Casas de los Camilos o de las Calderas para niños
La Casa de los Camilos o de las Calderas es un grupo de edificios históricos ubicados en la calle de San Jerónimo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Estas construcciones, que datan de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, fueron originalmente viviendas de alquiler. Su propósito era ayudar a mantener el convento de la orden de los camilianos, dedicado al cuidado de los enfermos. Hoy en día, son de las pocas partes que quedan de aquel antiguo convento. En julio de 1931, fueron declaradas monumento histórico, lo que significa que son muy importantes para la historia y la cultura de México.
Datos para niños Casas de los Camilos |
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Las calderas | ||
Monumento histórico | ||
![]() Fachada
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Ubicación | ||
País | ![]() |
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División | ![]() |
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Municipio | ![]() |
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Ubicación | C/ San Jerónimo 108-128 | |
Coordenadas | 19°25′35″N 99°07′54″O / 19.426475, -99.1318 | |
Características | ||
Estilo | Barroco novohispano | |
Materiales | Tezontle, cantera | |
Historia | ||
Fundador | Camilianos | |
Construcción | Siglos XVIII y XIX | |
Demolición | Demolido parcialmente en 2007 por el Gobierno del Distrito Federal | |
Información general | ||
Uso | Escuela, comercios y vivienda | |
Estado | Parcialmente restaurado en 2014 | |
Propietario | Particulares | |
Acceso público | Restringido | |
Protección | ||
Declaración | Monumento histórico ![]() |
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ID | I-09-02108 I-09-02652 |
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Planta y mapa | ||
Plano del Convento de San Camilo, en la parte superior se aprecia el conjunto de las Calderas
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Contenido
Historia de las Casas de los Camilos
¿Cómo llegaron los Camilos a México?
La orden de los Camilos llegó a la Nueva España gracias a la voluntad de doña María Teresa de Medina y Saravia. Ella dejó dinero en su testamento en 1746 para que esta orden, dedicada a cuidar a las personas enfermas, pudiera establecerse en la ciudad. Su hermano, Felipe Cayetano de Medina, añadió más dinero para cumplir este deseo.
En 1755, los Camilos, liderados por Diego María de Moya, compraron una casa antigua cerca del Templo de San Pablo el viejo. Esta casa había pertenecido a un comerciante llamado Manuel de Calderas, de ahí uno de los nombres del conjunto. También adquirieron terrenos cercanos.
La construcción del convento y las casas
En estos terrenos, los Camilos construyeron su convento entre 1756 y 1778. Fue el último convento construido en la ciudad durante la época colonial. Contaba con aulas, habitaciones para el cuidado de los enfermos, un cementerio, un huerto y una iglesia.
Para obtener dinero y mantener el convento, la orden decidió rentar propiedades. Así, a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, construyeron las "Calderas". Este conjunto incluía 13 casas de alquiler: seis en la calle del Corazón de Jesús (hoy calle Regina) y siete en la calle de la Buena Muerte (hoy San Jerónimo).
Cambios a lo largo del tiempo
Después de la independencia de México, la orden de los Camilos tuvo algunos cambios. En 1861, debido a nuevas leyes, los Camilos tuvieron que dejar el convento. El edificio fue dividido y una parte se usó para un seminario.
En 1909, se decidió construir un nuevo edificio para el seminario, lo que llevó a la demolición de gran parte del antiguo convento. El nuevo edificio, diseñado por el arquitecto Manuel Gorozpe, nunca se terminó por completo. El seminario usó el edificio hasta 1928. Después, se convirtió en la primera escuela secundaria federal de México, llamada César A. Ruiz. Las casas de las Calderas también fueron renovadas para ser viviendas de familias con pocos recursos.
Estado actual de las Casas de los Camilos
En diciembre de 2007, algunas partes del conjunto de las Calderas sufrieron demoliciones. Una de las casas, ubicada en la calle Regina número 97, que era parte de las Calderas y había sobrevivido a muchos cambios históricos, fue demolida.
Actualmente, el número 112 del conjunto alberga la escuela primaria España. A principios de 2014, esta escuela fue renovada. La remodelación incluyó la restauración completa de su fachada. Se limpiaron los materiales originales, como el tezontle y la cantera, y se repararon las partes dañadas o faltantes. Esto ayudó a que una parte importante del conjunto recuperara su belleza original.