Corberan d'Alet para niños
Corberan de Alet, también conocido como Corberan Dalet, Corberan de Lehet o Corberan Delet, fue un importante líder militar. Nació en el Reino de Navarra en una fecha que no se conoce, y falleció en Tiras, Anatolia, en el año 1304. Fue un senescal (un tipo de oficial de alto rango) de la famosa Gran Compañía Catalana, un grupo de soldados muy valientes.
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Corberan de Alet: Un Líder Militar Histórico
Corberan de Alet fue una figura clave en la historia militar de su tiempo. Su participación en la Gran Compañía Catalana, bajo el mando de Roger de Flor, lo llevó a vivir grandes aventuras y batallas en tierras lejanas.
Los Primeros Pasos con Roger de Flor
En el año 1303, Corberan de Alet llegó a Constantinopla junto a Roger de Flor. Durante las campañas militares de ese año y el siguiente, Corberan estuvo al mando de la infantería, que eran los soldados que luchaban a pie. Su liderazgo fue muy importante en estas expediciones.
La Batalla de Tira: Un Momento Clave
Después de dejar un botín y una pequeña guarnición de soldados llamados almogávares en Magnesia, las tropas de Roger de Flor llegaron a la ciudad de Nif. Allí, recibieron una petición de ayuda urgente de dos habitantes de Tira. Las tropas otomanas, junto con las del Emirato de Menteşe-oğhlu, estaban atacando la ciudad.
La Estrategia de Ataque Sorpresa
Roger de Flor dividió sus tropas: la mitad regresó a Magnesia y la otra mitad, bajo su mando, se dirigió rápidamente a Tira. Llegaron a las murallas de la ciudad en plena noche y lograron entrar sin que los atacantes se dieran cuenta. La batalla de Tira comenzó a la mañana siguiente. Los turcos se habían reunido en una llanura cercana, pensando que solo encontrarían una pequeña guarnición griega en Tira.
El Papel de Corberan en la Batalla
Una vez dentro de Tira, Roger de Flor le ordenó a su senescal, Corberan de Alet, que preparara un grupo especial. Este grupo estaba formado por 200 hombres a caballo y 2000 almogávares. Cuando los turcos se acercaron a las murallas, las tropas lideradas por Corberan de Alet salieron de repente de la ciudad. Atacaron con gran fuerza a las tropas otomanas, que se asustaron mucho. En poco tiempo, los turcos perdieron 700 hombres a caballo y muchos más soldados de infantería. Los demás turcos a caballo huyeron hacia las montañas, perseguidos por la caballería almogávar.
El Trágico Final de Corberan de Alet
Corberan de Alet decidió seguir persiguiendo a los turcos que huían por las montañas. Para ello, ordenó a sus caballeros que bajaran de sus caballos y siguieran subiendo a pie. Los turcos, para defenderse, lanzaron piedras y flechas. Una de esas flechas impactó en la cabeza de Corberan de Alet, causándole la muerte. Justo en ese momento, se había quitado el casco.
Un Homenaje Póstumo
Las tropas almogávares, muy afectadas por la muerte de su líder, detuvieron la persecución y regresaron a Tira llevando el cuerpo de Corberan de Alet. Esto permitió que los turcos que quedaban lograran escapar. Cuando las tropas llegaron a Tira, informaron de inmediato a Roger de Flor sobre la muerte de su senescal. Roger de Flor ordenó que Corberan de Alet fuera enterrado con todos los honores en la Iglesia de San Jorge, que estaba a poca distancia de la ciudad. Su tumba fue decorada de forma hermosa. Fue enterrado junto a otros 10 caballeros que también habían fallecido en la misma batalla. La Compañía se quedó en Tira durante ocho días más.