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Criósfera para niños

Enciclopedia para niños

La criósfera es el nombre que se le da a todas las partes de la Tierra donde el agua está congelada. Esto incluye el hielo del mar, el hielo de los lagos y ríos, los glaciares, las grandes capas de hielo y el suelo congelado, como el permafrost. Es una parte muy importante de nuestro planeta y está muy relacionada con el agua líquida de la hidrosfera.

La criósfera es fundamental para el clima global. Influye en cómo la energía del Sol llega a la superficie, en la humedad, las nubes, la lluvia y cómo se mueven el aire y el océano. Gracias a estos procesos, la criósfera tiene un papel clave en el clima de la Tierra y en cómo responde a los cambios globales.

Hoy en día, la mayor parte de la criósfera se encuentra en las regiones cercanas a los polos. La Antártida tiene casi el 90% del hielo de la superficie, seguida por Groenlandia y otras islas del Océano Ártico. También hay grandes zonas de criósfera en las montañas altas con "nieves perpetuas", como en los Andes y el Himalaya.

Debido al calentamiento global, gran parte de la criósfera se está derritiendo. Esto es importante porque es una de las principales reservas de agua dulce de la Tierra. Este derretimiento se nota mucho en las montañas, donde los glaciares están retrocediendo, y en las regiones árticas. La criósfera, al ser blanca, refleja mucha luz solar de vuelta al espacio, lo que ayuda a mantener la temperatura promedio del planeta más baja.

¿Qué compone la criósfera?

Archivo:Cryosphere Fuller Projection
Mapa del planeta Tierra con las zonas de la criósfera marcadas.
Archivo:Components of the Cryosphere
Extensión de las regiones afectadas por los componentes de la criosfera en todo el mundo del IPCC Fifth Assessment Report.

El agua congelada en la superficie de la Tierra se presenta de varias formas:

  • Nieve: Cubre el suelo.
  • Hielo de agua dulce: En lagos y ríos.
  • Hielo marino: En los océanos.
  • Glaciares: Grandes masas de hielo que se mueven lentamente.
  • Capas de hielo: Enormes extensiones de hielo que cubren continentes o grandes islas.
  • Suelo congelado y permafrost: Suelo que permanece congelado todo el tiempo.

El tiempo que el hielo permanece congelado en cada uno de estos lugares varía mucho. La nieve y el hielo de lagos y ríos suelen ser estacionales, es decir, se derriten y vuelven a formarse cada año. La mayoría del hielo marino dura solo unos pocos años. Sin embargo, el hielo en glaciares y capas de hielo puede permanecer congelado por miles o incluso millones de años.

La mayor parte del hielo del mundo está en la Antártida, especialmente en la capa de hielo de la Antártida Oriental. Pero en cuanto a la superficie que cubren, la nieve y el hielo de invierno en el hemisferio norte son los más extensos, llegando a cubrir un 23% de la superficie en enero.

¿Cómo afecta la criósfera al clima?

La nieve y el hielo tienen propiedades físicas especiales que influyen en el intercambio de energía entre la superficie de la Tierra y la atmósfera. Las más importantes son:

  • Reflectividad (albedo): Es la capacidad de una superficie para reflejar la luz solar. Las superficies cubiertas de nieve y hielo son muy blancas y reflejan entre el 80% y el 90% de la luz solar. Esto ayuda a enfriar el planeta.
  • Capacidad de transferir calor (difusividad térmica): La nieve y el hielo son muy malos conductores del calor. Esto significa que aíslan el suelo y el océano que tienen debajo, impidiendo que el calor se escape o entre fácilmente.
  • Capacidad de cambiar de estado (calor latente): Se necesita mucha energía para derretir el hielo. Esto significa que, aunque el aire se caliente, el hielo tarda en derretirse, lo que ayuda a mantener las temperaturas más frescas en primavera y verano.

Estos factores hacen que la criósfera sea un regulador natural del clima.

La nieve y su importancia

La capa de nieve es un indicador clave del cambio climático porque está muy relacionada con la temperatura del aire. En el hemisferio norte, la superficie cubierta de nieve cambia mucho con las estaciones, desde 46.5 millones de kilómetros cuadrados en enero hasta 3.8 millones en agosto.

La nieve es una reserva de agua muy importante, especialmente en las montañas. La nieve que se derrite en las montañas es la principal fuente de agua para ríos y para recargar el agua subterránea en muchas partes del mundo. Por ejemplo, más del 85% del agua del río Colorado proviene del deshielo. El agua de deshielo de las montañas abastece a más de mil millones de personas.

Se espera que el calentamiento global cambie la forma en que se distribuye la nieve y cuándo se derrite, lo que tendrá un gran impacto en el uso y manejo del agua.

El hielo marino

Archivo:20210125 The Cryosphere - Floating and grounded ice - imbalance - climate change
De La criosfera (encuesta 2021): La Tierra perdió 28 billones de toneladas de hielo entre 1994 y 2017, y el derretimiento del hielo en tierra (capas de hielo y glaciares) elevó el nivel global del mar en 34,6 ±3,1 mm. La tasa de pérdida de hielo ha aumentado en un 57 % desde la década de 1990: de 0,8 a 1,2 billones de toneladas por año.

El hielo marino cubre gran parte de los océanos polares y se forma cuando el agua de mar se congela. Los datos de satélite muestran que la cantidad de hielo marino varía mucho según la estación y el año. En el hemisferio sur, la extensión del hielo marino puede variar cinco veces entre el mínimo de febrero y el máximo de septiembre. En el hemisferio norte, la variación es menor, pero el Océano Ártico tiene una capa de hielo permanente más grande.

Desde 1978, la extensión del hielo marino en el Ártico ha disminuido un 3.8% por década. Sin embargo, en la Antártida, la extensión del hielo marino ha aumentado ligeramente en un 1.3% por década en el mismo período.

Hielo de lagos y ríos

El hielo en ríos y lagos se forma cuando hace frío. Aunque estos cuerpos de hielo son pequeños y solo afectan el clima localmente, sus ciclos de congelación y descongelación nos dan pistas sobre los cambios climáticos. Las observaciones a largo plazo del hielo en los lagos pueden servir como un registro indirecto del clima.

La congelación de los lagos depende de su profundidad, de la velocidad y temperatura del agua que entra, y de cómo el calor se intercambia entre el agua y el aire.

Suelo congelado y permafrost

El suelo congelado, que incluye el permafrost (suelo permanentemente congelado) y el suelo congelado estacionalmente, cubre aproximadamente 54 millones de kilómetros cuadrados en el hemisferio norte. Es el componente más extenso de la criósfera.

El permafrost se forma donde la temperatura promedio anual del aire es muy baja, generalmente por debajo de -1 o -2 °C. Su extensión y grosor también dependen de la humedad del suelo, la vegetación, la profundidad de la nieve en invierno y la orientación del terreno. Se estima que el permafrost se encuentra debajo de aproximadamente el 20% de las áreas terrestres del hemisferio norte.

En algunas zonas, el permafrost puede tener más de 600 metros de espesor. Sin embargo, en los bordes, es más delgado y no es continuo. Estas zonas marginales son las primeras en verse afectadas por el derretimiento debido al calentamiento. La mayor parte del permafrost actual se formó en condiciones más frías en el pasado.

El aumento de la temperatura puede hacer que la capa superior del permafrost se derrita más profundamente en verano. Esto tiene importantes consecuencias para el agua y el paisaje. Se han observado deshielos y retrocesos del permafrost en algunas regiones, aunque es difícil cuantificarlo globalmente.

Glaciares y capas de hielo

Los glaciares y las capas de hielo son grandes masas de hielo que se apoyan en tierra firme y se mueven lentamente. Su tamaño cambia según la cantidad de nieve que se acumula, el deshielo en la superficie y en la base, y cómo se desprenden trozos de hielo en los océanos o lagos cercanos.

Las capas de hielo son la mayor fuente potencial de agua dulce del mundo, conteniendo aproximadamente el 77% del total. Esto equivale a unos 80 metros de aumento del nivel del mar si todo se derritiera. La Antártida tiene el 90% de este hielo, y Groenlandia la mayor parte del 10% restante.

Debido a su enorme tamaño, las capas de hielo responden lentamente a los cambios climáticos, a lo largo de miles o millones de años. Los glaciares de valle, en cambio, responden más rápido, en unos 10 a 50 años. Se ha observado un retroceso global de los glaciares que podría explicarse por un calentamiento constante de 0.66 °C cada 100 años.

Aunque los cambios en los glaciares tienen un efecto mínimo en el clima global, su retroceso ha contribuido a entre un tercio y la mitad del aumento del nivel del mar observado en el siglo XX. Además, el derretimiento de los glaciares en zonas como las Montañas Rocosas de Norteamérica, donde el agua se usa para riego y energía, tiene un gran impacto en el agua y los ecosistemas.

Las relaciones entre el clima global y los cambios en el hielo son complejas. Por ejemplo, la mayor parte de la Antártida nunca experimenta derretimiento en la superficie. Cuando las masas de hielo terminan en el océano, la principal pérdida de masa es por el desprendimiento de icebergs.

Existe una gran preocupación por la posibilidad de que la capa de hielo de la Antártida Occidental colapse. Esta capa de hielo se asienta sobre roca que está por debajo del nivel del mar. Si colapsara, podría elevar el nivel del mar mundial entre 6 y 7 metros en unos pocos cientos de años.

La criósfera en el pasado

Durante las épocas glaciales, la criósfera creció mucho, cubriendo una parte considerable de las tierras del norte de Europa, Asia y América. Esto hizo que el nivel del mar bajara más de cien metros y creó grandes puentes de hielo que conectaban todo el norte del planeta. Gracias a esto, los primeros humanos, que surgieron en África, pudieron llegar a todas las partes del mundo. Luego, estas tierras se separaron cuando los mares y océanos volvieron a su nivel normal.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Cryosphere Facts for Kids

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Criósfera para Niños. Enciclopedia Kiddle.