Teresa Di Marzo para niños
Teresa Di Marzo (nacida en São Paulo el 4 de agosto de 1903 y fallecida en la misma ciudad el 9 de febrero de 1986) fue una de las primeras mujeres en volar un avión en Brasil.
Ella comparte este importante logro con otras pioneras de la aviación brasileña como Anésia Pinheiro Machado y Ada Rogato.
Los padres de Teresa, Alfonso di Marzo y María Riparullo, eran inmigrantes de Italia. Teresa tenía seis hermanos. A los diecisiete años, Teresa decidió que quería ser piloto de aviación. Su familia, especialmente su padre, que era comerciante y tenía otros planes para ella, no estaba de acuerdo con su deseo.
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¿Cómo aprendió Teresa Di Marzo a volar?
A pesar de la oposición de su familia, Teresa Di Marzo estaba decidida. Caminó hasta el aeródromo Brasil, en Jardim Paulista, para empezar sus clases de vuelo. Allí, los hermanos italianos Giovanni y Enrico Robba, pilotos que habían participado en la Primera Guerra Mundial, la aceptaron como alumna.
Primeros pasos en la aviación
En marzo de 1921, Teresa comenzó su curso de pilotaje. Las clases costaban 600.000 reales por diez horas de vuelo. Como sus padres no la ayudaron económicamente, Teresa tuvo que vender su tocadiscos (una victrola) para poder pagar las lecciones.
Sus instructores viajaban mucho, así que Teresa también tomó clases con el piloto alemán Fritz Roesler, quien también había sido piloto en la Primera Guerra Mundial. Teresa hizo su primer vuelo sola el 17 de marzo de 1922. Después de ese, realizó cuatro vuelos más sin compañía.
El examen para ser piloto
El 8 de abril de 1922, Teresa hizo su examen para obtener su licencia de piloto. Voló en un avión Caudrón G.3, de fabricación francesa. Realizó todas las maniobras que le pidieron a la perfección y aterrizó en una pista corta y estrecha. Su habilidad impresionó a los examinadores, que incluían a importantes figuras de la aviación de la época.
Teresa fue aprobada y recibió la licencia número 76 del Aeroclube do Brasil. Este club estaba afiliado a la Federación Aeronáutica Internacional. Así, Teresa Di Marzo se convirtió en la primera mujer brasileña en obtener un diploma de piloto-aviador internacional. Fue muy reconocida y apareció en muchos periódicos.
La emocionante carrera de Teresa Di Marzo
Pocos días después de obtener su licencia en 1922, Teresa hizo su primer vuelo largo. Voló hasta el puerto de Santos, a unos 50 kilómetros de São Paulo, y sobrevoló la estatua de Bartolomeu de Gusmão. El 17 de junio de 1922, Teresa formó parte de la escuadra de aviones que dio la bienvenida a Sacadura Cabral y Gago Coutinho, dos aviadores portugueses que habían realizado la primera travesía aérea del Atlántico sur.
Durante un conflicto en 1924, el avión con el que Teresa daba clases fue tomado. Cuando lo recuperó, era muy difícil conseguir el combustible necesario y mantener el avión se había vuelto mucho más caro.
Vuelos con pasajeros y un susto en el aire
Teresa Di Marzo organizaba las "Tardes de Aviación", donde llevaba pasajeros a volar. Una tarde, ella y otro piloto llamado Átila despegaron del Aeroclub de Ypiranga. Teresa estaba al mando del avión.
Volaban a baja altura sobre el Estadio Palestra Italia, y Átila debía lanzar flores a los jugadores. Sin querer, Átila tocó el selector de combustible, cortando la gasolina al motor. El motor se detuvo. Teresa Di Marzo rápidamente buscó un lugar seguro para aterrizar. En el último momento, intentó mover el selector de gasolina una vez más. A pocos metros del suelo, el motor volvió a encenderse y el vuelo continuó sin problemas.
Teresa siguió volando durante cuatro años. Tuvo un avión Caudrón G3, al que llamó St. Paul, y más tarde compró un avión Oriol. Voló unas 350 horas registradas oficialmente, y muchas más que no se contaron.
Construyendo un hangar y una escuela
En 1923, Teresa se embarcó en una nueva aventura: construir un hangar en Ipiranga, un barrio de São Paulo. Para conseguir el dinero, pedía donaciones en la plaza pública de Santos. Fritz Roesler la ayudó a comprar los materiales.
Con la ayuda de su hermano Antonio di Marzo, construyeron el hangar. Finalmente, inauguró el hangar Teresa Di Marzo, que se convirtió en la sede de la Escuela de Aviación Ypiranga. Fritz Roesler compró muchas piezas y aviones para la escuela.
Los fondos para la escuela venían de las visitas diarias de Teresa a la ciudad de Santos, donde, por sugerencia del alcalde, recorría tiendas y negocios para conseguir donaciones.
Matrimonio y el fin de su carrera de piloto
En esa época, su instructor Fritz Roesler se enamoró de ella. Teresa Di Marzo aceptó casarse con él. Se casaron el 25 de septiembre de 1926. Su boda fue muy comentada y asistieron muchas personas importantes.
Después de casarse, aunque Teresa acompañaba a su esposo en sus vuelos, ella ya no pilotó aviones. Roesler cerró las actividades de la Escuela de Aviación Ypiranga y también el Club de Planeadores que Teresa había fundado. Ese mismo año, vendieron el hangar Teresa Di Marzo y se mudaron al Campo de Marte. El nuevo hangar en Marte fue llamado Maneco, en honor a Manuel de Lacerda Franco, amigo de Roesler.
En esa época, mantener un avión era cada vez más difícil. Teresa Di Marzo le pidió al presidente de Brasil, Washington Luís, ayuda económica para pagar la gasolina. El presidente le respondió que no podía apoyar algo tan arriesgado. Los gastos eran muchos y Teresa no podía cubrirlos. Poco después, tuvo que cerrar tanto el hangar como la escuela de aviación.
El matrimonio de Teresa y Fritz duró 45 años.
Reconocimientos y últimos años
Teresa Di Marzo recibió varios premios por su contribución a la aviación:
- 1961: Pionera de la Aeronáutica, de la Fundación Santos Dumont.
- 1976: Mérito Aeronáutico, del Ministerio de Aeronáutica.
- 1980: Medalla de Oro Santos Dumont.
Unos dos años antes de fallecer, Teresa Di Marzo compartió que sentía mucha tristeza por haberse sentido olvidada en la historia de la aviación brasileña.
Teresa Di Marzo falleció en São Paulo el 9 de febrero de 1986. Fue enterrada junto a su esposo Fritz Roesler, quien había fallecido el 2 de julio de 1971, en el cementerio de Araçariguama.