Castillo de Enguera para niños
El Castillo de Enguera se encuentra cerca del núcleo urbano del municipio del mismo nombre, en la comarca de La Canal de Navarrés, de la provincia de Valencia y está declarado Bien de Interés Cultural con número de anotación ministerial R-I-51-0010676 y fecha de la anotación 27 de agosto de 2001.
Contenido
Historia
El castillo puede considerarse de origen musulmán, posiblemente construida entre los siglos XI y XII; de hecho, aunque su topónimo parece provenir de tiempos anteriores a la dominación musulmana, es en esta época cuando se configura la actual población y las numerosas aldeas y alquerías dependientes de ella. Además en este momento Enguera alcanzó cierta relevancia, concretamente durante un corto periodo del siglo XII en el cual fue capital comarcal de un reino taifal que abarcaba hasta Denia, dándole gran importancia en esta zona estratégica.
Tras la Reconquista las tropas castellanas al mando de Pedro Núñez de Guzmán tomaron el castillo, llevando a cabo una reforma para su aprovechamiento. Tras su incorporación al reino de Aragón por parte de Jaime I el amplio territorio de Enguera, dentro de los que se encontraban el castillo de Enguera, el de Garamoixent y el de La Mola fueron cedidos a la Orden de Santiago, constituyendo, dicha orden, la Encomienda de Enguera. Su situación fronteriza, tuvo siempre una gran importancia estratégica, por lo que se mantuvo en uso hasta su demolición en 1365, ordenada por Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, para evitar que pudiera ser utilizado por las tropas castellanas durante las Guerras de la Unión. En 1575, en el documento en el que la corona vende Enguera a la familia Borja se hace constar que el castillo se encontraba "caido". Más tarde, el terremoto de 1748 afectaría a las estructuras que se conservaran contribuyendo a su ruina, acentuada con la acción de los elementos y el paso del tiempo hasta llegar al estado en el que se encuentra en la actualidad.
Descripción
Se aprecian distintos tramos de murallas que delimitan un doble recinto. El inferior, de planta poligonal irregular, conserva numerosos restos islámicos y forma un antemuro a los pies del castillo principal. La mayor parte del recinto inferior se adapta al terreno, y todavía se pueden ver unas torres de planta rectangular, que se encuentran bastante dañadas, así como alguna defensa inferior previa, todavía más dañada. El recinto principal es casi rectangular y se ubica en la cima del monte, presentando restos de muros y torres angulares, que parecen de la época cristiana, manufacturados en cal y canto, destacando al sur una torre avanzada con saeteras. En esta zona hay un bastión con dos torres. En el centro, de este recinto alto, se mantiene los restos de un gran torreón, construido con sillares, que pudo ser la torre del homenaje cristiana.
Técnicas constructivas
La técnica predominante es el tapial; ésta se concreta en la construcción de muros empleando un molde o encofrado, en el que se vierte mortero (de tierra y cal) y mampuestos.
En el recinto superior se observa la construcción de algunos lienzos con la técnica de la mampostería.
La sillería es prácticamente anecdótica.
En la esquina noreste del segundo recinto amurallado se conserva una decoración de falso despiece de sillería, la cual consiste en la conformación de molduras de sección rectangular que resaltan el contorno de lo que aparentan ser grandes sillares de piedra. El motivo del empleo de esta técnica supera lo meramente decorativo y tiene como fin proyectar una imagen de solidez constructiva con la intención de disuadir del ataque a posibles enemigos. Revisando este tipo de decoración en nuestro entorno (Azuar et alii, 1996) las podemos encontrar en Torre Bofilla, Bètera; Murallas de Bètera; la Torre de las Cabas, Millares; la Torre de la Pileta, Cortes de Pallás; La Torre de los Borja, Canals y la Muralla de Levante, Xàtiva (López Elum, 2002). Según este autor se conocen las fechas en las que cae en desuso, y por tanto los ejemplos más modernos, de esta técnica decorativa, ya que con la conquista cristiana de las mismas ya no se vuelve a emplear. Las construcciones más modernas con estas decoraciones se fechan en el periodo comprendido entre 1184 y 1199, fechas que se comprenden dentro del gobierno del califa Abu Yusuf Ya’qub ibn Yusuf, al-Mansur. La consecuencia lógica de esta información es deducir que el falso despiece del castillo de Enguera no se pudo construir más allá de las dos últimas décadas del s. XII.
El castillo de Enguera en el contexto histórico del antiguo Reino de Valencia
El castillo de la Encomienda de Enguera es una edificación de carácter militar que tenía su razón de ser en el control de su entorno geográfico y como lugar de acuartelamiento de tropas. Su guarnición defendía los intereses de la corona por medio de sus poseedores, los caballeros de la Orden de Santiago, el enclave del castillo así como los territorios y vecinos de él dependientes.
El castillo de la Encomienda de Enguera ha destacado a lo largo de su dilatada historia por su alto valor estratégico. Tras la reconquista y su donación a la mencionada Orden de Santiago, se integró en una red de construcciones similares cuya función principal era realizar un control efectivo del territorio y favorecer su defensa en caso de conflicto.
En este contexto el castillo de la Encomienda de Enguera formó parte de un conjunto de edificaciones de idénticas funciones como son los castillos de: Millares, Quesa, Navarrés, Montesa, Garamoixent, Moixent y La Mola. Los castillos enumerados y otros más, se encontraban bajo la influencia directa de la fortaleza y ciudad de Xàtiva, ejerciendo ésta un dominio efectivo sobre una amplia región y sobre todo controlando una de las principales vías de comunicación de la península, la antigua vía augusta. Paso obligatorio para personas y mercancías que desearan viajar desde el noreste peninsular hasta la actual Andalucía o el centro peninsular y viceversa.
Por su situación el castillo de Enguera puede neutralizar los posibles ataques procedentes del oeste, al controlar una serie de caminos que discurren a sus pies y cuyo uso ya se documenta, al menos, desde época ibérica (Castellano, 2102), concretamente la antigua vía que comunicaba la zona de Almansa-Ayora con el valle del río Cáñoles, cuyo tramo final lo constituye el puerto viejo de La Alcudia o su variante hacia Montesa, cruzando la sierra de La plana por las inmediaciones de El Piquet (altura que durante el primer tercio del s. XX aún conservaba el nombre de Pico de la Atalaya). Junto a las vías principales se documenta toda una red de caminos secundarios que vertebran el territorio.
Es un elemento imprescindible para asegurar el control de la población y los recursos económicos de su entorno.
Otra función del castillo de Enguera, hasta 1477 es el de servir de punto de control por el noroeste, del señorío vasallo musulmán de Montesa.
Bibliografía[editar código · editar]
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