Sacrificios humanos en la cultura maya para niños
Durante la época precolombina, el sacrificio humano en la cultura maya fue una ofrenda ritual para alimentar a los dioses. La sangre era vista como potente fuente de nutrición de las deidades mayas, y el sacrificio de una criatura viviente por tanto una apreciada ofrenda. Por extensión, el sacrificio de una vida humana era la ofrenda definitiva de sangre a los dioses, y la mayoría de los principales rituales mayas culminaba con un sacrificio humano. Generalmente, en esta cultura solo prisioneros de guerra de alto rango eran sacrificados, con los cautivos de estatus más bajo siendo utilizados para trabajos forzados.
El sacrificio humano entre los mayas es evidente desde al menos el periodo Clásico (c 250–900 d. C.) hasta las etapas finales de la conquista española en el siglo XVII. El sacrificio humano está descrito en el arte clásico maya, es mencionado en textos jeroglíficos de ese periodo y ha sido verificado arqueológicamente mediante análisis de restos esqueléticos de los periodos Clásico y Posclásico (c. 900–1524). Además, el sacrificio humano es descrito en los textos mayas y coloniales españoles tempranos, incluyendo el Códice de Madrid, el Popol Vuh, el Título de Totonicapán, el texto quiché Rabinal Achí, los Anales de los Cakchiqueles, los Cantares de Dzitbalché yucatecas y la obra de Diego de Landa Relación de las cosas del Yucatán.