Cuarteto para el fin de los tiempos para niños
El Cuarteto para el fin del tiempo (Quatuor pour la fin du temps) es una obra musical creada por el compositor Olivier Messiaen. Esta pieza de música de cámara fue escrita durante la Segunda Guerra Mundial, mientras Messiaen estaba en un campo de detención en Görlitz, Alemania. Se estrenó el 15 de enero de 1941. Está compuesta para cuatro instrumentos: clarinete en Si bemol, violín, chelo y piano. Una interpretación completa de la obra dura aproximadamente 50 minutos.
Contenido
- ¿Qué inspiró el Cuarteto para el fin del tiempo?
- Estructura de la obra
- Movimiento I: Liturgie de cristal
- Movimiento II: Vocalise, pour l’Ange qui annonce la fin du Temps
- Movimiento III: Abîme des oiseaux
- Movimiento IV: Intermède
- Movimiento V: Louange à l’Éternité de Jésus
- Movimiento VI: Danse de la fureur, pour les sept trompettes
- Movimiento VII: Fouillis d’arcs-en-ciel, pour l’Ange qui annonce la fin du Temps
- Movimiento VIII: Louange à l'Immortalité de Jésus
- Obras inspiradas en el Cuarteto
¿Qué inspiró el Cuarteto para el fin del tiempo?
Messiaen explicó en el prefacio de la partitura que la inspiración para esta obra vino de un texto del Libro del Apocalipsis (Ap 10:1-2, 5-7). Este pasaje describe a un ángel poderoso que desciende del cielo, con un arcoíris sobre su cabeza y su rostro como el sol. El ángel pone un pie en el mar y otro en la tierra, y jura que "no habrá más tiempo", anunciando que el misterio de Dios se cumplirá.
Estructura de la obra
La obra se divide en ocho partes, llamadas movimientos. Estos movimientos muestran muy bien las ideas principales que Messiaen usó en toda su música. Dos de sus grandes intereses eran su profunda fe católica y su fascinación por el canto de los pájaros, que usaba como sonidos en sus composiciones.
Movimiento I: Liturgie de cristal
El primer movimiento se llama "Liturgia de cristal" y lo tocan los cuatro instrumentos. Messiaen lo describió como el despertar de los pájaros entre las tres y las cuatro de la mañana. Un mirlo o un ruiseñor improvisa una melodía, rodeado de sonidos brillantes y trinos que parecen venir de lo alto de los árboles. El compositor transformó esta imagen en una idea religiosa: el silencio armonioso del Cielo.
Este movimiento comienza con el clarinete imitando el canto de un mirlo y el violín imitando el canto de un ruiseñor. El chelo y el piano marcan el ritmo. El chelo repite una melodía de cinco notas, mientras que el piano usa un patrón rítmico de 17 notas con 29 acordes, creando una sensación de algo eterno.
Movimiento II: Vocalise, pour l’Ange qui annonce la fin du Temps
El segundo movimiento, "Vocalización, para el ángel que anuncia el fin del tiempo", también es para todo el cuarteto. Las partes inicial y final de este movimiento son cortas y representan el poder del ángel. Este ángel tiene un arcoíris sobre su cabeza, está cubierto por una nube y pone un pie en el mar y otro en la tierra. La sección central del movimiento contiene armonías suaves que evocan el cielo. El piano crea sonidos delicados de acordes azul-naranja, mientras el violín y el chelo tocan una melodía que recuerda a los cantos antiguos.
Movimiento III: Abîme des oiseaux
El tercer movimiento, "Abismo de pájaros", es un solo para clarinete. Messiaen explicó que el "abismo" representa el Tiempo, con su tristeza y cansancio. Los pájaros, en cambio, son lo opuesto al Tiempo; simbolizan nuestro deseo de luz, estrellas, arcoíris y canciones alegres. Este movimiento es un desafío para los clarinetistas, ya que se toca a un ritmo extremadamente lento.
Movimiento IV: Intermède
El cuarto movimiento, "Interludio", es para violín, chelo y clarinete. Es un scherzo, una pieza musical de carácter más ligero y juguetón que los otros movimientos. Sin embargo, está conectado a ellos por algunas melodías que se repiten.
Movimiento V: Louange à l’Éternité de Jésus
El quinto movimiento, "Alabanza a la Eternidad de Jesús", es para chelo y piano. Aquí, Jesús es visto como la Palabra. El chelo toca una melodía muy lenta y amplia, que celebra con amor y respeto la eternidad de la Palabra, que es poderosa y dulce y "cuyo tiempo nunca se acaba". La melodía se extiende de manera majestuosa, creando una sensación de distancia y solemnidad. La música de este movimiento es una adaptación de una pieza anterior de Messiaen.
Movimiento VI: Danse de la fureur, pour les sept trompettes
El sexto movimiento, "Danza de la ira, para las siete trompetas", es para todo el cuarteto. Este es el movimiento más rítmico de la obra. Los cuatro instrumentos tocan al unísono, imitando el sonido de gongs y trompetas. Representan las primeras seis trompetas del Apocalipsis, seguidas de desastres, y la trompeta del séptimo ángel que anuncia el cumplimiento del misterio de Dios. Messiaen usa ritmos especiales y sonidos fuertes, como si fueran bloques de piedra o acero, creando una sensación de furia y poder. Hacia el final, el tema principal regresa con mucha fuerza y cambios de tono.
Movimiento VII: Fouillis d’arcs-en-ciel, pour l’Ange qui annonce la fin du Temps
El séptimo movimiento, "Enredo de arcoíris, para el ángel que anuncia el fin del tiempo", es para todo el cuarteto. En este movimiento, se repiten algunos pasajes del segundo movimiento. El ángel aparece con toda su fuerza, especialmente el arcoíris que lo cubre. El arcoíris es un símbolo de paz, sabiduría y de todas las vibraciones luminosas y sonoras. Messiaen describió cómo en sus sueños escuchaba y veía acordes y melodías, colores y formas, y luego pasaba a un estado de éxtasis donde experimentaba una mezcla de sonidos y colores sobrehumanos.
Movimiento VIII: Louange à l'Immortalité de Jésus
El octavo y último movimiento, "Alabanza a la inmortalidad de Jesús", es para violín y piano. Es un gran solo de violín, similar al solo de chelo del quinto movimiento. Este movimiento se enfoca en Jesús como hombre, la Palabra hecha carne, que ascendió para que nosotros pudiéramos compartir su vida. Todo en este movimiento es amor. El lento ascenso del violín hacia las notas más agudas representa el ascenso del ser humano hacia lo divino, y del hijo de Dios hacia su padre, buscando el Paraíso. La música de este movimiento es una adaptación de una parte de una pieza anterior de Messiaen para órgano.
Obras inspiradas en el Cuarteto
Esta pieza musical ha servido de inspiración para otras obras. Por ejemplo, la novela de 2014 de Johanna Skibsrud, titulada "Quartet for the End Of Time", toma prestado su nombre y su estructura de esta composición de Messiaen.