Sala de la Verna para niños
La Sala de la Verna es una enorme cueva natural que se encuentra bajo tierra en la localidad de Sainte-Engrâce, en el País Vasco francés. Forma parte de un sistema de cuevas más grande llamado Sistema de la Piedra de San Martín – Gouffre des Partages. Fue descubierta en 1953 y se abrió para que el público pudiera visitarla en el año 2010.
Contenido
¿Qué es la Sala de la Verna?
La Sala de la Verna es un espacio natural subterráneo impresionante. Es tan grande que actualmente es la cueva más grande del mundo que se puede visitar.
Un Espacio Gigante Bajo Tierra
La Sala de la Verna es realmente enorme. Mide 194 metros de altura, ¡como un edificio de casi 60 pisos! De ancho tiene 245 metros y su superficie es de 5 hectáreas, lo que equivale a unos siete campos de fútbol. Su volumen es de 3.6 millones de metros cúbicos.
Estas dimensiones la convierten en la sala subterránea más grande de Francia. En Europa, es la cuarta más grande, después de la Torca del Carlista en España, la Sala Gigantilor en Rumanía y la Sala del Eclipse, que forma parte del mismo sistema de cuevas.
Gracias a su gran tamaño, en el año 2003, un globo aerostático con cuatro personas a bordo pudo volar dentro de la Sala de la Verna.
¿De Dónde Viene el Nombre "La Verna"?
El nombre de la Sala de la Verna proviene del grupo al que pertenecían algunos de sus descubridores. Los exploradores de cuevas Daniel y Pierre Eppely, Michel Letrône, Louis y Georges Ballandraux, formaban parte de un grupo scout llamado “Clan de La Verna”. Ellos ya estaban participando en las exploraciones de la Sima de San Martín desde 1952.
¿Cómo se Formó esta Gran Cueva?
El Sistema de la Piedra de San Martín se formó por la acción del agua. El agua disolvió las rocas calizas, que son un tipo de roca blanda. Una corriente de agua llamada Saint Vincent llegó a capas de roca más dura, llamada esquisto, que no se disuelve tan fácilmente. El agua se deslizó sobre estas capas hasta que la composición de las rocas cambió en la zona de la Sala de la Verna.
Este cambio en los materiales hizo que las rocas se hundieran hace entre 194.000 y 211.000 años. Esto creó una depresión de unos 100 metros de altura, por donde el agua cae en forma de cascada. En la pared opuesta de la sala, todavía se puede ver el conducto original por donde pasaba el río, llamado Galería Aranzadi. Después de pasar por el fondo de la Sala de la Verna, el río Saint Vincent vuelve a aparecer 1.500 metros más abajo.
El tamaño de la Sala de la Verna es tan grande que atraviesa diferentes capas de roca muy antiguas. En el fondo de la sala se ven rocas calizas del Devónico, y encima de ellas, rocas del Carbonífero. También hay calizas del Santoniense y muchas rocas del Cuaternario.
Historia de la Exploración y Uso de la Sala
La historia de la Sala de la Verna está llena de exploraciones y proyectos.
Primeras Investigaciones y Descubrimientos
Entre 1950 y 1956, un experto en aguas subterráneas llamado Fernand Ravier estudió los ríos bajo el Macizo de Larra-Belagua. Él descubrió el recorrido de los ríos subterráneos y los nombró Saint Vincent y Saint Georges. Siguiendo sus investigaciones, los exploradores de cuevas, dirigidos por Max Cosyns, buscaron estas corrientes.
Así fue como Georges Lépineux descubrió la Sima de San Martín en 1950, que fue la primera entrada al Sistema de la Piedra de San Martín. Esta sima fue explorada por primera vez en 1951, alcanzando una profundidad de 340 metros, lo que la convirtió en el pozo vertical más profundo del mundo en ese momento. Las exploraciones continuaron en 1952, llegando a los 550 metros de profundidad, pero la expedición se detuvo por un accidente.
El Descubrimiento de la Sala de la Verna
Las exploraciones se reanudaron en 1953. Varios grupos de exploradores de cuevas se turnaron para seguir el curso del río Saint Vincent. El 13 de agosto, Georges Lépineux, Jimmy Théodor, Daniel Eppely, Michel Letrône y Georges Ballandraux encontraron la Sala de la Verna. En el fondo de la sala, midieron una profundidad de 734 metros desde la superficie, lo que en ese momento fue un nuevo récord mundial de profundidad.
Proyectos y Desafíos del Túnel
Un ingeniero llamado Jacques Labeyrie pensó que la cascada de la Sala de la Verna podría usarse para generar electricidad. Norbert Casteret le propuso la idea a una empresa de energía, EDF, que se interesó. Por eso, en 1956, comenzaron a perforar un túnel para llegar a la sala. Sin embargo, los mapas de 1953 no eran muy precisos, y en lugar de encontrar La Verna, encontraron otra cueva diferente. Los trabajos de perforación se detuvieron.
En 1960, se planeó hacer un nuevo mapa más preciso desde la Sima Lépineux hasta La Verna. Exploradores de cuevas franceses y españoles colaboraron, con el apoyo de sus respectivos ejércitos. Durante esta expedición, miembros de la Sociedad de Ciencias Aranzadi estudiaron la geología de La Verna y descubrieron que a 100 metros de altura debía haber una continuación del antiguo curso del río. Esta parte, la Galería Aranzadi, fue descubierta en 1961. Con el nuevo mapa, se reanudaron los trabajos del túnel, que finalmente llegó a La Verna en diciembre de ese mismo año.
Durante siete años, EDF midió el caudal del río Saint Vincent. En 1967, llegaron a la conclusión de que no había suficiente agua para que el proyecto fuera rentable en ese momento. Así, el proyecto se abandonó, y durante muchos años el túnel solo se usó para la exploración de cuevas.
Apertura al Público
En el año 2000, otra empresa de energía, SHEM, retomó el proyecto de aprovechar el agua de La Verna para generar electricidad. Construyeron la instalación actual, que usa 1 metro cúbico de agua para alimentar una pequeña central eléctrica. También repararon el túnel y el camino de acceso. El dinero que la empresa paga a los municipios cercanos permitió acondicionar la Sala de la Verna (con una inversión de 900.000 €) y abrirla al público en 2010.
Actualmente, la exploración de cuevas en el Sistema de la Piedra de San Martín – Gouffre des Partages continúa, y todavía hay misterios por resolver dentro de la propia Sala de la Verna.
Vida en la Oscuridad: La Biología de La Verna
La Sala de la Verna es el hogar de algunos animales muy especiales.
Insectos Adaptados a la Cueva
Los habitantes únicos de la Sala de la Verna son unos pequeños escarabajos de la familia Carabidae. Son ciegos y no tienen color, ya que viven en la oscuridad total. En 1960, se identificaron 21 especies de animales en La Verna, incluyendo algunos de los géneros Aphoenops e Hydraphaenops. Las dos especies más comunes son Aphoenops loubensi y Aphoenops cabidochei.
Investigación Científica
Durante los primeros años, la investigación de la vida en las cuevas de La Verna estuvo a cargo de Michel Cabidoche y su esposa Madeleine Guillemet. Instalaron cinco estaciones dentro de la sala y recogieron datos cada mes durante cuatro años seguidos. Este trabajo fue muy innovador en su momento, porque fue la primera vez que se hacía una investigación de este tipo directamente en la cueva, en lugar de en un laboratorio.
Después de que la cueva se abriera al público en 2010, la investigación de esta fauna pasó a manos del grupo del profesor Arnaud Faille, del Museo Nacional de Historia Natural de Francia.
Véase también
En inglés: La Verna cave Facts for Kids