José Gutiérrez de la Vega López para niños
José Gutiérrez de la Vega López (Sevilla, 1815-Badajoz, 1867) fue un pintor español. Se especializó en cuadros que mostraban escenas de la vida diaria y las costumbres de la gente, un estilo conocido como costumbrista. Sus obras pertenecen al estilo del Romanticismo tardío.
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¿Quién fue José Gutiérrez de la Vega López?
Sabemos poco sobre la vida de este pintor. Fue el mayor de cinco hermanos y también fue alumno de su padre, José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra (1791-1865), quien también era un pintor famoso. Su madre se llamaba Josefa López.
En 1830, su padre decidió mudarse con la familia a Madrid. Querían encontrar más oportunidades en el mundo del arte, ya que en Sevilla no había muchas en ese momento. Se establecieron en Madrid al año siguiente.
Su formación artística
José Gutiérrez de la Vega López estudió arte en Madrid, en lugares importantes como el Liceo Artístico y Literario y el Instituto de España. En Madrid, fue reconocido por su gran habilidad con la técnica de la acuarela (pintura con agua). Sus obras eran muy populares y muchos coleccionistas querían comprarlas.
En 1857, se mudó a la ciudad de Badajoz para enseñar arte en el Instituto de Enseñanza Secundaria. Consiguió un puesto fijo en 1864 y trabajó allí hasta su fallecimiento en 1867. Murió solo dos años después que su padre.
El hecho de que varios de sus hermanos también fueran pintores, y que su padre fuera muy famoso, hizo que la obra de José Gutiérrez de la Vega López fuera menos conocida.
¿Qué obras pintó?
Solo se conocen tres obras de este artista. También hay documentos que muestran que participó en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes entre 1840 y 1860. Sabemos de una obra costumbrista llamada Asunto Caballeresco (1844), un Retrato (1847) y otro Retrato (1856). Algunos expertos creen que este último retrato podría ser de su padre.
Dos escenas costumbristas
Una profesora de Historia del Arte, Magdalena Illán Martín, ha estudiado a este pintor y le atribuye dos cuadros grandes. Estas obras pertenecen a un coleccionista privado en Sevilla y están firmadas y fechadas en 1865. En ambas pinturas, se ven grupos de personas representando escenas populares, con un fondo sencillo.
- En la primera obra, hay dos "majos" (hombres vestidos con el traje típico sevillano) que intentan conquistar a una joven vendedora. Ella está pesando panes en una balanza. Al fondo, un hombre mayor observa la escena, algo común en las pinturas costumbristas de amor. Debajo de la balanza, se puede ver un periódico de Madrid de 1864.
- La segunda escena costumbrista muestra a una joven, posiblemente de una familia importante, con un mantón de Manila. A la izquierda, hay tres hombres: uno que intenta conquistar a la joven, un amigo de este, y otro personaje popular que mira al espectador y le guiña un ojo. A la derecha, hay otra figura femenina, que podría ser la madre de la joven, observando lo que sucede.
Aunque no hay fotos a color de estas obras, los estudios de la profesora Illán Martín indican que son pinturas de gran calidad. Muestran mucho detalle en la ropa de los personajes. La profesora Illán cree que estas pinturas tienen una fuerte influencia de Murillo, un pintor muy importante para los artistas sevillanos del siglo XIX, incluyendo al padre de José Gutiérrez de la Vega López.
Retrato del General Azlor de Aragón
En 2012, la profesora Illán dio a conocer una tercera obra de José Gutiérrez de la Vega López. Es el Retrato del General Azlor de Aragón, un cuadro al óleo sobre lienzo de 1860. Pertenece a una colección privada en Badajoz. En un lado de la obra, se puede ver el lugar y la fecha en que se hizo, y la firma del autor como "José Gutiérrez de la Vega, hijo".
El cuadro muestra al General Azlor de Aragón de medio cuerpo, vestido con su uniforme militar de gala. La profesora Illán afirma que esta obra tiene una calidad técnica superior a las dos escenas costumbristas. Al ser un retrato, el pintor se esforzó mucho en capturar los rasgos del general, dándole un aspecto muy natural que no se veía tanto en los rostros de las otras obras.
La profesora Illán también destaca el esfuerzo del artista por mostrar la personalidad del retratado y el gran detalle y cuidado que puso en la vestimenta militar. Como era un retrato por encargo, el artista prestó más atención al dibujo y usó pinceladas más "controladas y precisas" en el rostro y las manos. Sin embargo, en la ropa y los objetos, usó pinceladas más "largas y con más pintura".