Ermita de San Pelayo y San Isidoro para niños
Datos para niños Ermita de San Pelayoy San Isidoro |
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Localidad | Madrid | |
Dirección | El Retiro | |
Coordenadas | 40°25′14″N 3°40′49″O / 40.420562, -3.680415 | |
Fundación | siglo XII | |
Año de inscripción | 21 de mayo de 2014 | |
La ermita de San Pelayo y San Isidoro fue un antiguo templo de estilo románico que se construyó en la ciudad de Ávila, en España, durante la Edad Media. Originalmente, estaba fuera de las murallas de la ciudad. Hoy en día, solo quedan sus ruinas, que se encuentran en el Parque del Retiro en Madrid.
Contenido
Historia de la Ermita de San Pelayo y San Isidoro
La ermita fue dedicada por primera vez a un niño mártir llamado Pelayo. Un documento del año 1250 menciona que la ermita no pagaba impuestos. También existe una inscripción de 1270 que habla de su consagración. Algunos historiadores creen que esta inscripción podría referirse a una segunda consagración, cuando la ermita cambió su nombre para incluir a San Isidoro.
Durante muchos años, no se encontraron más documentos sobre la ermita hasta el siglo XIX. Fue entonces cuando se descubrió un libro de la Cofradía de San Isidro en la sacristía de la iglesia de San Nicolás de Ávila.
Además, se han encontrado documentos en archivos de Ávila y Madrid que explican cómo la ermita fue trasladada a Madrid después de un proceso llamado Desamortización.
¿Cómo se trasladó la ermita a Madrid?
En el siglo XIX, la ermita pertenecía a una asociación de agricultores. Se cree que en ese momento su nombre cambió para honrar a San Isidro. Hacia 1854, el edificio estaba muy dañado, y el Ayuntamiento de Ávila ordenó que fuera demolido. La asociación ofreció el templo al Ayuntamiento, pero no lo aceptaron.
Pasaron algunos años sin que se hiciera nada. Finalmente, en 1876, el Estado aplicó una ley de desamortización, lo que llevó a la demolición de la ermita en 1877. Los restos de la demolición se vendieron a particulares. Un vecino de Ávila compró la mayoría de las piedras grandes, llamadas sillares.
Emiliano Rotondo Nicolau, un ingeniero y empresario de Madrid con interés en la arqueología, compró el resto de las piedras y elementos arquitectónicos. Después de intentar venderlos sin éxito al Ayuntamiento de San Sebastián, Rotondo Nicolau logró vender las ruinas a la Real Academia de la Historia en 1893. La idea era que la ermita se reconstruyera en los jardines del Museo Arqueológico.
Sin embargo, este proyecto no se llevó a cabo de inmediato. En 1896, Antonio Cánovas del Castillo, un importante político de la época, se interesó por el monumento. El museo cedió las ruinas al Ayuntamiento de Madrid. El 9 de marzo, el Ayuntamiento de Madrid ordenó su traslado al Parque del Retiro. El arquitecto Ricardo Velázquez Bosco supervisó este trabajo.
La ermita se ubicó en un lugar agradable del Retiro, cerca de la Montaña Artificial, rodeada de árboles. Aunque podría haber sido un hermoso conjunto de ruinas, el edificio fue olvidado y abandonado de nuevo. A principios del siglo XXI, el Ayuntamiento de Madrid decidió limpiar el lugar y recuperar las piedras, capiteles y otras piezas que estaban esparcidas por el área.
Características de la Ermita
La ermita se construyó con grandes bloques de piedra caliza bien cortados, llamados sillares. Tenía una sola nave (la parte principal de la iglesia) con un techo de madera. La parte de la cabecera, que es la zona del altar, era semicircular y tenía un techo en forma de media cúpula. La parte recta de la cabecera tenía un techo en forma de medio cilindro.
Los dibujos antiguos de artistas como Van den Wyngaerde y Francisco Aznar y García muestran que la forma de la cabecera y sus decoraciones son muy parecidas a las de otras iglesias románicas de Ávila, como San Vicente, San Pedro y San Andrés. Esto sugiere que la ermita se construyó a mediados del siglo XII.
La nave principal tenía dos puertas: una al sur y otra al oeste. De una de ellas quedan restos donde se pueden ver tres arcos semicirculares, llamados arquivoltas. Estos arcos se apoyaban en piezas decoradas con rosas de cuatro pétalos. Los capiteles (la parte superior de las columnas) estaban decorados con figuras de animales y plantas, como hojas de acanto.
En la parte semicircular de la cabecera, había tres ventanas de medio punto. Hoy solo quedan dos, y se puede ver que eran muy estrechas por dentro. Las ventanas también tenían arcos que se apoyaban en capiteles decorados con hojas y pájaros. Estas decoraciones son similares a las de la iglesia de San Andrés de Ávila.
Según los dibujos que se conservan, la parte recta de la cabecera tenía arcos ciegos (arcos que no son ventanas ni puertas) con capiteles decorados con plantas, leones y aves. El estudio de estas decoraciones sugiere que fueron hechas por los mismos talleres que trabajaron en las iglesias de San Pedro y San Vicente en Ávila.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Ermita de San Pelayo y San Isidoro Facts for Kids
- Arquitectura románica en España
- Arte románico en Castilla y León