Historia de Sri Lanka para niños
La historia de Sri Lanka es muy antigua, mezclando relatos legendarios con hechos reales. Se sabe que la isla ha estado habitada desde hace mucho tiempo, alrededor del año 10000 a. C.
Alrededor del siglo V a. C., surgió una civilización avanzada en Sri Lanka. Esta civilización se apoyaba en un gran sistema de riego que les permitía cultivar y prosperar. Duró hasta el año 1200 d. C., cuando, por razones que no se conocen del todo, su poder disminuyó. Entonces, la gente se movió hacia el norte, a la península de Jaffna, y también a las costas del sur y las zonas montañosas.
Se cree que la ciudad actual de Galle fue un puerto muy antiguo llamado Tharsis. Desde allí, el rey Salomón, según la Biblia, enviaba a buscar marfil y pavos reales. También, en un poema épico llamado el Rāmāiaṇa, se narra cómo el rey Rāma y sus seguidores conquistaron parte de la isla, asediando y tomando la capital del rey Rāwaṇa.
Contenido
Los primeros reinos de Sri Lanka
Los primeros datos confiables sobre la historia de Sri Lanka provienen de textos antiguos como el Mahavansha, que significa "el gran linaje". Este texto cuenta que en el mismo año en que murió Buda Sakiamuni (543 a. C.), un príncipe del norte de la India llamado Widjeya (o Viyaia, que significa "el victorioso"), llegó a la isla. Con 700 hombres, venció a los habitantes originales, llamados yakkas.
Así comenzó una importante etapa en la historia de Sri Lanka, que se extiende desde el 459 a. C. hasta 1758 d. C. Los sucesores de Viyeia fueron tomando control de toda la isla poco a poco, haciendo que los habitantes originales se refugiaran en las zonas más difíciles de alcanzar.
La isla de Ceilán (antiguo nombre de Sri Lanka) se dividió en tres regiones principales:
- La del norte, llamada Pihitti o Raja Ratta (el país de los reyes, porque allí estaba la capital).
- La del centro, o Mayor Ratta.
- La del sur, o Ruhuna Ratta.
Esta primera dinastía tuvo 54 gobernantes. El último de ellos fue Mahasena, quien falleció en el año 302 d. C. Durante este tiempo, la capital de Ceilán cambió varias veces hasta que se estableció de forma definitiva en la ciudad de Anuradhapura, durante el reinado de Uttiya (el octavo rey, en el 267 a. C.).
Después de esta dinastía, llegó la de los Sulawansa, que tuvo 110 reyes. Este fue un período de declive para Ceilán, con muchas guerras internas y cambios de poder. La capital se movió de nuevo hasta establecerse en Kandy en 1685. En el año 307 a. C., el budismo llegó a la isla, lo cual fue un evento muy importante. También hubo incursiones de los tamiles desde el sur de la India, que fueron rechazadas varias veces. Algunos reyes destacados por sus batallas o por impulsar el progreso del país fueron Dutugemunu (200 a. C.), Gojabahu (100 a. C.) y Prakramabahu (1150). Durante gran parte de este tiempo, el comercio estuvo en manos de los árabes.
La llegada de los europeos
En 1505, una flota portuguesa llegó por primera vez a las costas de Ceilán. Estaba al mando de Lourenço de Almeida y venía de Goa. Almeida encontró la isla dividida en siete reinos. En 1517, los portugueses regresaron y, al año siguiente, obtuvieron permiso del rey de Kotta para fundar una colonia cerca de Colombo.
Esta colonia se fue fortificando, y los cingaleses, junto con los moros, la atacaron, pero sin éxito. La dominación portuguesa duró 140 años. Su forma de gobernar les ganó el rechazo de los habitantes locales, especialmente de los moros. Por eso, recibieron bien a una expedición holandesa liderada por el almirante Joris de Spielberg, que desembarcó en Batticaloa en 1602 y buscó la amistad del rey de Kandy.
Los neerlandeses (holandeses) fundaron una colonia en Kottiar en 1609, pero los portugueses los expulsaron. Sin embargo, entre 1638 y 1639, otra expedición de los Países Bajos destruyó los fuertes portugueses del este. En 1644, Negombo cayó en poder de los neerlandeses. En 1656, la fortaleza portuguesa de Colombo también fue tomada, y finalmente, en 1658, los portugueses fueron expulsados por completo de su último refugio en Jaffna.
La era británica
Los holandeses se enfocaron principalmente en el comercio. Pero los británicos también querían la isla. En 1763, enviaron una embajada desde Madrás al rey de Kandy, pero no lograron nada.
En 1782, sir Héctor Monroe tomó la ciudad holandesa de Trinkomali, que fue recuperada por los franceses poco después y devuelta a los Países Bajos. En 1795, otra expedición británica, llamada por un rey indígena y bajo el mando de Stewart, llegó de Madrás y ocupó Trinkomali de nuevo, y más tarde Jaffna, Kalpitaya, Nigamuva y finalmente Colombo en 1796.
En 1798, Ceilán se convirtió en una colonia separada, siendo la primera en recibir este estatus del gobierno británico. En 1802, la dominación británica en Ceilán quedó asegurada por la paz de Amiéns, y la isla fue anexada a la presidencia de Madrás. En 1815, los británicos destronaron al rey Vikrama Raja Singha, quien era odiado por el pueblo debido a su crueldad. Hubo varias rebeliones en 1817, 1820, 1834, 1843 y 1848, que fueron duramente reprimidas. La más importante fue la última, impulsada por los budistas, que no estaban de acuerdo con el gobierno de Lord Torrington.
El siglo XX y la independencia
En 1909, se intentó una reforma política para adaptar el gobierno a las condiciones del país, eligiendo a un representante local. Esta elección generó cierta inquietud, que aumentó con el inicio de la Primera Guerra Mundial. En 1915, hubo conflictos entre musulmanes y budistas, y varias huelgas, lo que llevó a graves desórdenes y a la declaración de la ley marcial.
Durante el gobierno de sir William Manning (1918-1925), se hicieron reformas en las leyes, permitiendo que los habitantes locales tuvieran más participación en el gobierno. En las décadas de 1920 y 1930, se amplió el derecho al voto, y en 1931, Sri Lanka se convirtió en la primera región de Asia en dar a las mujeres el derecho a votar.
Sri Lanka obtuvo su independencia el 4 de febrero de 1948, después de que los británicos se retiraran del sur de Asia. El primer gobierno independiente de Sri Lanka estuvo dominado por personas de habla inglesa, que habían prosperado bajo el dominio británico y gobernaron a través del Partido Nacional Unido (UNP).
En 1956, el Partido de la Libertad de Sri Lanka (SLFP), fundado por Solomon W. R. D. Bandaranaike, ganó las elecciones. La primera ley que aprobaron fue hacer del cingalés el idioma oficial. El objetivo era reducir la influencia británica, pero esto molestó a la población de lengua tamil. Los tamiles representaban el 24% de la población en el momento de la independencia, y el primer gobierno del UNP se había negado a darles la ciudadanía a los tamiles de la India. La ley del idioma aumentó la frustración de todos los tamiles.
Conflicto interno
El partido político más antiguo de Ceilán era el Lanka Sama Samaja Party (LSSP), fundado en 1935. Otros grupos políticos surgieron y se dividieron con el tiempo.
En 1965, se fundó el Janatha Vimukthi Peramuna (JVC), un grupo que buscaba un cambio radical. Sus miembros, con pocas armas, comenzaron a atacar comisarías de policía en la noche del 5 al 6 de abril de 1971. Varios distritos y dos ciudades grandes quedaron bajo el control del JVC. El ejército tardó unos días en recuperar estas posiciones y poner fin a la rebelión.
Mientras los partidos principales (UNP y SLFP) competían por los votos, el descontento de la población tamil crecía. A partir de un fuerte conflicto contra los tamiles en 1983, los ataques contra el gobierno se hicieron más intensos, lo que llevó a un conflicto armado.
Entre 1987 y 1990, tropas de la India fueron invitadas a la isla para ayudar a cumplir un acuerdo de paz entre los gobiernos de la India y Sri Lanka. Este acuerdo restableció el tamil y el inglés como idiomas oficiales y prometió más autonomía a las zonas tamiles.
Después de que las fuerzas indias se fueran de la isla en marzo de 1990, el movimiento separatista Tigres de la Liberación de Tamil se enfrentó con las Fuerzas Armadas de Sri Lanka en el norte y el este de la isla, causando miles de muertes. La presencia militar india también provocó el resurgimiento de otro grupo, el Frente Popular de Liberación Singalesa. Entre 1987 y 1990, se estima que murieron entre 25.000 y 50.000 civiles. El presidente Premadasa fue asesinado el 1 de mayo de 1993 y lo sucedió Dingiri Banda Wijetunga.
En las elecciones presidenciales de noviembre de 1994, ganó Chandrika Kumaratunga, quien había sido primera ministra en agosto. Ella nombró a su madre, Sirimavo Bandaranaike, como primera ministra y comenzó un diálogo con los rebeldes tamiles, pero no tuvo éxito. Los rebeldes rechazaron el control que se les ofrecía sobre una de las nuevas regiones administrativas. En 1995 y 1996, los enfrentamientos entre el gobierno y los militantes tamiles continuaron.
En 1997, el gobierno propuso una nueva constitución que daba cierta autonomía a las minorías, pero los líderes separatistas tamiles la rechazaron. Ese año y el siguiente, los tamiles estuvieron involucrados en varios ataques en Colombo y Kandy. Al mismo tiempo, las fuerzas del gobierno intentaban tomar objetivos controlados por los rebeldes en el norte del país.
El siglo XXI y la búsqueda de la paz
La presidenta Kumaratunga, quien había resultado herida en un ataque, fue reelegida en diciembre de 1999. Prometió seguir la campaña militar contra los rebeldes, mientras intentaba atraer a los tamiles moderados con un plan de mayor autonomía para sus áreas. Para entonces, se estimaba que unas 60.000 personas habían muerto en el conflicto, que ya duraba diecisiete años y consumía el 30% del presupuesto nacional.
En el año 2000, mientras Kumaratunga luchaba contra los rebeldes, intentó sin éxito conseguir el apoyo del Parlamento para una nueva constitución. En diciembre de 2001, el Partido Nacional Unido ganó las elecciones, y su líder, Ranil Wickramasinghe, fue nombrado primer ministro. En febrero de 2002, el nuevo gobierno y los rebeldes firmaron un cese del fuego permanente.
Observadores de países escandinavos llegaron en marzo para supervisar el desarme de grupos armados, y la ONU prometió ayuda para recuperar la producción agrícola en la región norteña, que había sido devastada por la guerra. El líder de los Tigres de Tamil, Velupillai Prabhakaran, regresó a Sri Lanka en abril, después de tres años de autoexilio. Declaró que los rebeldes detendrían los ataques y exigió al gobierno que levantara la prohibición contra su organización, lo cual el gobierno de Sri Lanka hizo oficialmente el 4 de septiembre de 2002.
A pesar de varias negociaciones exitosas con el gobierno a finales de 2002 y principios de 2003, en abril de ese año, los Tigres anunciaron que suspendían su participación en las negociaciones debido a la falta de progreso real. Argumentaron que las condiciones de vida de cientos de miles de personas desplazadas no habían mejorado y que las fuerzas del gobierno debían retirarse de las áreas tamiles del norte y del este para que la gente pudiera regresar a sus hogares.
En noviembre de 2003, los Tigres publicaron un plan detallado para establecer una administración autónoma temporal en el noreste de Sri Lanka, dominada por tamiles. Dijeron estar dispuestos a reiniciar las negociaciones, pero se negaron a desarmarse hasta que se lograra un acuerdo final. Ese mismo mes, aprovechando la ausencia del primer ministro Wickramasinghe, la presidenta Kumaratunga suspendió el Parlamento y despidió a varios ministros, argumentando que las concesiones del gobierno a los rebeldes ponían en riesgo la seguridad nacional. Exigió la formación de un gabinete de unidad nacional, algo que el primer ministro se negó a hacer. A mediados de noviembre, las negociaciones con los Tigres se pospusieron indefinidamente.
La violencia entre las fuerzas del gobierno y las de los Tigres siguió dominando la vida política interna, a pesar de los intentos de mediación de Noruega durante 2004. En octubre de ese año, hubo una división en los grupos tamiles con la formación de un nuevo partido. La visita del canciller noruego Jan Petersen a Colombo en noviembre no logró destrabar las negociaciones, ya que la presidenta Kumaratunga defendía un Sri Lanka unido, mientras que los Tigres afirmaban el derecho a la autodeterminación para la población tamil.
Después de Indonesia, Sri Lanka fue el país con más víctimas mortales por el maremoto (tsunami) que ocurrió el 26 de diciembre de 2004. El terremoto, de escala 9.0 de Richter, tuvo su epicentro en el océano Índico, y provocó olas de más de diez metros de altura. La zona más afectada fue la costa oriental. El resultado fue devastador, con más de 30.000 muertos, cientos de miles de personas desplazadas y pérdidas económicas millonarias.
Los enfrentamientos entre el gobierno y los grupos nacionalistas tamiles disminuyeron mucho después del tsunami. Finalmente, en junio de 2005, se anunció un cese del fuego y un acuerdo entre el gobierno y los separatistas tamiles para compartir los casi 3.000 millones de dólares donados por varios organismos extranjeros para reconstruir el país. En protesta por el acuerdo, un partido nacionalista se retiró de la coalición de gobierno.
Estos avances hacia la paz se desmoronaron en agosto con el asesinato del canciller Lakshman Kadirgamar, quien criticaba las negociaciones con los Tigres. Después de esto, la presidenta Kumaratunga declaró el estado de emergencia. En las elecciones de noviembre, Kumaratunga fue derrotada por Mahinda Rajapakse, un candidato de línea más dura. En agosto de 2006, la Cruz Roja evacuó a 150 extranjeros de la región de Jaffna tras enfrentamientos entre los grupos tamiles y el gobierno desde julio.
El responsable humanitario de la ONU, John Holmes, inició reuniones el 26 de abril de 2009 con el gobierno de Sri Lanka sobre la situación de los civiles atrapados en el noreste de la isla. Aproximadamente 100.000 civiles habían escapado, pero la ONU creía que 50.000 seguían atrapados. Ante la crisis humanitaria y los llamados de EE. UU., Europa y la ONU, los Tigres para la Liberación del Eelam Tamil anunciaron un alto al fuego unilateral, seguido por el anuncio del gobierno de haber cesado las operaciones de combate. La ONU estima que probablemente más de 6.500 civiles murieron y 14.000 resultaron heridos desde enero, cuando las fuerzas armadas lanzaron su gran ofensiva "final" en el noreste de la isla. Sin embargo, los cancilleres de Francia y Gran Bretaña admitieron el fracaso de su gestión para convencer al gobierno de suspender su ofensiva con el grupo guerrillero para facilitar una misión humanitaria; el gobierno argumenta que eso permitiría a los rebeldes reagruparse.
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Véase también
En inglés: History of Sri Lanka Facts for Kids