Rádula para niños
La rádula es una herramienta especial que se encuentra en la boca de algunos animales marinos llamados moluscos, como los caracoles y los pulpos. Imagina una pequeña cinta con muchas filas de dientecitos. Su trabajo principal es raspar el alimento para que el animal pueda comer.
Estos dientecitos están hechos principalmente de una sustancia resistente llamada quitina, que es similar al material de las uñas o el caparazón de los insectos. A veces, también tienen minerales que los hacen aún más duros.
La boca de los caracoles, por ejemplo, está en la parte delantera de su cuerpo. Dentro de la boca hay una especie de bolsa donde se guarda la rádula.
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¿Cómo funciona la rádula?
La rádula tiene dos partes principales que trabajan juntas:
- Una base de cartílago, que es un tejido flexible pero firme, como el de tu nariz. Esta base se llama odontóforo y tiene músculos que la mueven.
- La rádula misma, que es la cinta con los dientecitos.
El odontóforo puede moverse hacia adelante y hacia atrás, y la rádula se desliza sobre él. Cuando la rádula toca la comida, sus dientecitos la cortan o raspan. Luego, la rádula y el odontóforo se retraen, llevando la comida hacia el esófago del animal.
Los dientecitos de la rádula se desgastan con el uso, ¡como tus dientes! Pero no te preocupes, los moluscos tienen un sistema de reemplazo. Constantemente se forman dientes nuevos en la parte de atrás de la cinta. A medida que los dientes de adelante se gastan o se caen, los nuevos se mueven hacia adelante para ocupar su lugar.
Algunas especies pueden producir hasta cinco filas de dientes nuevos al día. ¡Es como una fábrica de dientes! Una rádula puede tener muchísimos dientes, a veces hasta 100,000. La forma y el orden de los dientes son diferentes en cada especie, adaptándose a lo que comen.
Para que la comida se deslice mejor, las glándulas salivales producen una mucosidad pegajosa. Esta mucosidad ayuda a que las partículas de alimento se adhieran y se muevan fácilmente hacia el esófago.
Rádulas especiales para cazar
Algunos caracoles usan su rádula de una forma muy especial para cazar. Tienen un solo diente con forma de arpón que pueden disparar a sus presas. Al mismo tiempo, liberan una sustancia que paraliza o mata a la presa.
Tipos de rádulas y su diseño
El número, la forma y cómo están organizados los dientes en cada fila de la rádula son únicos para cada especie. Esto ayuda a los científicos a identificar a los diferentes moluscos.
Cada fila de dientes suele tener:
- Un diente central, llamado raquidiano.
- A cada lado del diente central, uno o más dientes "laterales".
- Más hacia los lados, pueden tener uno o más dientes "marginales".
Los científicos usan una especie de "fórmula" para describir el arreglo de los dientes. Por ejemplo, "R" es para el diente central, y números o letras para los laterales y marginales.
Existen siete tipos principales de rádulas, cada una adaptada a un tipo de alimentación:
- Rádula docoglosa: Es la más sencilla y antigua. Tiene un diente central pequeño, algunos laterales y pocos marginales. Se encuentra en moluscos muy antiguos.
- Rádula ripidoglosa: Tiene un diente central grande y muchos dientes laterales y marginales, algunos con forma de abanico. Es más compleja y se ve en caracoles que raspan mucho.
- Rádula histricoglosa: Sus dientes laterales parecen pequeños pelos.
- Rádula tenioglosa: Tiene siete dientes en cada fila: un diente central, un lateral a cada lado y dos marginales a cada lado. Es común en muchos caracoles.
- Rádula ptenoglosa: No tiene diente central, pero sí muchos dientes marginales que son todos parecidos.
- Rádula estenoglosa: Tiene pocos dientes en cada fila, a menudo solo un diente central y uno lateral a cada lado. Es común en caracoles carnívoros.
- Rádula toxoglosa: Los dientes centrales son muy pequeños o no existen. Solo tiene dos dientes por fila, que son largos y puntiagudos. Estos dientes tienen canales para una sustancia que paraliza y se disparan como arpones para cazar.
¿Cómo evolucionaron las rádulas?
Los diferentes tipos de rádulas nos muestran cómo los caracoles y otros moluscos han cambiado a lo largo del tiempo para adaptarse a lo que comen. Por ejemplo, los moluscos que comen algas y raspan las superficies necesitan muchos dientes, como los que tienen rádulas docoglosas, ripidoglosas o tenioglosas.
Los moluscos que son carnívoros necesitan menos dientes, y sus dientes laterales y marginales se han reducido o desaparecido. La rádula ptenoglosa es un punto intermedio, típica de moluscos que viven como parásitos en otros animales.