Resentimiento para niños
El resentimiento, reconcomio o rencor es una desazón, desabrimiento o queja que queda de un dicho o acción ofensiva que puede perdurar largo tiempo y reaparecer cuando se recuerda dicha ofensa.
El tipo de sensación que causa puede ir de una ligera molestia temporal a un profundo malestar que puede dificultar o imposibilitar las relaciones con el ofensor.
Es un linaje de venganza atenuada, que si quiere herir, no es precisamente para mortificar o perjudicar, antes para con la herida lograr el gusto de la satisfacción, desagravio o quizá despertar pruebas de mayor afecto: si quisiera fijarse al resentimiento su lugar en la categoría de las pasiones, se diría que participa tanto de las irascibles, cuanto de las concupiscibles; no es tanto enojo como tristeza y aún amor disimulado.
Según la vesión inglesa de Wikipedia, el resentimiento ("resentment", también llamado resentimiento o amargura) es una emoción compleja de "múltiples estratos" que se ha descrito como una mezcla de decepción, disgusto, ira y miedo. Algunos psicólogos lo consideran un estado de ánimo, o como una emoción secundaria (incluye elementos cognitivos) que puede desencadenarse frente a un insulto o maltrato. Inherente al resentimiento hay una percepción de injusticia (de trivial a muy grave), y el mismo constituye una defensa generalizada contra situaciones injustas (por ejemplo, relaciones o circunstancias desfavorables). La palabra resentimiento tiene raíces latinas: re, prefijo de intensivo y sentir, del latín "sentire". Resentimiento es considerado sinónimo de ira, despecho y rencor. El resentimiento enquistado y agravado acaba produciendo rencor.
Causas
Una posible causa de resentimiento puede radicar en un estilo de crianza autoritario con una disciplina extremadamente rígida basada en maltratos, humillaciones y frecuentes castigos (en especial castigos físicos).
El resentimiento puede resultar de una variedad de conductas percibidas negativamente por una persona, dando lugar a expresiones de injusticia o humillación.
Las fuentes comunes de resentimiento incluyen incidentes públicamente humillantes, como al aceptar un trato negativo sin expresar ninguna protesta; sentirse objeto habitual de discriminación o prejuicio, envidia o celo; sentirse usado o aprovechado por otros; o darse cuenta que los logros no son reconocidos, mientras que otros triunfan sin esforzarse. El resentimiento también puede ser generado por interacciones entre dos individuos, como en el rechazo emocional o la negación ejercidos por una persona hacia otra, la humillación deliberada, la ignorancia, el desprecio o el menosprecio de un individuo hacia otro.
El resentimiento también puede desarrollarse y mantenerse de manera contínua por una focalización en agravios pasados (recuerdos perturbadores de experiencias dolorosas), procurando justificar la emoción mediante la expresión de pensamientos / sentimientos sobrevenidos. Así, el resentimiento puede ocurrir como resultado del proceso de duelo y puede mantenerse como rumiación.
Véase también
- Ira
- Despecho