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Pedro de la Torre para niños

Enciclopedia para niños

Pedro de la Torre (c. 1596-1677) fue un artista español muy importante. Se dedicó a la escultura, a la creación de retablos (estructuras decoradas que se colocan detrás del altar en las iglesias) y a la arquitectura. Fue pionero en usar las formas más modernas del estilo barroco en sus retablos. Algunas de estas ideas decorativas fueron tan influyentes que luego se usaron en la arquitectura barroca, ayudando a que este estilo se extendiera por muchos lugares.

¿Quién fue Pedro de la Torre?

Sus primeros años y familia

No se sabe exactamente dónde ni cuándo nació Pedro de la Torre, ni cómo aprendió su oficio. Parece que sus padres eran de Cuenca. Es posible que aprendiera en su propia familia, ya que su hermano José, su hijo Juan y sus sobrinos Francisco y José también fueron artistas y trabajaron con él.

Sus primeros trabajos importantes

La primera vez que se le menciona en documentos es en Madrid, en 1624. Allí firmó un contrato para hacer el retablo de la iglesia del convento de las Maravillas, que ya no existe. En 1631, hizo el retablo principal y los escudos de armas para la iglesia de Centenera, en Guadalajara.

En 1637, trabajó en el retablo de la iglesia del Buen Suceso en Madrid. Se decía que todas las figuras y estatuas de este retablo eran suyas, lo que le dio fama como buen escultor. Sin embargo, es posible que usara el título de escultor para conseguir contratos, pero que no hiciera personalmente todas las esculturas.

Ese mismo año, diseñó el retablo de la iglesia de Santo Domingo en Pinto. Aquí usó por primera vez unos elementos decorativos llamados "modillones pareados". Estos se hicieron muy populares y se convirtieron en una característica del estilo barroco en Madrid.

Su fama se extiende

La fama de Pedro de la Torre llegó más allá de la corte de Madrid. En 1639, estuvo en Tolosa (Guipúzcoa), donde diseñó el retablo principal de la iglesia de Santa María. Un año después, ganó un concurso para hacer el retablo de la basílica de Begoña, en Bilbao, que también ha desaparecido. En este retablo, lo más importante era un espacio especial y bien iluminado para la figura de la Virgen.

En 1645, diseñó el retablo de la Virgen de la Fuencisla en Segovia. Este retablo tenía una cúpula con una linterna (una pequeña torre con ventanas que deja pasar la luz). Para este proyecto, colaboró con el arquitecto jesuita Francisco Bautista.

Trabajos como arquitecto del rey

En la década de 1650, Pedro de la Torre ya era conocido como arquitecto del rey. Continuó haciendo retablos, como los de la iglesia de Santiago de Madrid (que ya no existe), que tenían pinturas de Alonso Cano. En 1654, diseñó un modelo de madera para el trono de Nuestra Señora del Sagrario en la Catedral de Toledo, que luego fue hecho en plata por el artista italiano Virgilio Fanelli. Parece que estos diseños también se usaron para el retablo de la Virgen de los Ojos Grandes en Lugo, terminado dos años después.

En 1655, junto con su hijo Juan, diseñó el retablo principal de la iglesia de Santa María en Tordesillas (Valladolid). Con este trabajo, el nuevo estilo de la corte de Madrid llegó a Castilla y León. Más tarde, también llevaría sus ideas a Galicia con un proyecto para la Catedral de Santiago de Compostela.

En 1658, junto con su hermano José, se encargó del retablo principal del convento de San Plácido en Madrid. Este retablo estaba pensado para una gran pintura de la Anunciación, que fue terminada años después por Claudio Coello. Cuando el rey Felipe IV falleció en 1665, Pedro de la Torre se encargó de construir el monumento funerario en la iglesia de la Encarnación, siguiendo los diseños de Sebastián Herrera Barnuevo. Esto ayudó a establecer un tipo de retablo con forma de baldaquino (un dosel sobre el altar) que se desarrolló en esos años.

La Capilla de San Isidro en San Andrés

Un proyecto arquitectónico destacado

Pedro de la Torre también trabajó como arquitecto. Diseñó cómo continuar el Ochavo (una capilla para reliquias) de la Catedral de Toledo y un proyecto para la capilla de Santo Domingo en el convento de Santo Tomás de Madrid.

Pero su proyecto más importante como arquitecto fue el diseño de la capilla de San Isidro, en la iglesia de San Andrés de Madrid, en 1642. Su propuesta fue elegida en lugar de la que había presentado Juan Gómez de Mora en 1629. Con este proyecto, el estilo barroco decorativo triunfó definitivamente en Madrid.

Pedro de la Torre cambió la orientación de la capilla, proponiendo que se construyera de forma perpendicular a la iglesia principal. Esto permitiría que la capilla fuera más grande que la propia iglesia a la que se unía.

La decoración de la capilla

Lo que hizo que el proyecto de Pedro de la Torre fuera elegido fue su increíble y lujosa decoración interior. Aunque la estructura principal (un gran cubo con una cúpula) no era nueva, la decoración era muy especial. Se planeó que la decoración pudiera crecer y añadir más detalles a medida que avanzara la construcción, según la imaginación de los artistas. Los documentos decían que los detalles "quedan a la elección del curioso artífice además de que cada día se irán ofreciendo cosas nuevas".

Sin embargo, la construcción de la capilla, que comenzó bajo su dirección en 1643, avanzó muy poco. Se detuvo en 1650 sin haber pasado de los cimientos. La obra se retomó después de 1657 con la participación de otros arquitectos como José de Villarreal, Juan de Lobera y Sebastián Herrera Barnuevo. A Herrera Barnuevo le correspondió el baldaquino, que fue destruido en 1936 junto con toda la decoración de mármoles, estucos y jaspes, y las obras de arte que había en su interior.

¿Qué aportó Pedro de la Torre al arte?

El retablo barroco

El retablo del Buen Suceso, que ya no existe, fue clave para el desarrollo del retablo barroco. Este tipo de retablo se diseñaba como una sola pieza, con un cuerpo principal y una parte superior grande. En él, los elementos arquitectónicos (como columnas y arcos) ganaban importancia sobre las esculturas.

Este retablo también introdujo dos ideas muy importantes:

  • Las columnas salomónicas: Son columnas con forma de espiral, que ya había usado el artista Bernini en el baldaquino de San Pedro del Vaticano.
  • El camarín iluminado: Es un espacio dentro del retablo, con luz que entra por detrás, creando un efecto especial. Esto hacía que el retablo tuviera una profundidad notable. Pedro de la Torre desarrolló este modelo en otras obras, como el retablo de la Virgen de la Fuencisla en Segovia.

Innovaciones decorativas

Los modillones pareados, que usó por primera vez en el retablo de la iglesia de Pinto en 1637, fueron otra novedad. Se cree que Pedro de la Torre y el hermano Francisco Bautista tuvieron una relación importante en la creación de estas ideas. De hecho, en 1632, ya habían inspeccionado juntos el Ochavo de la Catedral de Toledo para informar sobre el estado de las obras, que Pedro de la Torre terminó años después.

Su proyecto para la capilla de San Isidro, aunque no pudo terminarlo personalmente, fue muy importante. En él, adoptó y desarrolló un tipo de decoración interior con estucos floridos, que había creado el italiano Juan Bautista Crescenci en el Panteón de Reyes del Monasterio de El Escorial. Este proyecto marcó el inicio de las formas más recargadas y decorativas del barroco, dejando atrás el estilo más sobrio que había en Madrid.

Además, Pedro de la Torre fue fundamental para que el estilo barroco decorativo se extendiera más allá de la corte de Madrid, gracias a los diseños de retablos que hizo para diferentes lugares fuera de la capital.

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Pedro de la Torre para Niños. Enciclopedia Kiddle.