Papel amate para niños
El papel amate es un tipo de papel hecho a mano que se utiliza en Mesoamérica desde hace muchísimo tiempo, incluso antes de la llegada de los europeos. Su nombre viene de la palabra náhuatl amatl.
Este papel se fabrica con la corteza de ciertos árboles, como los llamados jonotes blanco y rojo, que son tipos de higueras. La corteza se aplasta y se cuece en agua con cal. El resultado es una lámina con fibras que puede tener colores desde el marrón oscuro hasta el amarillo claro. Es un material similar a las telas de corteza que hacían los pueblos de las islas del Pacífico sur. Antiguamente, también se usaba la corteza de otros árboles, como el morus.
Los primeros usos del papel amate se remontan a hace más de 2000 años, en el Preclásico Medio. Se ha encontrado evidencia de su uso en representaciones antiguas, como en el Monumento 52 de San Lorenzo, en Veracruz, México. El papel amate no solo se usaba para hacer códices (libros antiguos), como los Códices Techialoyan, sino también para ofrendas especiales.
Hoy en día, la fabricación de papel amate sigue viva en la comunidad otomí de San Pablito, en Puebla. Allí, puedes visitar un museo donde se muestra cómo se hace este papel y se exhiben diseños artísticos hechos con él. Esto ayuda a mantener viva la tradición y a atraer visitantes.
Contenido
¿Cómo se fabrica el papel amate?
Aunque ha habido algunas mejoras, el papel amate se sigue haciendo de forma muy parecida a como se hacía en la antigüedad. El proceso comienza obteniendo la corteza de los árboles.
Selección y preparación de la corteza
Tradicionalmente, se usan árboles de la familia del ficus (higueras). Las especies más comunes son Ficus cotinifolia, Ficus padifolia y Ficus petiolaris. También se usan otras especies como Morus celtidifolia y Heliocarpus donnellsmithii. Se prefiere la corteza interior, que es más suave, pero también se usan otras partes del árbol.
En la época prehispánica, la corteza se remojaba en agua por uno o dos días para ablandarla. En el siglo XX, se empezó a hervir la corteza para acelerar el proceso. Para que se ablandara más rápido, se añadían cenizas o cal al agua. Ahora, a veces se usa sosa cáustica, lo que puede reducir el tiempo de cocción a solo unas pocas horas.
Después de hervir, la corteza se enjuaga con agua limpia. Si se desea, se puede blanquear con cloro. Si se quiere que el papel tenga color, se usan tintes industriales.
Formación y secado del papel
Las fibras húmedas de la corteza se colocan sobre tablas del tamaño deseado para el papel. Las tablas se frotan con jabón para que las fibras no se peguen. Las fibras se acomodan en la tabla y se golpean con una piedra volcánica para aplanarlas.
Para hacer papel de alta calidad, las fibras se organizan en forma de cuadrícula. Si se busca un acabado más rústico, las fibras se colocan de forma más desordenada. Al golpear las fibras, se liberan sustancias que actúan como pegamento natural, uniendo el papel. Una vez aplanado, se puede frotar el papel con una cáscara de naranja para darle un acabado liso y suave.
Finalmente, la lámina de papel aplanada se deja secar al sol, aún sobre la tabla. Dependiendo del clima, esto puede tardar desde un par de horas hasta varios días.
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Véase también
En inglés: Amate Facts for Kids