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Arco de Bará para niños

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Datos para niños
Arco de Bará
Arco de Barà.jpg
Arco de triunfo de Bará.
Localización
País EspañaBandera de España España
Provincia TarragonaBandera actual de la provincia de Tarragona.svg Tarragona
Localidad Roda de Bará
Datos generales
Código RI-51-0000323
Declaración 28 de julio de 1926
Estilo Romano
Mapa de localización
Arco de Bará ubicada en Provincia de Tarragona
Arco de Bará
Arco de Bará
Ubicación en Tarragona

El Arco de Bará es un antiguo arco romano que se encuentra en Roda de Bará, cerca de Tarragona, en España. Este monumento se construyó sobre la Vía Augusta, una importante calzada romana. Hoy en día, la carretera N-340 pasa por el mismo lugar.

Fue construido a finales del siglo I a.C. por orden de Lucio Licinio Sura. Se cree que fue dedicado al emperador Augusto o a su espíritu protector. También pudo servir para marcar los límites de la zona que dependía de la ciudad de Tarraco (la antigua Tarragona). A lo largo de los años, el arco ha sido restaurado y modificado varias veces.

En 2016, se estrenó una película llamada Arc de Barà, que fue grabada cerca del monumento y recibió varios premios.

¿Cómo es el Arco de Bará?

El Arco de Bará se hizo con grandes bloques de piedra caliza de la zona. Estos bloques se llaman sillares. La piedra se extrajo de una cantera cercana llamada Elies.

Este arco es un ejemplo de la arquitectura romana del siglo I a.C. Su diseño es sencillo y elegante. Se usó el pie romano (una medida de 0,296 metros) para construirlo. Esto nos dice que el arco tenía una parte superior llamada ático, que ya no existe, pero se puede ver en dibujos antiguos.

El monumento tiene una sola abertura, por donde pasaba la Vía Augusta. Está apoyado sobre dos bases fuertes. El arco principal está decorado con molduras. A los lados del arco, hay pilares planos llamados lesenas. Estas lesenas tienen bases decoradas y capiteles (la parte superior de las columnas) de estilo corintio.

La parte superior del arco, llamada entablamento, tenía un arquitrabe (la viga principal), un friso (una banda decorativa con una inscripción) y una cornisa (la parte que sobresale). Hoy en día, solo se conservan algunas partes originales del arquitrabe y el friso.

Historia del Arco de Bará

Archivo:Arc de Berà by Juan Laurent
Arco de Bará, Tarragona, fotografía de Juan Laurent, 1866-1867.

El Arco de Bará se construyó en la antigua Vía Augusta a finales del siglo I a.C. Es muy probable que se dedicara al emperador Augusto. Esto ocurrió cuando la Vía Augusta estaba siendo mejorada. Una inscripción en el arco nos dice que fue construido por Lucio Licinio Sura, un ciudadano romano que vivía en Tarraco.

Desde su construcción, el arco ha pasado por muchas restauraciones. La primera vez que se menciona por escrito es en 1525. Entre 1984 y 1992, se hicieron investigaciones que ayudaron a entender mejor el monumento.

¿Qué son los arcos honoríficos?

Los arcos romanos, como el de Bará, reemplazaron a las columnas que se usaban antes para honrar a personas importantes. Aunque a veces se les llama "arcos triunfales", es más correcto decir "arcos honoríficos". Esto es porque no siempre se construían para celebrar victorias militares.

Estos arcos solían tener relieves, estatuas en la parte superior e inscripciones. Las inscripciones mencionaban a las personas homenajeadas y el motivo de la construcción. En latín, se les llamaba fornix, arcus o ianus.

Desde la época del emperador Augusto, este tipo de construcción se extendió por todo el Imperio Romano. La mayoría de estos arcos se dedicaban al emperador. Así, se convirtieron en un símbolo importante de la presencia de Roma en diferentes lugares.

No todos los arcos tenían la misma función. Algunos marcaban los límites de un territorio. Otros estaban dentro de las ciudades, delimitando zonas o cerca de ríos. Algunos incluso tenían un propósito funerario, construidos en memoria de personas o familias importantes.

Arcos romanos en España

A partir del gobierno de Augusto, en las ciudades y caminos de las provincias romanas de España, comenzaron a aparecer arcos honoríficos. Estos podían ser construidos por el gobierno o por ciudadanos.

Siguiendo el modelo de Roma, la construcción de arcos se extendió rápidamente. Sin embargo, solo unos pocos han llegado hasta nuestros días en buen estado. Algunos ejemplos son los arcos de Alcántara y Cáparra en Cáceres, el de Cabanes en Castellón, el de Medinaceli en Soria, y los de Martorell y Bará.

Otros arcos ya no existen, pero los conocemos por dibujos antiguos o por restos de sus piezas. Por ejemplo, el arco de Ciempozuelos (Madrid) o el de Córdoba. También sabemos de algunos por inscripciones o monedas, como el posible arco de Tarraco dedicado a Galba.

Los arcos en las provincias romanas de España son bastante sencillos en su decoración. Aunque no tienen tantos adornos como otros, muchos estaban coronados por estatuas o grupos de esculturas.

¿Quién construyó el Arco de Bará?

Archivo:Las Glorias Nacionales, 1852 "Arco de Bará" (4013186487)
Arco de Bará en Las glorias nacionales (1852-1854).

El Arco de Bará se construyó en el límite de la zona de Tarraco, a unos 25 kilómetros al noreste de la ciudad. Este lugar era importante geográficamente.

La construcción del arco se relaciona con los cambios administrativos que hizo Augusto en el año 27 a.C. En ese momento, Tarraco se convirtió en la capital de la provincia romana de Hispania Citerior. También se mejoró la red de caminos en España.

La construcción de arcos honoríficos por personas privadas, como Lucio Licinio Sura, era común. Él decidió que el arco se construyera después de su muerte. La inscripción en el arco, que se encuentra en la parte norte, lo confirma:

EX TESTAMENTO. L. LICINI. L.F. SERG. SURAE CONSECRATUM

Esta inscripción significa que el arco fue "consagrado por el testamento de Lucio Licinio Sura, hijo de Lucio, de la tribu Sergia". Se cree que el arco fue dedicado al emperador Augusto, aunque su nombre no aparece en esta inscripción.

Lucio Licinio Sura pertenecía a la tribu Sergia, lo que significa que no era de Tarraco. No se sabe mucho más de él, pero el hecho de que pagara la construcción de un arco sugiere que era una persona rica e importante en la ciudad.

Las investigaciones más recientes sugieren que este Lucio Licinio Sura podría ser el mismo que fue prefecto (un tipo de gobernador) de la Colonia Victrix Iulia Lepida, mencionado en monedas del año 39 a.C.

Cambios en el Arco a lo largo del tiempo

El Arco de Bará ya estaba bastante dañado en 1563, cuando fue dibujado por Anton Van de Wyngaerde. Continuó deteriorándose hasta 1788, cuando se hizo una restauración importante. En esa restauración, se reemplazaron bloques de piedra dañados y se reconstruyeron partes que habían desaparecido.

En 1840, hubo otra restauración, pero esta fue muy desafortunada. El gobernador de Tarragona, Juan Van Halen y Sartí, quiso dedicar el arco a la reina Isabel II y al general Espartero, llamándolo "Arco de la Paz". Esto causó la destrucción de algunas piezas originales y la desaparición de parte de la inscripción latina. Además, pintaron todo el monumento de color ocre.

En julio de 1936, el arco sufrió daños. El Servicio de Catalogación y Conservación de Monumentos de la Generalidad de Cataluña intervino rápidamente para protegerlo y restaurarlo.

Entre 1984 y 1992, se realizaron más investigaciones y excavaciones. La última gran restauración se llevó a cabo entre 1992 y 1998. Esta restauración, financiada por el Ministerio de Fomento, le dio al arco su aspecto actual. Es importante saber que muchas de las piedras que vemos hoy son de estas restauraciones, y solo cuatro de los capiteles son originales de la época romana.

El Arco como símbolo

El Arco de Bará no es solo un monumento romano importante. También se ha convertido en un símbolo y un atractivo turístico. Su imagen se ha usado en portadas de libros, logotipos de empresas y asociaciones, y en todo tipo de objetos como camisetas y postales.

Ha sido fotografiado desde los inicios de la fotografía y ha aparecido en películas y documentales. Es un testigo silencioso de la historia y representa la herencia romana que ha llegado hasta nuestros días.

¿Quién ha estudiado el Arco de Bará?

La primera mención escrita del Arco de Bará es de P. A. Beuter en 1538. Él lo relacionó con una leyenda sobre un personaje llamado Bara. Beuter también hizo el primer dibujo del arco en 1546.

Más tarde, L. Pons de Icart (1572) transcribió correctamente parte de la inscripción. A. Agustí (1587) lo consideró un arco triunfal de la época de Trajano. Su opinión fue muy influyente y su libro se tradujo y reeditó muchas veces.

En el siglo XVIII, E. Flórez (1769) analizó los estudios anteriores y publicó un excelente grabado del arco. A. de Laborde (1806) hizo una descripción detallada y publicó dos láminas extraordinarias con vistas y reconstrucciones del arco.

En el siglo XIX, E. Hübner (1869) estudió la inscripción, y A. Fernández-Guerra (1870) propuso que el arco marcaba el límite entre dos pueblos antiguos, los cosetanos y los ilergetes.

En el siglo XX, muchos científicos estudiaron el monumento. Destacan los trabajos de los arquitectos R. Reventós y N. M. Rubió (1931), el historiador A. García y Bellido (1974), el epigrafista G. Alföldy (1975), el arquitecto A. Jiménez (1975 y 1977) y, especialmente, la tesis doctoral del arqueólogo X. Dupré (1994).

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Arc de Berà Facts for Kids

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