Caifás para niños
José ben Caifás, también conocido como Yosef Bar Kayafa, fue un importante líder religioso judío. Pertenecía a un grupo llamado los saduceos y vivió hace mucho tiempo, entre los años 18 y 36 después de Cristo. Fue el sumo sacerdote, que era el líder religioso más importante de los judíos en esa época.
Según los relatos de los Evangelios, Caifás, junto con su suegro Anás, tuvo un papel clave en los eventos que llevaron a que Jesús de Nazaret fuera condenado a muerte. Una frase famosa que se le atribuye es: «Es mejor que una sola persona muera por el pueblo, para que toda la nación no se pierda».
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¿Quién fue Caifás y cuál fue su rol?
Caifás fue nombrado sumo sacerdote en el año 18 d.C. por Valerio Grato, quien era el gobernador romano de Judea en ese momento. Caifás estaba casado con la hija de Anás, quien también había sido sumo sacerdote antes que él y seguía teniendo mucha influencia. Caifás mantuvo su cargo durante dieciocho años, incluso durante todo el tiempo que Poncio Pilato fue gobernador. Finalmente, fue destituido en el año 36 d.C. por otro gobernador llamado Vitelio.
¿Qué papel tuvo Caifás en la historia de Jesús?
Como saduceo, Caifás no creía en la resurrección de los muertos, a diferencia de otro grupo religioso llamado los fariseos. Los Evangelios cuentan que cuando se supo que Jesús había resucitado a Lázaro, los líderes religiosos se preocuparon mucho. El Sanedrín, que era el tribunal más importante de los judíos, se reunió para decidir qué hacer con Jesús.
Caifás presidió esta reunión porque era el sumo sacerdote en ese momento. Sin embargo, su suegro Anás también tuvo una gran influencia en las decisiones. De esta reunión salió la famosa frase de Caifás que mostraba su forma de pensar sobre Jesús:
... conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación.Caifás
Después de ser arrestado, Jesús fue llevado primero a la casa de Anás, donde fue interrogado. Luego, Anás lo entregó a Caifás. Como Caifás no tenía la autoridad para ordenar una condena a muerte, llevó a Jesús ante Poncio Pilato, el gobernador romano de Judea, para que él decidiera.
Los romanos no ejecutaban a las personas por razones relacionadas con las leyes religiosas judías. Por eso, la acusación de que Jesús había dicho cosas que se consideraban ofensivas a Dios no era suficiente para Pilato. Aunque el Sanedrín quería que Pilato condenara a Jesús a muerte, Pilato se enteró de que Jesús era de Galilea, que estaba bajo la autoridad de Herodes Antipas. Entonces, Pilato envió a Jesús a Herodes, quien también estaba en Jerusalén en esos días. Herodes y sus soldados se burlaron de Jesús y lo vistieron con ropas elegantes, como si fuera un rey, y luego lo devolvieron a Pilato.
La intención de Caifás era demostrar que Jesús no solo había ofendido a Dios, sino que también se había proclamado el Mesías, lo que podría interpretarse como un intento de rebelión contra el Imperio Romano. Esto podría haber sido un motivo para que los romanos lo condenaran a muerte.
Sin embargo, el argumento de rebelión que presentó Caifás no convenció a Pilato, quien no encontró a Jesús culpable. A pesar de esto, Caifás insistió en que el pueblo de Judea no tenía otro emperador que el César Romano. Al final, Pilato dejó que la gente decidiera el destino de Jesús, dándoles a elegir entre liberar a Jesús o a un prisionero llamado Barrabás. La multitud, influenciada por los sacerdotes, eligió liberar a Barrabás y que Jesús fuera crucificado.
¿Qué pasó con Caifás después?
Según los Evangelios, después de la crucifixión de Jesús, Caifás no aceptó la idea de la resurrección de Jesús. Se dice que, molesto por esto, aumentó la persecución de los primeros seguidores de Jesús hasta que fue destituido de su cargo en el año 36 d.C. por orden de Lucio Vitelio. En una ocasión, llevó a los apóstoles ante los líderes religiosos para prohibirles que siguieran difundiendo las enseñanzas de Jesús. Aunque la Biblia no menciona más detalles sobre él, se cree que Caifás falleció durante la toma y destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 d.C.
Caifás en la tradición cristiana
En la tradición cristiana, Caifás es considerado, junto con Anás, responsable de la condena a muerte de Jesús. En la famosa obra La Divina Comedia de Dante Alighieri, Caifás y Anás son representados en una parte del Infierno, castigados por su hipocresía. Allí, están crucificados en el suelo y son pisados por otros condenados que visten capas pesadas de plomo.
Descubrimientos arqueológicos de Caifás
La Tumba de Caifás o Tumba de la familia de Caifás fue descubierta por casualidad en noviembre de 1990. Unos trabajadores encontraron una piedra decorada mientras construían un camino en el Bosque de la Paz, cerca de Jerusalén. Los arqueólogos encontraron doce osarios, que son cajas de piedra caliza usadas para guardar huesos, con los restos de sesenta y tres personas.
El osario más adornado tenía grabado el nombre de José, hijo de (o de la familia de) Caifás. Este era el nombre completo del sumo sacerdote que arrestó a Jesús, como lo documentó el historiador Josefo en su libro Antigüedades. Dentro de este osario se encontraron los restos de un hombre de unos sesenta años, que casi con seguridad pertenecían a Caifás, el personaje del Nuevo Testamento. Este descubrimiento fue muy importante porque, por primera vez, los expertos tuvieron los restos físicos de una persona mencionada en la Biblia.
En junio de 2011, arqueólogos de la Universidad Bar-Ilan y la Universidad de Tel Aviv anunciaron que habían recuperado un osario que había sido robado de una tumba en el Valle de Ela. La Autoridad de Antigüedades de Israel confirmó que era auténtico. La inscripción en este osario decía: «Miriam, hija de Yeshua, hijo de Caifás, sacerdote de Maaziah de Bet 'Imri». Basándose en esto, se ha sugerido que Caifás podría haber pertenecido a una división sacerdotal llamada Maazías.
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Véase también
En inglés: Caiaphas Facts for Kids