robot de la enciclopedia para niños

Iglesia de Santa María la Real (Sangüesa) para niños

Enciclopedia para niños

La Iglesia de Santa María la Real se encuentra en Sangüesa, una localidad en Navarra, España. Es un templo católico que muestra una mezcla de estilos arquitectónicos, principalmente románico y gótico. Su impresionante portada es una de sus características más destacadas. Fue reconocida como Monumento Nacional en el año 1889.

Esta iglesia fue entregada en el año 1131 por el rey Alfonso I el Batallador a la Orden de San Juan de Jerusalén. Es una iglesia románica de tamaño pequeño, con tres naves. Su torre, de forma octogonal, es de estilo gótico y fue construida entre los siglos XII y XIV.

Sangüesa está a unos 45 kilómetros al sureste de Pamplona. Es una ciudad con mucha historia medieval, que fue la capital de antiguas regiones del Reino de Navarra. Se ubica a orillas del río Aragón, que ha sido muy importante para su desarrollo y su historia.

El crecimiento de Sangüesa se debe en gran parte a un puente que cruza el río Aragón. Gracias a este puente, la ciudad se convirtió en un lugar de paso muy importante y en un punto estratégico. De hecho, Sangüesa es la entrada al Reino de Navarra para los peregrinos que siguen el Camino de Santiago desde Aragón.

Historia de la Iglesia de Santa María la Real

Los primeros asentamientos de Sangüesa no estaban donde la ciudad se encuentra hoy, sino en un lugar más elevado llamado Rocaforte, a unos tres kilómetros al norte. Allí había una fortaleza que protegía el reino de Pamplona.

Alrededor del año 1090, el rey Sancho Ramírez dio algunos beneficios a "Sangüesa la Vieja" para que más gente viviera allí. Años después, su hijo, Alfonso I el Batallador, continuó esta labor en 1122. Él permitió que nuevos habitantes se establecieran en la orilla izquierda del río Aragón, donde su padre tenía un palacio cerca del puente.

Este nuevo lugar, más plano y fácil de abastecer, hizo que Sangüesa creciera rápidamente. Se convirtió en una de las ciudades más grandes y prósperas del Reino, también gracias al Camino de Santiago. En este contexto, en 1131, el rey Alfonso I donó la iglesia de Santa María la Real, que estaba junto al puente, a la Orden de San Juan de Jerusalén. Esta decisión ayudó a que se crearan muchos lugares de ayuda para los peregrinos en la nueva Sangüesa.

Después de un tiempo de gran desarrollo, tras la muerte de Alfonso I en 1134, Sangüesa se convirtió en una zona importante en la frontera con Aragón. El nuevo rey de Navarra, García Ramírez, no solo detuvo el crecimiento de la ciudad, sino que también la rodeó de murallas para protegerla.

Cuando la paz regresó a finales del siglo XII y durante todo el siglo XIII, Sangüesa siguió creciendo hacia las zonas fértiles del sur. En este periodo, y gracias a su buen momento económico, las antiguas iglesias románicas, como la de Santa María la Real, fueron ampliadas o renovadas.

Desde 1889, la Iglesia de Santa María la Real es un Monumento Nacional. Es una de las construcciones románicas más importantes y fotografiadas de Navarra. Su valor radica en que se ha conservado muy bien a lo largo del tiempo y en que es un punto de referencia para todos los visitantes de Sangüesa.

La Leyenda de la Virgen de Rocamador

La leyenda del Caballero Roque Amador y la devoción a la Virgen de Rocamador en esta iglesia están muy unidas. Esta historia ha pasado de generación en generación y es una parte importante de la identidad de Sangüesa.

La leyenda cuenta las hazañas heroicas de Roque Amador y su gran devoción a la Virgen María. Se dice que este caballero fue clave para que la imagen de la Virgen llegara a Sangüesa.

Detalles Artísticos de la Iglesia

Se considera que esta iglesia tiene un estilo que recuerda al cisterciense, pero adaptado por la Orden de San Juan. Aunque es bastante sencilla en su diseño general, tiene una rica decoración llena de símbolos. La portada que vemos hoy es una reconstrucción. Se cree que originalmente había dos portadas, una dedicada a la Virgen María y otra a un momento de evaluación final, pero por alguna razón se unieron en una sola obra, dando como resultado su aspecto actual.

Se piensa que un artista llamado Leodegario, de origen francés, tuvo una gran influencia en la construcción del pórtico, especialmente en las partes de alta calidad y detalle. También participaron artesanos locales, lo que explica la mezcla de estilos. Esta unión de diferentes maestros y artistas, que quizás trabajaron en distintos momentos sin conocerse, es la razón de la apariencia variada que se observa hoy.

En los capiteles de las ventanas, aunque están dañados, se pueden ver figuras de grifos, leones y una unión de músicos y bailarines. Los capiteles del interior fueron reutilizados de la iglesia original de Alfonso el Batallador y muestran escenas como el nacimiento de Jesús o la huida a Egipto.

La Portada Principal

La parte exterior de la iglesia tiene muros de piedra lisos. Destacan la cabecera (la parte del altar), la gran portada y el cimborrio (la torre sobre el crucero) con una aguja gótica. Los tres ábsides (partes semicirculares al final de las naves) tienen la misma forma por fuera que por dentro. El central es más grande y tiene tres niveles.

En la parte superior del pórtico, hay dos filas de arcos con catorce figuras, doce de ellas representando a los apóstoles y las otras dos a ángeles. Todas estas figuras son rígidas, pero cada una tiene detalles que las hacen únicas. Arriba de todo, se ve la figura de un Pantocrátor (Cristo en Majestad) rodeado de símbolos de los evangelistas.

Las arquivoltas (los arcos que rodean la entrada) tienen cinco arcos decorados con formas geométricas. En ellos se representan 84 figuras, incluyendo acróbatas, magos y seres imaginarios.

El Tímpano

El tímpano, la parte semicircular sobre la puerta, muestra una escena de un momento de evaluación final. Cristo está sentado en su trono, bendiciendo con su mano derecha. A su izquierda, se ven figuras que parecen arrepentidas por sus acciones equivocadas. A la derecha, se encuentran figuras con una postura tranquila y vestidas con ropas elegantes. Esta es una representación única en España de este tema en el estilo románico-gótico del siglo XII en el Camino de Santiago.

El dintel, la viga horizontal debajo del tímpano, muestra una serie de arcos donde se enmarcan las figuras de los doce apóstoles. En el centro, la Virgen María está sentada en un trono, coronada y sosteniendo al Niño Jesús.

Las jambas, los lados de la puerta, tenían originalmente cinco columnas a cada lado, pero solo quedan tres pares. Una de las figuras más cercanas al lado oriental de los arcos parece estar afligida. Se cree que esta figura fue añadida después.

Al lado, hay otra figura de un hombre mayor con barba, vestido con una prenda ajustada. Cerca de él, otra figura con barba más corta sostiene lo que podría ser un libro. Se piensa que estas dos últimas figuras son San Pedro y San Pablo. Las figuras femeninas del lado izquierdo incluyen a Santa María Magdalena, reconocible por una inscripción, y la Virgen María, que destaca por su gran detalle. La última figura, más cerca de la entrada, podría ser Santa Salomé.

Quiénes lo Construyeron

Se cree que un escultor conocido como San Juan de la Peña, por su trabajo en otra iglesia, realizó el apostolado superior, la parte superior del pórtico y algunos capiteles. Su estilo era sencillo, con líneas claras y dando importancia a la expresión en la mirada y las manos.

Exterior de la Iglesia

El pórtico cubre toda la altura de la pared sur. Es el lugar donde se concentra toda la escultura de la iglesia. A ambos lados de la entrada, hay tres figuras bajo capiteles. Sobre estas figuras, comienzan los cinco arcos de las arquivoltas. Una cornisa estrecha cierra esta parte del pórtico por encima de los arcos.

Entre esta portada y el tejado, hay dos filas de arcos que contienen un segundo grupo de apóstoles con los símbolos de los evangelistas en el centro. El estilo de estas esculturas es más uniforme que el de las del tímpano.

Interior de la Iglesia

Archivo:Iglesia de Santa Maria la Real de Sanguesa
Exterior de la iglesia de Santa María la Real.

La iglesia tiene una planta con tres naves que terminan en ábsides semicirculares. Sobre el crucero (la parte donde se cruzan las naves) se eleva una torre octogonal con almenas y una cúpula puntiaguda. En el lado sur, se abre el pórtico. En el interior, se conservan 333 esculturas individuales originales, incluyendo capiteles ilustrados.

La iglesia ha pasado por varias restauraciones. Entre 1925 y 1930, se trabajó en la cabecera y los cimborrios, se quitaron construcciones añadidas y se restauraron elementos. Entre 1950 y 1952, se reforzaron los muros y las bóvedas.

La planta de la iglesia es un poco irregular. El ábside central es el doble de profundo y ancho que los dos laterales. El crucero y la nave central son casi cuadrados, y sobre el crucero se alza el gran cimborrio octogonal.

El interior de la iglesia da una sensación de solidez y penumbra, que se interrumpe por la luz que entra desde el cimborrio central. En el centro, destacan cuatro grandes pilares con columnas adosadas que sostienen las bóvedas.

La nave central es más alta (13,8 metros) que las laterales (11,2 metros). La iluminación viene principalmente del cimborrio, lo que crea un espacio interior con zonas oscuras y contrastes de luz.

Los capiteles (la parte superior de las columnas) tienen motivos vegetales y escenas históricas. La cubierta del presbiterio (la zona del altar) tiene dos tipos de bóvedas. Las bases de las columnas están decoradas con esferas.

El ábside central alberga el retablo mayor, que está sobre la imagen de Nuestra Señora de Rocamador. Este retablo es de estilo plateresco (1550-1570) y fue hecho por Jorge de Flandes. La devoción a esta Virgen tiene sus orígenes en la pequeña localidad francesa de Rocamadour. El culto a esta Virgen se extendió mucho debido a su fama entre los peregrinos de la época y llegó a Sangüesa hace mucho tiempo.

Se cree que los antiguos reyes de Navarra, que tenían influencia en algunas regiones francesas, pudieron haber traído la devoción por Rocamador a Navarra. También la influencia de los peregrinos franceses del Camino de Santiago fue importante.

Cuando la devoción a la Virgen se hizo más fuerte en el siglo XII, se creó una hermandad que impulsó este culto. A lo largo de los siglos, los habitantes de Sangüesa han mostrado su cariño por esta imagen. Una de las fiestas más importantes era el 15 de agosto, cuando, después de encender una gran hoguera frente a la iglesia, al día siguiente la imagen de la Virgen salía en una procesión solemne.

Nuestra Señora de Rocamador es una imagen de la Virgen sentada en un trono sin respaldo, con el Niño Jesús sentado de frente en su pierna izquierda. La Virgen lleva una túnica y un manto, y su cabeza está cubierta por un velo y una corona. En su mano derecha sostiene un lirio, símbolo de pureza, y con la izquierda sostiene al Niño. El Niño Jesús también lleva una túnica y un manto, y en su mano derecha sostiene el mundo, mientras que con la izquierda señala un libro abierto.

Esta imagen es un ejemplo de un tipo de representación de la Virgen muy común en la segunda mitad del siglo XIII. Fue hecha en talleres locales y fue tan famosa que su estilo fue imitado en otras imágenes de pueblos cercanos a Sangüesa.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Church of Santa María la Real, Sangüesa Facts for Kids

  • Nuestra Señora de Rocamador
kids search engine
Iglesia de Santa María la Real (Sangüesa) para Niños. Enciclopedia Kiddle.