Taxonomía de objetivos de la educación para niños
La taxonomía de los objetivos educativos es como un mapa o una guía que ayuda a los educadores a organizar y entender los diferentes tipos de aprendizaje. Imagina que quieres aprender a andar en bicicleta; no solo necesitas saber cómo funciona (conocimiento), sino también sentirte seguro y motivado (emociones), y finalmente, poder pedalear y mantener el equilibrio (habilidades físicas). Esta taxonomía clasifica los objetivos de aprendizaje en niveles, desde los más sencillos hasta los más complejos.
Uno de los modelos más conocidos es la Taxonomía de Bloom, propuesta en 1956 por Benjamin Bloom y un grupo de educadores. Esta taxonomía se enfoca en cómo pensamos y aprendemos, sugiriendo que para dominar algo difícil, primero debemos entender las bases más sencillas. Es una forma de ver el aprendizaje de manera completa, buscando que los estudiantes desarrollen todas sus capacidades.
En 1948, un comité de educadores comenzó a desarrollar la idea de clasificar los objetivos educativos en tres grandes áreas o "dimensiones". Estas dimensiones fueron luego desarrolladas por expertos como Benjamin Bloom, David Krathwohl, R.H. Dave, Anita Harrow y Elizabeth Simpson.
- Dimensión afectiva
- Dimensión psicomotora
- Dimensión cognitiva
A continuación, exploraremos cada una de estas importantes dimensiones.
Contenido
¿Qué es la Taxonomía de los Objetivos Educativos?
La taxonomía de los objetivos educativos es una herramienta que usan los profesores y diseñadores de cursos para definir qué se espera que los estudiantes aprendan. Ayuda a crear lecciones y actividades que sean adecuadas para cada nivel de conocimiento y habilidad. Al clasificar los objetivos, se puede asegurar que el aprendizaje sea progresivo y completo.
Las Tres Dimensiones del Aprendizaje
El aprendizaje no es solo memorizar datos. Involucra diferentes partes de nosotros: cómo pensamos, cómo sentimos y cómo actuamos. Por eso, la taxonomía divide los objetivos en tres dimensiones principales, cada una enfocada en un aspecto diferente del desarrollo del estudiante.
Dimensión Cognitiva: Pensar y Entender
Esta dimensión se centra en el conocimiento y el desarrollo de habilidades intelectuales. Es la más conocida gracias a la Taxonomía de Bloom. Incluye procesos como recordar información, entender ideas, aplicar lo aprendido, analizar situaciones, evaluar información y crear cosas nuevas. Por ejemplo, cuando estudias historia, estás usando tu dimensión cognitiva para recordar fechas y entender eventos.
Dimensión Afectiva: Sentir y Valorar
La dimensión afectiva se refiere a cómo reaccionamos emocionalmente, cómo valoramos las cosas y cómo desarrollamos nuestras actitudes y sentimientos. Es la parte del aprendizaje que nos ayuda a conectar con los demás y con el mundo. Por ejemplo, aprender a trabajar en equipo o a apreciar el arte son objetivos de esta dimensión.
Hay cinco niveles en el dominio afectivo, que van de lo más simple a lo más complejo:
- Recepción: Es el nivel más básico. Significa que el estudiante presta atención de forma pasiva. Por ejemplo, escuchar a un compañero hablar sobre un tema. Sin prestar atención, es difícil aprender.
- Respuesta: El estudiante participa activamente. No solo escucha, sino que también reacciona de alguna manera. Por ejemplo, responder una pregunta o participar en una discusión.
- Valoración: El estudiante le da importancia o valor a un objeto, idea o información. Por ejemplo, decidir que la lectura es importante para su futuro.
- Organización: Los estudiantes pueden agrupar diferentes valores, ideas e informaciones. Las acomodan dentro de su propia forma de pensar, comparando y relacionando lo que han aprendido. Por ejemplo, entender cómo diferentes valores culturales se relacionan entre sí.
- Caracterización: El estudiante tiene un valor o creencia particular que ahora influye en su comportamiento de forma constante. Se convierte en parte de su personalidad. Por ejemplo, alguien que siempre actúa con honestidad porque valora mucho la verdad.
Es muy importante que los estudiantes estén motivados, porque si no hay interés, el deseo de aprender es mucho menor.
Dimensión Psicomotora: Hacer y Crear
Esta dimensión se refiere a las habilidades físicas y la capacidad de manipular herramientas o instrumentos. Los objetivos psicomotores buscan desarrollar la coordinación, la destreza y la habilidad para realizar acciones. Por ejemplo, aprender a tocar un instrumento musical, dibujar o practicar un deporte.
Existen varias versiones de la taxonomía de objetivos psicomotores, creadas por diferentes expertos:
- Taxonomía de R.H. Dave: Incluye niveles como imitación (copiar una acción), manipulación (realizar una acción siguiendo instrucciones), precisión (hacer la acción sin ayuda), coordinación (combinar varias acciones) y naturalización (hacer la acción de forma automática y fluida).
- Taxonomía de Anita Harrow: Se enfoca en movimientos reflejos (acciones involuntarias), movimientos naturales (acciones básicas como caminar), movimientos perceptivos (usar los sentidos para guiar el movimiento), aptitudes físicas (fuerza, resistencia), habilidades motrices (deportes, baile) y comunicación no verbal (expresarse con el cuerpo).
- Taxonomía de Elizabeth Simpson: Sus niveles son percepción (usar los sentidos para entender una acción), disposición de acción (estar listo para actuar), respuesta dirigida (realizar una acción con guía), automatización (hacer la acción sin pensar), respuesta amplia (adaptar la acción a nuevas situaciones), adaptación (modificar la acción para un nuevo problema) y creación (inventar nuevas formas de hacer algo).
¿Por qué es Importante la Taxonomía?
La taxonomía de los objetivos educativos es una herramienta muy útil para los profesores. Les ayuda a:
- Diseñar clases más efectivas: Al saber qué tipo de aprendizaje se busca, pueden planificar actividades adecuadas.
- Evaluar el progreso: Permite medir si los estudiantes están alcanzando los objetivos en todas las dimensiones del aprendizaje.
- Fomentar un aprendizaje completo: Asegura que los estudiantes no solo memoricen, sino que también entiendan, apliquen, analicen, valoren y desarrollen habilidades prácticas.
- Comunicar expectativas: Ayuda a los estudiantes a entender qué se espera de ellos en cada tarea o proyecto.
Véase también
En inglés: Bloom's taxonomy Facts for Kids
- Tecnología educativa
- Jerarquía del Conocimiento
- Educación física
- Psicología educativa