Concilio de Zaragoza (380) para niños
El Concilio Caesaraugustano fue una reunión importante que se llevó a cabo en Zaragoza el 4 de octubre del año 380. En este encuentro participaron 12 obispos de la región de Aquitania, y fue dirigido por Delfín de Burdeos. El objetivo principal era discutir y tomar decisiones sobre un grupo de personas con creencias diferentes, conocidos como los priscilianistas.
Contenido
¿Por qué se celebró este Concilio?
El origen de las ideas priscilianistas
Las ideas priscilianistas surgieron de un hombre llamado Marco, quien era de Egipto. Sus enseñanzas eran una mezcla de varias filosofías y creencias de la época. Los priscilianistas tenían ideas muy particulares sobre temas importantes de la fe.
¿Qué creían los priscilianistas?
- Creían que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo eran una sola persona, no tres distintas.
- Pensaban que Jesús no había existido antes de nacer de la Virgen María.
- No creían que Jesús hubiera tenido un cuerpo humano real.
- No aceptaban la idea de la resurrección de Jesús ni la resurrección de los cuerpos.
- Decían que una figura que representaba el mal había surgido del caos y la oscuridad, y que era el origen de todo lo malo.
- Creían que esta figura controlaba fenómenos naturales como los truenos y las tormentas.
- Pensaban que las almas de las personas eran de origen divino y que, por haber cometido errores en el cielo, habían caído a la Tierra.
- Creían que estas almas eran encerradas en los cuerpos por entidades poderosas del aire.
- Atribuían a esta figura del mal la creación del ser humano, por lo que no veían bien el matrimonio.
- Prohibían comer carne de animales, considerándola impura.
San Agustín, un pensador importante de esa época, describió a Prisciliano como alguien con ideas muy problemáticas y comportamientos muy graves. Los priscilianistas mantenían sus prácticas en secreto.
¿Quién era Prisciliano?
Prisciliano, quien dio nombre a este grupo, era de una familia importante y tenía muchos bienes. Era muy inteligente, hablaba con facilidad y le gustaba debatir. Aunque era vanidoso, conocía bien las ciencias de su tiempo. Se dejó influenciar por las ideas de Marco y Elpidio, y con sus discursos y halagos, atrajo a muchas personas, especialmente mujeres. En poco tiempo, sus ideas se extendieron por toda España.
¿Cómo se desarrolló el Concilio?
Los primeros conflictos
Las ideas priscilianistas comenzaron a extenderse alrededor del año 379. Algunos obispos, como Instancio y Salviano, se unieron a este movimiento. Idacio, obispo de Mérida, en Lusitania, defendió con mucho entusiasmo las creencias de la Iglesia. Sin embargo, al presionar a Instancio y a los demás sin moderación, la situación empeoró en lugar de mejorar.
La reunión de los obispos
Después de muchas discusiones entre Idacio y los priscilianistas, los obispos de Aquitania y España se reunieron en el Concilio de Zaragoza en el año 380. Aunque no se conocen todos los detalles de lo que ocurrió, se sabe que los priscilianistas no se atrevieron a presentarse ante el juicio de los obispos. A pesar de su ausencia, el Concilio los condenó. Los obispos Instancio y Salviano, y los laicos Prisciliano y Elpidio, fueron los principales señalados. Higinio de Córdoba también fue separado de la comunidad de la Iglesia.
Ithacio recibió la orden de anunciar las decisiones de los obispos por todas partes. Sin embargo, Instancio y Salviano no aceptaron esta sentencia y, en un acto de desafío, nombraron a Prisciliano como obispo de Ávila.
Decisiones del Concilio
Solo se conserva un pequeño fragmento de este Concilio, que menciona los nombres de doce obispos y contiene ocho reglas o "cánones". Una de estas reglas, la tercera, establece que la Eucaristía (un rito religioso) debía recibirse en la iglesia y no se permitía llevarla a casa, como se hacía antes.