Anaxarco para niños
Anaxarco (en griego: Ἀνάξαρχος) fue un filósofo griego que vivió en el siglo IV antes de Cristo, en una ciudad llamada Abdera. Fue amigo cercano de Alejandro Magno y lo acompañó en muchas de sus aventuras. Por su forma de ser, siempre tranquilo y fuerte, lo llamaban "el Eudaimónico", que significa alguien que busca la felicidad y el bienestar.
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¿Quién fue Anaxarco?
Anaxarco aprendió de maestros como Diógenes de Esmirna y Metrodoro de Quíos. Siguió las ideas de la escuela atomista y escéptica de Demócrito. Esto significa que creía que todo está hecho de pequeñas partículas (átomos) y que es difícil saber la verdad absoluta sobre las cosas.
Anaxarco y Alejandro Magno
Anaxarco se convirtió en un amigo y consejero importante para Alejandro Magno. Lo acompañó en sus viajes por Asia. También fue maestro de Pirrón, otro filósofo, a quien le enseñó a no preocuparse demasiado por lo que pasaba a su alrededor. Esta idea fue muy importante para el desarrollo del pensamiento escéptico, que duda de la posibilidad de conocer la verdad con certeza.
La forma de ser de Anaxarco era un poco especial. A veces parecía que elogiaba mucho a Alejandro, pero otras veces lo desafiaba. Por ejemplo, cuando Alejandro se comparaba con los dioses, Anaxarco le preguntó si podía lanzar truenos como Zeus. Alejandro se rio y dijo que no lo haría para no asustar a nadie. Sin embargo, Anaxarco también animó a otros a respetar a Alejandro, diciendo que lo harían de todos modos, vivo o muerto.
Un encuentro complicado
En una ocasión, durante una cena, Anaxarco hizo un comentario que no le gustó a uno de los invitados, Nicocreón, quien era un gobernante de Chipre. Este incidente hizo que Nicocreón se convirtiera en su enemigo.
Más tarde, después de un viaje a la India, Pirrón, el alumno de Anaxarco, se distanció de él. Pirrón prefería las ideas de los filósofos de la India, quienes no veían con buenos ojos la vida social de Anaxarco. Una vez, Anaxarco tropezó y cayó en un pantano. Pirrón pasó de largo sin ayudarlo. Esto sorprendió a muchos, pero Anaxarco no se enojó. Al contrario, elogió a Pirrón por seguir la idea de no dejarse afectar por las situaciones externas, algo que él mismo le había enseñado.
El final de Anaxarco
Cuando Anaxarco regresaba a Grecia después de la muerte de Alejandro, intentó evitar pasar por los territorios de Nicocreón. Pero un accidente en el mar lo llevó a Chipre, donde fue capturado por su enemigo. Nicocreón ordenó que lo mataran de una forma muy dura. Anaxarco enfrentó su muerte con mucha valentía. Incluso en medio del dolor, se burló de sus verdugos diciendo: "machaca el envoltorio de Anaxarco, que a Anaxarco no lo machacas". Esto significaba que solo podían dañar su cuerpo, pero no su espíritu o su mente.
Según una historia, cuando Nicocreón amenazó con cortarle la lengua, Anaxarco se la cortó él mismo con un mordisco y se la escupió a la cara. Este acto lo convirtió en un símbolo de la fuerza mental y el control de uno mismo para los filósofos que vinieron después.
¿Qué pensaba Anaxarco?
No se conservan muchos escritos de Anaxarco, así que lo que sabemos de su filosofía viene de historias y pequeños fragmentos. Sus ideas se encuentran entre el atomismo de Demócrito y el escepticismo de Pirrón.
La realidad y la felicidad
Anaxarco creía que lo que percibimos con nuestros sentidos no siempre es la realidad. Pensaba que todo lo que vemos o sentimos podría ser falso, como un sueño o una obra de teatro. Sin embargo, su escepticismo era práctico. Decía que, como es tan difícil saber la verdad, el objetivo principal en la vida debe ser buscar la felicidad, a la que llamaba eudaimonía. Para lograrla, era importante aprender a ser indiferente a las cosas que nos perturban, una idea llamada adiaforía.
Anaxarco también escribió un libro llamado Sobre el reinado. En él, decía que tener mucho conocimiento puede ser bueno o malo. Lo más importante, según él, era saber qué decir y cuándo decirlo. Este libro podría haber servido para apoyar la autoridad de gobernantes como Alejandro Magno. A diferencia de otros filósofos, Anaxarco no rechazaba los lujos ni la vida de la corte, lo que a veces le valió críticas.
Anaxarco también compartía la idea de que existen muchos mundos, no solo el nuestro, una creencia que venía de la filosofía atomista.
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Véase también
En inglés: Anaxarchus Facts for Kids