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Campos de internamiento para japoneses en los Estados Unidos para niños

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Los campos de internamiento para personas de origen japonés en los Estados Unidos fueron lugares donde se alojó a unas 120,000 personas entre 1942 y 1946. La mayoría de estas personas eran de origen japonés. Más de la mitad eran ciudadanos estadounidenses. También había japoneses que venían de países de Latinoamérica, como Brasil y Perú, que fueron enviados a estos lugares por presión del gobierno de Estados Unidos.

El objetivo era trasladar a estas personas de sus hogares, principalmente en la costa oeste de Estados Unidos, a instalaciones especiales. Estos campos estaban rodeados por cercas de alambre de púas, vigilados por guardias armados y ubicados en lugares lejos de las ciudades. Si alguien intentaba salir del campo, a veces los guardias les disparaban.

También hubo internamientos de ciudadanos de origen alemán e italiano, porque Alemania e Italia también estaban en guerra con Estados Unidos. Sin embargo, el número de personas afectadas de estos orígenes fue mucho menor que el de las personas de origen japonés.

¿Por qué se crearon estos campos?

Archivo:Japanese internment
Campos de internamiento y otras instituciones en el oeste de Estados Unidos.

Esta medida se tomó después del ataque a Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos se unió a los Aliados para luchar contra las Fuerzas del Eje. Sin embargo, fueron principalmente las personas de origen japonés que vivían en la costa del Pacífico las que fueron llevadas a estos campos.

Miedos y decisiones del gobierno

El Teniente General John L. DeWitt, quien estaba a cargo de la Defensa Oeste de Estados Unidos, fue el encargado de internar a las personas de origen japonés. Al principio, DeWitt no estaba de acuerdo con esta orden. Él decía que "un ciudadano estadounidense es, después de todo, un ciudadano estadounidense". Pensaba que se podía saber quién era leal a Estados Unidos y quién no.

El secretario de Guerra, Henry Stimson, estuvo de acuerdo con DeWitt. Pero el miedo y la desconfianza hacia las personas de origen japonés crecieron rápidamente en el ejército y el gobierno.

El 10 de diciembre de 1941, se extendió el rumor de que 20,000 "Nisei" (personas de origen japonés nacidas en América) se preparaban para un levantamiento en San Francisco. DeWitt quiso arrestar a todos los japoneses de inmediato. Pero el jefe local del FBI lo convenció de que la información era falsa.

Algunas organizaciones pidieron que se encarcelara a todos los Nisei. El Secretario de la Armada, Frank Knox, aumentó el miedo al decir que había personas ayudando al enemigo en Hawái. Recomendó evacuar a todas las personas de origen japonés de Oahu. Sin embargo, esta declaración de Knox fue desmentida en secreto por personas cercanas al presidente Franklin D. Roosevelt.

El congresista Leland Ford sugirió que todos los japoneses "fueran metidos en campos en el interior". Dijo que los japoneses que querían demostrar su patriotismo deberían aceptar este sacrificio. Otros líderes, como el gobernador de Oregón y el alcalde de Seattle, también expresaron preocupación. El gobernador de California, Culbert Olson, dijo que algunos residentes japoneses se estaban comunicando con el enemigo.

A principios de febrero, el periódico Los Angeles Times contribuyó a aumentar el miedo. Publicó: "Una víbora es una víbora, sin importar donde se abra el huevo. De la misma manera, un japonés-estadounidense, nacido de padres japoneses, se convierte en un japonés, no en un estadounidense."

Luego, DeWitt ordenó registrar las casas de personas de origen japonés para buscar cámaras y armas. Cuando el fiscal general Francis Biddle dijo que se necesitaba una razón para arrestar a alguien, DeWitt afirmó que ser descendiente de japonés era suficiente. Sin embargo, después de varias búsquedas sin órdenes, el FBI informó que no se habían encontrado armas ni cámaras usadas para espionaje.

El 25 de enero de 1942, Biddle aceptó establecer zonas prohibidas para extranjeros de países enemigos. El 9 de febrero, DeWitt pidió incluir más ciudades en la lista de zonas prohibidas, lo que significaba evacuar a miles de personas. Biddle se negó, diciendo que no había justificación.

El presidente Franklin D. Roosevelt fue presionado para aceptar el plan de DeWitt. Una delegación del Congreso pidió la evacuación inmediata de todas las personas de origen japonés, sin importar si eran ciudadanos o no.

El 14 de febrero, DeWitt recomendó formalmente la "evacuación de japoneses y otras personas que pudieran ser una amenaza de la costa del Pacífico". DeWitt dijo: "El hecho de que no haya ocurrido algún sabotaje hasta la fecha es una indicación preocupante de que dicha acción ocurrirá."

El 17 de febrero, Biddle insistió al presidente que no tomara esta medida. Dijo que no había pruebas de un ataque inminente ni de sabotaje. El director del FBI, J. Edgar Hoover, también aconsejó a Roosevelt que no evacuara a los japoneses, pero no fue escuchado.

El 19 de febrero, Roosevelt firmó la orden ejecutiva N.º 9066. Esta orden permitía al Departamento de Guerra establecer áreas militares donde la permanencia de las personas sería decidida por el secretario de Guerra.

Una apelación de organizaciones de derechos humanos intentó detener esto. Pero la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la petición.

El 23 de febrero, un submarino japonés disparó contra un almacén en Santa Bárbara. Al día siguiente, unidades del Ejército en Los Ángeles dispararon sus armas antiaéreas al cielo por el miedo. Aunque este evento fue llamado "la batalla de Los Ángeles", en esos días solo aumentó el pánico.

El 2 de marzo, DeWitt estableció la Zona de Exclusión Militar 1, que incluía la costa oeste. No pudo empezar la evacuación de inmediato porque no era un crimen desobedecer una orden militar. Se creó una ley que castigaba a los civiles que desobedecieran. El 21 de marzo, Roosevelt firmó la ley. DeWitt pudo empezar la evacuación forzosa.

El 31 de marzo de 1942, la Zona 1 se declaró prohibida para cualquier persona de origen japonés. Se les ordenó prepararse para irse, sin decirles a dónde y con poco equipaje. Aunque 7 de cada 10 personas afectadas habían nacido en Estados Unidos, la orden no hacía distinción.

Alaska también fue incluida. Más de 200 residentes japoneses fueron exiliados de Alaska. La mayoría terminó en el Centro de Reubicación de Guerra de Minidoka en Idaho.

¿Cómo se establecieron los campos?

Centros de Reubicación de la WRA
Nombre Estado Abierto en Máx. Pob.
Manzanar California Marzo de 1942 10.046
Tule Lake California Mayo de 1942 18.789
Poston Arizona Mayo de 1942 17.814
Gila River Arizona Julio de 1942 13.348
Granada Colorado Agosto de 1942 7.318
Heart Mountain Wyoming Agosto de 1942 10.767
Minidoka Idaho Agosto de 1942 9.397
Topaz Utah Septiembre de 1942 8.130
Rohwer Arkansas Septiembre de 1942 8.475
Jerome Arkansas Octubre de 1942 8.497

Al principio, se pensó en obligar a las personas de origen japonés a vivir en áreas específicas del país. Pero los habitantes de esas zonas protestaron. Entonces, se decidió internar a los prisioneros en campos construidos para este fin.

Unas 110,000 personas de origen japonés fueron obligadas a vender sus casas y negocios en pocos días. A veces tenían solo cuatro días o hasta dos semanas. Cuando se supo de esta medida, aparecieron compradores que ofrecieron precios muy bajos por sus propiedades. En ese tiempo, las personas de origen japonés poseían una pequeña parte de la tierra cultivable de la Costa Oeste. Pero el valor de sus tierras era mucho más alto que el promedio. Cuando a alguien se le negó más tiempo para recoger su cosecha, la destruyó. Fue arrestado por sabotaje. Este fue el caso más grande de sabotaje japonés reportado en Estados Unidos durante la guerra.

Muchas personas guardaron sus pertenencias en almacenes, esperando recuperarlas después de la guerra. Pero fueron dañadas o robadas. Algunos arrendaron sus propiedades, pero los inquilinos luego se negaron a pagar. Otros descubrieron que sus tierras habían sido vendidas a terceros. Muchos que no vendieron sus propiedades, al terminar la guerra, encontraron sus casas ocupadas o expropiadas por no pagar impuestos.

Una vez que terminó el tiempo de preparación, las personas de origen japonés fueron llevadas a centros de reunión en trenes o autobuses, vigilados por guardias armados. A menudo, estos centros eran hipódromos, y los evacuados tenían que dormir en los establos.

A finales de mayo de 1942, los evacuados fueron instalados en campos rodeados por alambre de púas. Estos campos fueron llamados "centros de reubicación". Las condiciones de vida allí eran difíciles.

En los campos, a cada familia se le dieron placas con un número para cada miembro, que se usaban para identificarse.

Un campo fue el de Crystal City en Texas. Allí se alojó a japoneses, japoneses-latinos y alemanes. En este campo, las autoridades estadounidenses los trataron de manera más amable. Por otro lado, el campo de Tule Lake tuvo un régimen más estricto. Se usó para personas de origen japonés y sus familias que eran sospechosas de espionaje o deslealtad. También para líderes comunitarios como sacerdotes o maestros. Algunas familias fueron llevadas a Tule Lake al pedir ser enviadas de vuelta a Japón. En este campo hubo algunas manifestaciones a favor de Japón durante la guerra.

La frase shikata ga nai (que significa «no se puede hacer nada al respecto») se usaba a menudo. Resumía la resignación de las familias internadas ante las difíciles condiciones, según el libro Farewell to Manzanar (1972).

¿Cuándo se cerraron los campos?

A principios de 1943, DeWitt ya no tenía la confianza del Departamento de Guerra y fue retirado de su puesto. En su informe final, DeWitt dijo que la evacuación forzosa había sido necesaria. Afirmó haber recibido cientos de informes sobre luces en la costa y transmisiones de radio desconocidas. El director del FBI, Hoover, se burló de la división de inteligencia de DeWitt, diciendo que mostraba "miedo y falta de juicio".

Hasta la primavera de 1944, el Departamento de Guerra no recomendó al presidente Roosevelt que cerrara los campos. Pero como Roosevelt buscaba la reelección ese año, la decisión se pospuso.

Así, en la primera reunión del gabinete después de la reelección de Roosevelt, se decidió liberar a todos los evacuados que habían demostrado ser leales. Pero esta decisión tardó un año en completarse. Al salir, los evacuados recibieron un boleto de tren y 25 dólares.

El último campo en ser cerrado fue el de Tule Lake, el 20 de marzo de 1946.

¿Qué pasó después de la guerra?

El gobierno de Estados Unidos ofreció compensaciones a las víctimas a partir de 1951. Pero solo se disculpó en 1988. Afirmó que la concentración de prisioneros se debió a "la desconfianza, el miedo por la guerra y errores de los líderes políticos". El Presidente Ronald Reagan firmó una ley que ofrecía 20,000 dólares a las víctimas sobrevivientes. Este dinero se pagaría hasta 1991.

Durante la guerra, muchos estadounidenses de origen japonés perdieron todas sus posesiones. Sus ahorros fueron tomados por el gobierno al ser considerados "propiedad del enemigo". Se estima que se perdieron unos 400 millones de dólares de esta manera. Pero después de la guerra, el gobierno solo devolvió 40 millones de dólares. Estas devoluciones ocurrieron muchos años después del ataque a Pearl Harbor. Los clientes del Yokohama Specie Bank, un banco de origen japonés en Estados Unidos, no recibieron sus ahorros hasta 1969. La Corte Suprema decidió que la devolución debía ser sin intereses y al valor anterior a la guerra.

Una de las unidades militares más reconocidas durante la guerra fue el 442.º Equipo de Regimiento de Combate. Estaba formado por japoneses-estadounidenses. Recibió muchas condecoraciones, incluyendo siete Citaciones Presidenciales de la Unidad y una Medalla de Honor. A pesar de esto, en algunos casos, la familia de un soldado de esta unidad podía estar en uno de los campos.

La situación en Latinoamérica

Estados Unidos hizo acuerdos con casi todos los países de Latinoamérica. La idea era que estos países también internaran a sus ciudadanos de origen japonés o los enviaran a los campos en Estados Unidos y Panamá. Algunas de estas personas solo eran descendientes de japoneses y nunca habían estado en Japón. Los acuerdos afectaron a 2,264 personas de Perú (1,800), lo que era el 10% de su población japonesa. También se enviaron japoneses de países como Bolivia, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Puerto Rico, Nicaragua, Panamá y Venezuela. Fueron llevados a campos en Estados Unidos y Panamá. Desde allí, unos 860 fueron enviados a Japón como parte de un intercambio. Al terminar la guerra, 900 fueron deportados a Japón. Solo unos 79 de los 1,800 ciudadanos peruanos pudieron regresar a Perú. A pesar de las presiones de Estados Unidos, el gobierno paraguayo no tomó medidas contra los ciudadanos japoneses en su territorio.

¿Cómo se llaman estos lugares?

El nombre exacto de estos campos es un tema de discusión. Las referencias oficiales los llaman "campos de internamiento". Quienes apoyaron la medida prefieren el nombre de "campos de reubicación". Otros los llaman "campos de detención" o "campos de concentración".

Los que defienden el término "campos de reubicación" dicen que ese era el nombre oficial. Argumentan que los campos no eran prisiones y que casi una cuarta parte de los residentes pudo salir. Sin embargo, no se les permitía volver a la costa oeste a menos que una familia no japonesa o una agencia del gobierno los apoyara.

Quienes critican el nombre oficial dicen que es una palabra suave que no describe la realidad de los campos. Estos lugares tenían cercas, guardias armados y estaban aislados. Se sabe de casos en que los guardias dispararon a internos que intentaban cruzar las cercas. Las condiciones se parecen a lo que generalmente se entiende como "campo de concentración".

La Comisión sobre Confinamiento y Reubicación de Civiles durante la guerra, creada por el Congreso de Estados Unidos, explicó en un informe de 1983 por qué los llamaba "campos de reubicación". Dijeron que usaban los términos de la época para reflejar el contexto.

La mayoría de los historiadores hoy en día usan la expresión "campos de internamiento" porque la consideran más neutral.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Japanese American internment Facts for Kids

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Campos de internamiento para japoneses en los Estados Unidos para Niños. Enciclopedia Kiddle.