Fuente Santa para niños
La Fuente Santa fue un manantial de aguas calientes naturales, ubicado en el sur de la isla de La Palma. Se decía que estas aguas tenían propiedades especiales para la salud, y eran muy valoradas tanto por los primeros habitantes de la isla como por los exploradores europeos que llegaron después.
Contenido
¿Qué fue la Fuente Santa y dónde estaba?
La Fuente Santa era un manantial de aguas termales que se encontraba en la costa del municipio de Fuencaliente. De hecho, el nombre de este pueblo, "Fuencaliente", viene de esta misma fuente. Estaba cerca de la actual Playa de Echentive. Se decía que sus aguas ayudaban a mejorar algunas afecciones de la piel.
En el año 1677, la erupción del volcán de Fuencaliente cubrió la Fuente Santa con su lava, haciendo que desapareciera.
¿Cómo se usaba la Fuente Santa en el pasado?
Antes de la erupción, la Fuente Santa era un lugar muy importante. El agua brotaba al pie de un acantilado de 150 metros, formando dos charcas naturales que la gente llamaba de San Lorenzo y de San Blas. Se cree que los nombres de estas charcas nos dan una pista sobre los tratamientos que se hacían allí.
Durante los siglos XVI y XVII, muchas personas importantes y curiosas visitaron la fuente. Entre ellos estaban:
- Don Pedro de Mendoza y Luján, quien fundó la ciudad de Buenos Aires.
- Don Alvar Núñez Cabeza de Vaca, explorador de algunas zonas de Sudamérica.
- Fray Gaspar de Frutuoso, un geógrafo portugués.
- Leonardo Torriani, un ingeniero de la corte del rey Felipe II.
- Fray Juan de Abreu Galindo, un historiador que describió la fuente.
En el siglo XVII, la fama de la Fuente Santa creció mucho. Venían personas de toda Europa y América buscando alivio para diversas dolencias, como el reumatismo o problemas de la piel. El agua incluso se transportaba en barriles a lugares lejanos como Cuba y Amberes, donde se vendía en pequeños envases.
La riqueza que generaba esta fuente hizo que La Palma fuera una de las islas más prósperas de Canarias. El puerto de Santa Cruz de La Palma era muy visitado, y toda la zona sur de la isla se conoció como Fuencaliente. La necesidad de atender a los visitantes y enfermos incluso llevó a la fundación de un pueblo llamado Las Indias. Con el tiempo, las mejoras que se lograban con el agua de la fuente eran tan sorprendentes que la gente empezó a llamarla "Fuente Santa", creyendo que era un lugar milagroso.
La erupción que sepultó la Fuente Santa
El 13 de noviembre de 1677, la tierra tembló y comenzó una erupción volcánica. La gente de La Palma estaba muy preocupada por el peligro de que la lava cubriera el famoso manantial. Después de varios días, el 23 de noviembre, un río de lava se dirigió directamente hacia el lugar donde nacía la Fuente Santa.
No se pudo hacer nada. Toneladas de piedras y lava cayeron, sepultando las charcas y enterrando la fuente ante los ojos de los habitantes de La Palma y los enfermos. Donde antes había un acantilado y una playa, ahora había una gran rampa de escombros y lava que cubría la fuente bajo 70 metros de material volcánico. El mar retrocedió unos 400 metros. La pérdida de la Fuente Santa fue un golpe muy duro para la isla.
¿Qué pasó después de la erupción?
La desaparición de la Fuente Santa significó la pérdida de la principal fuente de riqueza de la isla. Al principio, hubo mucha discusión entre quienes querían intentar recuperarla y quienes pensaban que debía dejarse así, creyendo que era la voluntad de Dios. La situación fue tan tensa que tuvo que intervenir una autoridad de la época, Don Juan Pinto de Guisla, quien hizo un informe sobre lo sucedido.
La búsqueda de la Fuente Santa
Durante más de 300 años, la gente de La Palma buscó la Fuente Santa sin descanso. Hubo muchos intentos, pero la mayoría no sabía el lugar exacto donde estaba enterrado el manantial. El objetivo era perforar un pozo que atravesara los 70 metros de material volcánico y llegara a las antiguas charcas.
Había dos grandes desafíos:
- Ubicación: Era muy difícil saber el punto exacto donde perforar el pozo, ya que debía estar justo encima de las charcas.
- Técnica: Excavar un pozo de tres metros de diámetro en un terreno tan suelto y poco estable era muy complicado. Las paredes se derrumbaban, haciendo que el pozo se ensanchara y fuera peligroso.
Para intentar ubicar la fuente, se usaban cuatro frases clave que se habían transmitido de generación en generación:
- El agua brotaba tan cerca del mar que la marea alta la cubría.
- Salía tan caliente que cocinaba los mariscos al instante.
- El agua surgía al pie de un acantilado alto de color grisáceo.
- El agua brotaba en un material tan blando que se podía perforar fácilmente con una lanza.
Además, se hablaba de una gran cruz de piedra o una excavación alargada que, según la tradición, marcaba el lugar donde estaba la fuente.
Muchos expertos, como sacerdotes, geólogos e ingenieros, intentaron encontrar la Fuente Santa a lo largo de los años. Entre ellos, destaca Luciano Hernández Armas, un maestro local que dedicó 75 años de su vida a buscar la fuente y a traer a científicos para ayudar en la tarea. A pesar de todos los esfuerzos, nunca se logró perforar más allá de diez o doce metros debido a la inestabilidad del terreno.
El descubrimiento de la Fuente Santa en el siglo XXI
La búsqueda de la Fuente Santa marcó la vida de los habitantes de La Palma durante 328 años. Finalmente, en 2005, un equipo de ingenieros del Gobierno de Canarias, liderado por Carlos Soler Liceras, logró encontrarla y desenterrarla.
Lo lograron perforando un túnel especial de 200 metros de largo, reforzado con estructuras de metal y piedras. Este túnel, construido al nivel del mar, les permitió llegar al pie del acantilado donde antes estaban las charcas de San Lorenzo y San Blas, y donde fluía el agua del manantial.
El éxito del equipo de Carlos Soler se debió a varias razones:
- Cambio de estrategia: Aprendieron de los intentos fallidos anteriores y decidieron construir una galería (un túnel horizontal) en lugar de un pozo vertical, lo cual era más seguro y permitía cambiar de dirección para buscar el punto exacto del manantial.
- Uso de varias ciencias:
* Historia: Investigaron documentos antiguos para saber qué buscar y qué errores evitar. * Geología: Estudiaron el tipo de rocas para distinguir entre el material que cubrió la fuente y el acantilado original. * Ingeniería: Diseñaron una estructura flexible y resistente para el túnel que soportara el terreno inestable. * Química: Analizaron la composición química del agua que encontraban bajo tierra, como los bicarbonatos, para seguir el rastro de la Fuente Santa.
Una vez encontrada, el agua de la Fuente Santa fue analizada. Se descubrió que era un tipo de agua muy especial, llamada "clorurada sódica carbogaseosa", considerada muy valiosa para balnearios. Solo hay otras dos fuentes con esta composición en Europa.
Hoy en día, se considera que las aguas de la Fuente Santa son únicas en España y de las mejores de Europa por su alto contenido de sales, su temperatura y su dióxido de carbono.