Deglución para niños

La deglución es el proceso asombroso por el cual los alimentos y la saliva viajan desde tu boca hasta tu estómago. Lo más importante es que esto ocurre sin que nada se meta en tus vías respiratorias, ¡lo cual es genial! Este proceso comienza cuando tú decides tragar, pero luego se vuelve automático gracias a una señal que se activa en la parte de atrás de tu lengua.
Cuando comes, los alimentos primero se mastican con los dientes, se mezclan con la lengua y se humedecen con la saliva. La saliva contiene una enzima llamada amilasa que empieza a descomponer los alimentos. Así, la comida se convierte en una masa suave y pastosa que llamamos bolo alimenticio. Una vez que el bolo está listo, la lengua lo empuja hacia atrás para que entre en la faringe (la parte de atrás de la garganta). Desde allí, el bolo sigue su camino hasta el esófago. Para tragar, muchos músculos trabajan juntos de forma coordinada, activados por señales de nervios importantes como el trigémino, el glosofaríngeo y el vago.
Tragar es algo que los seres humanos hacemos de forma natural desde que nacemos. Es un mecanismo complejo donde trabajan en equipo diferentes partes de tu cuerpo, como el sistema digestivo, el sistema respiratorio y el sistema nervioso.
¿Cómo funciona la deglución?
La deglución se divide en varias etapas, algunas que controlas y otras que ocurren sin que te des cuenta.
La fase voluntaria: el inicio del viaje
Esta fase ocurre cuando los alimentos ya están listos para ser tragados. En este momento, tu lengua presiona el bolo alimenticio contra el paladar (el techo de tu boca) y lo empuja hacia la faringe. Es decir, tú decides iniciar el acto de tragar la comida que ya has masticado y la impulsas hacia la garganta. Después de esta fase, el resto del proceso ocurre de forma automática.
Fase oral: preparando el bolo
Esta es la primera parte de la deglución y es completamente consciente y voluntaria. Incluye masticar los alimentos y formar el bolo alimenticio. Para esto, tu lengua es clave, ya que ayuda a mover la comida. En esta fase participan tu cerebro, nervios importantes (como el trigémino, facial e hipogloso), tus músculos de la boca y la lengua, y la articulación de tu mandíbula.
Esta fase puede verse afectada si una persona no está completamente alerta, si tiene dificultades para coordinar los movimientos de la boca y la lengua, o si sus músculos no funcionan bien.
Oral preparatoria: la masticación
Aquí es donde preparas la comida. La muerdes y la masticas para que se convierta en una masa suave y uniforme. Esto facilita mucho el proceso de tragar. Esta parte termina cuando tu mandíbula se cierra y tus dientes se juntan.
Oral propulsiva: empujando el bolo
En esta etapa, tu lengua realiza movimientos ondulantes y de empuje. Estos movimientos ayudan a que el bolo alimenticio se mueva desde la parte de atrás de la lengua hasta la entrada de la faringe.
La fase involuntaria: el viaje automático
Una vez que el bolo llega a la faringe, el resto del proceso es automático. Son una serie de movimientos que impulsan el bolo alimenticio primero por la garganta, luego por el esófago y finalmente hacia el estómago para continuar con la digestión.
En la boca, la saliva ya ha comenzado una digestión básica con enzimas, principalmente la amilasa salival, que empieza a descomponer el almidón. Después de que la lengua forma el bolo alimenticio y lo empuja hacia atrás, la parte delantera de la lengua se eleva hacia el paladar. Esto hace que el bolo se dirija hacia la faringe.
Fase faríngea: protegiendo las vías respiratorias
Esta fase comienza cuando el bolo alimenticio pasa de la base de la lengua a la parte trasera de la faringe. En este momento, ocurren varias cosas importantes:
- El velo del paladar (la parte blanda del techo de tu boca) se eleva para cerrar el paso a las fosas nasales, evitando que la comida se vaya por la nariz.
- La boca se cierra.
- Las cuerdas vocales se contraen y cierran la glotis, que es la entrada a la laringe.
- Los músculos de la faringe se contraen y mueven el bolo.
- La epiglotis (una pequeña tapa de cartílago) cubre la laringe para que el alimento no entre en el tracto respiratorio (pulmones).
- El esfínter esofágico superior (una especie de válvula al inicio del esófago) se relaja para permitir que el bolo entre al esófago.
Esta fase está controlada por una parte de tu cerebro llamada médula oblonga. Las señales nerviosas que activan estos reflejos vienen directamente de allí y van a los músculos de la faringe a través del nervio vago.
Fase esofágica: el camino hacia el estómago
Esta fase empieza cuando el esfínter esofágico superior se relaja por menos de un segundo, justo cuando llega la onda de contracción de la faringe. Luego, una onda de contracción muscular, llamada peristaltismo primario, empuja el bolo a lo largo del esófago. Esta onda se mueve a diferentes velocidades, pero su objetivo es llevar el alimento hacia abajo. El sistema nervioso entérico, que es como un "segundo cerebro" en tu intestino, es el encargado de esta respuesta peristáltica.
El tiempo que tarda el alimento en llegar al estómago depende de si es líquido o sólido. Los líquidos tardan unos tres segundos, mientras que los sólidos pueden tardar unos ocho segundos. La gravedad también ayuda. A veces, si el esófago se estira, pueden aparecer ondas peristálticas secundarias para ayudar a mover el bolo.
Al mismo tiempo que el esfínter esofágico superior se relaja, el esfínter esofágico inferior (la válvula al final del esófago, cerca del estómago) también se relaja. Esto permite que el bolo entre al estómago. Una vez que el bolo ha pasado, este esfínter se cierra fuertemente para evitar que los jugos del estómago regresen al esófago.
Problemas al tragar
Cuando una persona tiene dificultades para tragar, se le llama disfagia. La disfagia puede causar varios síntomas, como masticar por mucho tiempo, que la saliva se salga sin querer, dolor al tragar, que la comida regrese o toser mientras se come.
Estos problemas pueden ser diagnosticados por médicos usando estudios como la endoscopia gastrointestinal. A veces, la disfagia también puede dificultar la administración de medicamentos por vía oral a los pacientes.
Deglución atípica: cuando la lengua no está en su lugar
La deglución atípica ocurre cuando, al tragar, los dientes de arriba y de abajo no se tocan. Además, la lengua no se coloca en el paladar, sino entre los dientes. Cuando esto sucede, el bolo alimenticio no se forma correctamente. Esto puede llevar a que la persona mueva la cabeza hacia atrás para ayudar a que el bolo pase a la faringe.
¿Por qué ocurre la deglución atípica?
A menudo, la deglución atípica está relacionada con problemas en el desarrollo de las estructuras de la boca y la cara. También puede deberse a malos hábitos que afectan la salud bucal. Por ejemplo, usar el biberón o el chupete por mucho tiempo (más allá de los 18 meses) puede contribuir a este problema en la infancia.
También hay causas físicas, como el desarrollo anormal de los huesos de la mandíbula, lo que puede causar problemas de mordida. Otras razones incluyen la pérdida temprana de dientes de leche, dificultad para mover la lengua (si está muy pegada), una lengua con movimiento limitado debido a un frenillo lingual corto, o una lengua más grande de lo normal. La debilidad de los músculos que participan en la masticación también puede ser una causa.
Consecuencias de la deglución atípica
La deglución atípica puede llevar a:
- Problemas de mordida, como la mordida abierta (cuando los dientes de arriba y abajo no se juntan).
- Dientes que sobresalen o espacios entre los dientes.
- Dificultades al hablar.
- Riesgo de atragantamiento.
Véase también
En inglés: Swallowing Facts for Kids
- Disfagia
- Masticación