Suicidio para niños
Datos para niños Suicidio |
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Especialidad | psiquiatría psicología |
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El suicidio (del latín: suicidium) es el acto por el que una persona se provoca la muerte de forma intencionada. Por lo general es consecuencia de un sufrimiento psíquico y desesperación derivado o atribuible a circunstancias vitales como las dificultades financieras, los problemas en las relaciones interpersonales, soledad o el acoso psicológico. Estas pueden llegar a dar forma a una patología psiquiátrica y ser catalogadas de trastornos mentales como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, el trastorno límite de la personalidad, u otros.
Para prevenir el suicidio resulta efectivo abordar las causas y circunstancias a través de psicoterapia. Se considera que una apropiada cobertura del tema por los medios de comunicación limita los intentos. Un abordaje dirigido hacia las raíces y causas del suicidio implica, entre otras vías, trabajar con la mejora de las condiciones económicas.
La visión del suicidio está influenciada por temas como la religión, el honor y el sentido de la vida. Tradicionalmente las religiones abrahámicas lo consideran un pecado, debido a su creencia en la santidad de la vida. Algunas estadísticas señalan que las tasas de suicidio son más altas en el ateísmo.
Las personas que presentan inclinaciones suicidas necesitan ser atentidas de manera urgente.
Factores de riesgo
Padecer algún trastorno mental de base (como trastorno depresivo, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastornos del espectro autista, trastorno límite de la personalidad, trastornos de la conducta alimentaria entre otros), haber sufrido traumatismos craneoencefálicos, o ser portador de diversos factores genéticos son elementos asociados a un mayor riesgo.
Las condiciones estructurales y problemas socioeconómicos como pobreza, violencia, desempleo, migración, sinhogarismo, discriminación, estigma social, etc facilitan la sinergia de los distintos factores que influyen en el suicidio.
Por otra parte, trastornos del sueño como el insomnio o la apnea del sueño son también factores de riesgo. En algunos casos, los trastornos del sueño pueden ser un factor de riesgo independiente para la depresión. Otras condiciones médicas pueden presentarse con síntomas similares a los trastornos del estado de ánimo, incluyendo el hipertiroidismo, el Alzheimer, los tumores cerebrales, el lupus eritematoso sistémico y efectos adversos de ciertos fármacos (como beta bloqueadores y esteroides).
Factores psicosociales
Ciertos estados psicológicos pueden incrementar el riesgo, como las ideas de minusvalía y desesperanza, anhedonia, depresión y ansiedad. También influye una pobre capacidad de resolver problemas, pérdida de capacidades que antiguamente se tenían y poco control de los impulsos. En adultos mayores, es importante la percepción de ser una carga para otras personas.
Las situaciones emocionales negativas o adversas en la vida de las personas, como por ejemplo: el duelo o la pérdida de un familiar o amigo, de un trabajo o el aislamiento social (como el vivir solo), incrementan el riesgo. Asimismo, las personas que nunca se han casado tienen un riesgo mayor. Al contrario, el ser religioso puede reducirlo.
El incremento de la pobreza relativa, en comparación con las personas que rodean al individuo, incrementa el riesgo.
Algunos estudios correlacionan las crisis económicas con el aumento de muertes por suicidio.
Otro factor psicosocial que aumenta el riesgo de suicidio es la soledad, un problema muy extendido en las sociedades modernas. Esta circunstancia se da con frecuencia en personas mayores así como en personas separadas o divorciadas.
Prevención
La prevención del suicidio abarca los esfuerzos colectivos encaminados a reducir la incidencia del suicidio por medio de medidas preventivas. Una forma de reducir el riesgo es limitar el acceso a ciertos métodos. Otras medidas incluyen: reducir el acceso a barreras en puentes y plataformas del metro. Puede resultar efectivo el tratamiento de trastornos psicológicos. En adultos jóvenes, la terapia cognitivo-conductual puede ayudar a mejorar los resultados. El desarrollo económico por medio de su habilidad de reducir la pobreza es capaz de reducir las tasas de suicidio. Son efectivas las medidas que incrementan la conexión social, especialmente en hombres adultos mayores. El Día Mundial para la Prevención del Suicidio se celebra cada 10 de septiembre con el apoyo de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud.
Legislación
Diferentes países han creado mecanismos legales para mejorar las condiciones a la hora de enfrentar los factores de riesgo de suicidio, así como implementar programas de prevención liderados por instituciones como la Organización Mundial de la Salud o la Organización Panamericana de la Salud.
Véase también
En inglés: Suicide Facts for Kids