierro.
En esa época, se creía que el hierro dentro del hormigón se expandiría y contraería con el calor, rompiéndolo. Pero Monier pasó años experimentando y demostró que esto no ocurría.
Expansión de su negocio y desafíos
Monier se dio cuenta de que sus recipientes también podían usarse para recoger y guardar agua para los jardines. Siguió estudiando horticultura y diseño de jardines. En 1849, mientras seguía en las Tullerías, abrió un pequeño taller y empezó a hacer proyectos de paisajismo.
En julio de 1867, mostró sus ideas en la segunda Exposición Internacional de París. Ese mismo mes, solicitó su primera patente para los recipientes. Poco después, pidió patentes adicionales para tuberías y piscinas decorativas. Sus proyectos incluían un depósito de 20 metros cúbicos y un techo de terraza.
En 1869, su negocio ya tenía oficinas, talleres, invernaderos y establos. En septiembre de ese año, solicitó una patente para paneles que servían para revestir edificios y para hacer adoquines y baldosas.
En 1870, Monier sufrió un gran problema. Durante la guerra, París fue asediada. Ciudadanos hambrientos invadieron su propiedad y se llevaron todo lo que podían comer, incluyendo sus caballos. Su cuidador murió intentando detenerlos. En enero de 1871, los bombardeos destruyeron lo que quedaba. Monier y su familia pasaron un invierno muy duro. A pesar de la paz, la situación en París era difícil, pero Monier y sus trabajadores empezaron a reconstruir el negocio.
Cuando la vida volvió a la normalidad, su negocio creció mucho. La fama de Monier se extendió de boca en boca. Construyó muchos depósitos de agua en esa época. Algunos eran pequeños, pero otros eran muy grandes, como uno en Bougival (1872) con un techo abovedado de 130 metros cúbicos. También construyó dos depósitos de 1000 metros cúbicos cada uno en Bruyères à Sèvres.
Monier se preocupaba por saber si sus productos funcionaban bien. Por eso, consultaba a sus clientes después de unos años para obtener sus opiniones. Entre sus clientes estaban personas importantes como Alphonse de Rothschild. La mayoría de sus proyectos se concentraron en el oeste de París, donde vivía.
En 1873, Monier solicitó una adición a su patente para incluir puentes. En 1875, construyó su primer puente para el marqués de Tillière. Este puente de 14 metros cruza el foso del castillo. Las barandillas del puente imitaban la madera, una técnica decorativa llamada faux bois (madera falsa).
Alrededor de 1875, Monier construyó una escalera para sus oficinas y solicitó una patente para este tipo de construcción. Otra solicitud en 1878 cubrió las traviesas de ferrocarril de hormigón armado. Esta patente incluía una declaración clara de que el cemento protegía el hierro de la oxidación.
Dificultades personales y legado
A medida que las ciudades expandían sus redes de agua, la necesidad de tuberías creció, pero la de grandes depósitos disminuyó. Monier tuvo que buscar clientes fuera de las zonas urbanas. En 1886, obtuvo una patente para un sistema aplicable a la construcción de viviendas. Monier describió estas casas como resistentes a terremotos, hielo, humedad, calor y fuego.
Su segundo hijo, Paul, quiso trabajar en un proyecto en Niza. Lamentablemente, el 24 de noviembre de 1887, Paul murió al caer de un andamio. Como su hijo mayor, Pierre, se había distanciado de él, Joseph se quedó sin hijos que lo ayudaran en el negocio.
En junio de 1888, la empresa "J Monier constructeur" fue declarada en quiebra. Sin embargo, en 1890, Monier fundó una nueva empresa: "L'Entreprise générale de travaux en ciment J Monier". En 1891, solicitó otra patente para conductos de cables telefónicos y eléctricos.
Por esta época, Monier construyó su último proyecto conocido: un depósito de agua para un Hogar de Ancianos en Clamart. Este depósito, de 10 metros de alto y 8 de diámetro, todavía existe en 2010.
Después de esto, Joseph Monier se retiró parcialmente. Su hijo Pierre, a pesar de la distancia con su padre, también se dedicó al negocio del hormigón armado. Pierre falleció antes de 1900, sin reconciliarse con su padre.
Cuando se jubiló, Monier tuvo problemas económicos. Varias empresas extranjeras que se habían beneficiado de sus patentes pidieron al presidente de Francia que le concediera una pensión, llamándolo el "antiguo maestro" del hormigón armado. Se organizó una colecta para ayudarlo. Joseph Monier falleció el 13 de marzo de 1906.
La influencia de Monier en el mundo
Las ideas de Monier se extendieron por muchos países. En la década de 1890, se obtuvieron patentes en Australia a nombre de Gustav Adolf Wayss, un ingeniero alemán que compró las patentes de Monier en 1885. Wayss realizó más experimentos y fundó varias empresas de construcción que usaban el hormigón reforzado.
El nombre de Joseph Monier se mantuvo vivo en empresas como Monier Pipe Company en Melbourne, Australia. El ingeniero (Sir) John Monash trabajó en esta empresa. En el estado de Victoria, se construyeron unos 20 puentes de arco usando el sistema Monier.
Monier obtuvo patentes en muchos países de Europa y otros lugares. A menudo, las patentes se registraban a nombre de un agente local. Las patentes solían ser válidas por 15 años, pero había que pagar un costo anual para mantenerlas. Monier decidió vender sus derechos fuera de Francia a empresarios e ingenieros locales por un pago único.
El nombre de Monier se hizo muy conocido gracias al trabajo de Gustav Adolf Wayss. Wayss obtuvo el control de las patentes de Monier en Alemania y Austria. Promovió la técnica como "Das System Monier" o "Monierbau". La investigación sobre la ciencia y las matemáticas de las estructuras de hormigón reforzado avanzó rápidamente a finales del siglo XIX. Los principales colaboradores que trabajaron bajo la marca Monierbau fueron Matthias Koenen y Emil Mörsch. Al principio, se centraron en puentes de arco, y luego extendieron el uso a edificios.
Véase también
En inglés: Joseph Monier Facts for Kids