Banco de Barcelona para niños
El Banco de Barcelona fue una importante institución financiera fundada en 1845 en la ciudad de Barcelona, España. Fue creado por el empresario Manuel Girona i Agrafel, quien lo dirigió durante muchos años, junto con José María Serra y Muñoz y José Rafael Plandolit y Matamoros.
Este banco fue pionero en su época, ofreciendo préstamos con intereses más bajos que los habituales y popularizando el uso de billetes y cuentas corrientes. Su objetivo era ayudar a comerciantes e industriales a conseguir dinero para sus negocios. Sin embargo, el Banco de Barcelona siempre fue muy cuidadoso con el dinero, lo que a veces dificultaba que sus clientes obtuvieran préstamos fácilmente.
El Banco de Barcelona tuvo el permiso especial de emitir billetes, algo que en ese tiempo solo podían hacer unos pocos bancos. Desapareció en 1920 debido a una gran crisis, lo que causó un gran impacto en la economía de la época.
Contenido
Historia del Banco de Barcelona
¿Cómo empezó el Banco de Barcelona?
La idea de crear el Banco de Barcelona fue aprobada por la Reina Isabel II de España en 1844. Fue el primer banco privado en España que no dependía del gobierno y que estaba fuera de Madrid. Su sede original aún se puede ver en la Rambla de Santa Mónica de Barcelona.
Manuel Girona y Agrafel fue la persona clave detrás del banco. Él venía de una familia con experiencia en banca y fue quien pidió el permiso para fundar esta nueva institución. Lo acompañaron en esta tarea José María Serra y Muñoz, un importante comerciante de Barcelona, y José Rafael Plandolit y Matamoros, otro empresario con negocios en América.
En 1845, 388 personas, que eran parte de las familias más importantes y ricas de Barcelona, firmaron el documento para crear el banco. Entre ellos estaban muchos de los que impulsaron la industria en Cataluña. Al principio, nadie podía tener más de 100 acciones, pero esta regla cambió más tarde para permitir la libre compra y venta de acciones.
El banco tenía una estructura sencilla. Una Junta de Gobierno, similar a un consejo de administración actual, elegía a tres directores que se encargaban de las decisiones importantes. También había un Administrador para las tareas diarias. Al principio, el banco tenía un "Comisario Regio", una persona enviada por el gobierno para asegurarse de que todo se hiciera según las reglas.
Las actividades principales del Banco de Barcelona eran:
- Descontar letras de cambio (adelantar dinero de pagos futuros).
- Dar préstamos.
- Recibir depósitos de dinero.
- Ofrecer cuentas corrientes.
Su meta era modernizar la banca en Barcelona, siguiendo el ejemplo de bancos importantes de otros países.
El Banco de Barcelona en su mejor momento
Mientras Manuel Girona y Agrafel fue director, hasta su fallecimiento en 1905, el Banco de Barcelona fue muy cuidadoso con el dinero de sus clientes. Se consideraba una institución muy seria y confiable.
El banco se fundó con un capital grande, pero los accionistas solo pagaron una parte al principio. Esto permitía al banco pedir el resto del dinero a sus accionistas en momentos de crisis, lo que le ayudó a superar dificultades económicas importantes en el siglo XIX, como las de 1848 y 1866. Gracias a esto, el banco ganó la confianza de la gente, que lo veía como una institución muy sólida.
La primera oficina del banco estuvo en la calle Ancha de Barcelona. Más tarde, el banco compró un edificio en la Rambla de Santa Mónica, que había sido una antigua fundición de cañones. Este edificio fue renovado y ampliado, dándole un aspecto fuerte y seguro, muy adecuado para un banco.
El Banco de Barcelona siempre fue muy prudente con los préstamos. Incluso prestó 4.000 duros a Narciso Monturiol en 1862 para ayudarle con las pruebas de su submarino, el Ictíneo I.
En 1874, el Banco de Barcelona perdió el permiso para emitir billetes, ya que el Banco de España se convirtió en el único autorizado para hacerlo en todo el país. Aunque se les ofreció unirse al Banco de España, no aceptaron.
El banco no se dejó llevar por la "Febre d'or" de 1881, un período de mucha especulación económica. Por eso, no le afectó la crisis que vino después. El Banco de Barcelona fue el que adelantó el dinero al Ayuntamiento para que se pudiera celebrar la Exposición Universal de Barcelona en 1888.
El declive del Banco de Barcelona
A finales del siglo XIX, el Banco de Barcelona empezó a mostrar signos de debilidad. Aunque seguía teniendo buenos beneficios, parecía que no sabía qué hacer con el dinero que le llegaba, especialmente el que venía de los negocios con Cuba y Filipinas.
En 1900, una revista de economía comentó que el banco era demasiado cauteloso y prefería guardar mucho dinero sin invertirlo, lo que no ayudaba a la economía del país. Manuel Girona y Agrafel ya era mayor, y el banco había perdido su posición de liderazgo en las finanzas catalanas.
En 1905, Manuel Girona y Agrafel falleció después de dirigir el banco durante 65 años. Su hijo, Manuel Girona y Vidal, lo reemplazó, pero también murió en 1920. El nuevo equipo directivo también estaba formado por personas mayores, lo que hizo que el banco no se adaptara a los nuevos tiempos y a la creciente competencia de otros bancos, tanto extranjeros como de Madrid.
La caída del Banco de Barcelona
A principios del siglo XX, la economía de Cataluña estaba cambiando, y muchas empresas importantes pasaban a manos extranjeras. El Banco de Barcelona tenía una Junta de Gobierno con miembros muy mayores, que habían heredado sus puestos y no tenían mucha iniciativa.
En 1912, un accionista, Francisco Carreras y Candi, propuso un plan para modernizar el banco, pero fue recibido con poca motivación.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, la economía española se mantuvo neutral, lo que permitió a las empresas catalanas vender productos a todos los países en conflicto. Esto generó un período de gran riqueza y optimismo. El Banco de Barcelona, que antes parecía en decadencia, se volvió muy activo y abrió nuevas oficinas. Sin embargo, también llegaron muchos bancos extranjeros a Barcelona, aumentando la competencia.
Al terminar la guerra en 1918, la economía española tenía mucho dinero, pero la actividad industrial disminuyó, lo que anunció una crisis para los años 1920-1921. La Bolsa de Barcelona sufrió una fuerte caída, y varias empresas importantes empezaron a tener problemas.
El Banco de Barcelona no se hundió por sí solo, sino por una combinación de la crisis económica mundial y el pánico que se extendió en Barcelona. Empezaron a circular rumores sobre la situación del banco, lo que hizo que la gente retirara masivamente sus depósitos. En diciembre de 1920, el banco acordó suspender sus pagos.
El final del Banco de Barcelona
La noticia de la suspensión de pagos del Banco de Barcelona causó un gran impacto, ya que la gente lo consideraba una institución muy segura. Esto provocó que muchas personas hicieran filas en otros bancos para retirar su dinero, llevándolo al Banco de España.
Se intentaron buscar soluciones para salvar el banco o crear uno nuevo. Sin embargo, la situación contable del banco era muy difícil. En mayo de 1921, los acreedores (las personas a las que el banco les debía dinero) abandonaron la idea de crear un nuevo banco.
Con la experiencia de la crisis del Banco de Barcelona, se creó una nueva ley en 1922, llamada Ley de Suspensión de Pagos, para ayudar en situaciones como esta. El Banco de Barcelona se acogió a esta ley. Finalmente, en 1924, se llegó a un acuerdo con los acreedores y se creó el Banco Comercial de Barcelona, que se hizo cargo de lo que quedaba del Banco de Barcelona.
La quiebra del Banco de Barcelona fue un golpe duro para la economía catalana. Nadie quiso arriesgar su propio dinero para salvarlo, y tanto el Banco de España como el Gobierno Central mostraron poco interés en su rescate. La causa principal de la quiebra fueron préstamos arriesgados a unos pocos clientes, junto con controles internos insuficientes.
Personas importantes relacionadas con el Banco
Muchas personas destacadas de la alta sociedad catalana estuvieron vinculadas al Banco de Barcelona, incluyendo a:
- Manuel Girona y Agrafel
- José María Serra
- José Rafael Plandolit
- Juan Güell
- Celedonio Ascacíbar
- Eduardo Maristany (marqués de la Argentera)
- Claudio López y Bru (marqués de Comillas)
- José Vidal y Ribas
Banco de Barcelona S.A.
Existe otro banco con el nombre "Banco de Barcelona S.A." que se fusionó con Uno-e Bank, parte del grupo BBVA.
Galería de imágenes
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Antigua sede del banco, en la barcelonesa Rambla de Santa Mónica