Pedro de Viñaburu para niños
Pedro de Viñaburu, también conocido como Pedro Viñaburu e incluso Villaburu. Desconocemos su fecha de nacimiento y la de su muerte. Maestro boticario navarro del siglo XVIII, natural de Olite (Navarra). Fue miembro del antiguo colegio de boticarios de San Cosme y San Damián de Pamplona. Publicó en 1729 un libro para el aprendizaje de los nuevos boticarios titulado Cartilla Pharmaceutica, chimico-galenica, en la que se trata de los cánones de Mesué. Por desgracia, es lo único que se conoce de él. Se sabe que el libro fue usado como libro de texto para los aprendices de boticario (nombre que recibían los estudiantes de farmacia en aquel tiempo) en el Reino de Navarra y en España en general durante el siglo XVIII.
Contenido
Origen
Según se deduce del contenido del libro, nació en Olite, ciudad de Navarra, dentro del Reino de España. En ningún momento se cita la fecha de nacimiento, pero en la introducción, uno de los censores de nombre Manuel Rodrigo y Andueza, médico del Colegio de San Cosme y San Damián de Pamplona, autor de un libro sobre termalismo de título Libro de los prodigiosos baños de Thyermas (Pamplona, 1713), que ejercía su profesión en el Hospital Real y General de la ciudad, afirma que escribe el libro a la edad de treinta años. Como la primera edición del libro está fechada en 1729, deducimos que nació hacia el año 1700. Por otros datos recogidos en su Cartilla sabemos que tenía botica en la calle Zapatería de Pamplona.
Su obra
Su obra conocida es la Cartilla pharmaceutica, chimico-Galenica El libro tuvo dos ediciones, una de 1729 y otra de 1778. La edición de la que se conservan mayor número de ejemplares es la segunda. Es dudoso que viviera el autor a los setentayocho años, por lo que deducimos que fue el interés de su familia, sus herederos o el del propio colegio de San Cosme y San Damián, el que propició la reimpresión. La cartilla es un ejemplo más de un estilo de enseñanza de la farmacia del siglo XVIII y del siglo XVII. Se trata de unas obras de carácter educativo para ayudar a las nuevas generaciones de boticarios a adquirir los conocimientos suficientes para obtener la aprobación o título de boticario. El examen se realizaba en cada territorio de España y el encargado de otorgar el título y de realizar el examen corrsepondiente era el protomédico, delegado por las autoridades del Rey de España para autorizar tanto a médicos como a farmacéuticos o boticarios al ejercicio de su profesión. La parte práctica, se podía aprender en la propia botica junto al maestro boticario, pero la parte teórica debía ser aprendida de textos realizados al efecto. En el caso del texto de Viñaburu, su Cartilla pharmaceutica, chimico-galenica está realizada en estilo que él mismo llama dialogético. Este estilo consiste en una breve explicación de la teoría y luego se introducen un junto de preguntas y respuestas, que el alumno debe memorizar. Por eso estas cartillas, de las que hay muchos autores en estos siglos mencionados, se han llamado también catecismos. En muchos casos las preguntas y las respuestas están en latín, si bien, como ya era un idioma poco utilizado en el siglo XVIII, normalmente viene seguida de un traducción más o menos literal del contenido latino. El alumno debía aprender todo, y las preguntas que aparecen recogidas en la cartilla, son las que debía responder al Protomédico a la hora de hacer el examen de boticarios. La Cartilla consta de 230 páginas, incluidas 15 de índices. Los Cánones de Mesué abarcan hasta la página 179. Desde esta página, se continúa la Cartilla intentando el autor introducir algunos conceptos químicos modernos, sin conseguirlo del todo, pues, probablemente desconocía muchos de los nuevos contenidos de la materia que ya autores españoles como Félix Palacios habían explicado ya sobre las teorías de Lemeri y otros adelantados de su época. Junto con el libro de Pedro Montañana, Examen de un practicante boticario, se puede decir que cierran una época de la formación de los farmacéuticos en España.
Importancia de su labor
Pedro de Viñaburu realiza un libro sobre los diez cánones de Mesué. Como es sabido, estos cánones resumen o estructuran la doctrina de Galeno de Pérgamo, médico del siglo II de nuestra era, cuyas teorías duraron hasta bien entrado el siglo XVIII. Este es un caso único en la historia, una teoría científica que dura alrededor de dieciséis siglos.
Como hemos visto, el autor cita y trabaja sobre la obra de Aristóteles, Galeno, Hipócrates, Mesué, Juan Navascués y un buen conjunto de autores anteriores a él. También conoce a Lemeri, paradigma de las nuevas doctrinas químico-farmacéuticas.
Al realizar cuadros resumen, hace aún más fácil para el estudiante interiorizar lo que ha explicado.
En ocasiones cita al autor en latín, pero siempre traduce para hacer asimilable la doctrina al aprendiz.
En resumen, se trata de un libro excepcionalmente estructurado, pedagógico y que cumple con su misión de enseñar a los aprendices. El problema es que llega con cien años de retraso. Miguel Martínez de Leache y Fray Esteban de Villa habían tratado lo mismo con mayor o menor acierto en el siglo XVII. Por eso no faltan quienes le critican por ello. No obstante, es de suponer que con todo el esfuerzo que le supuso este trabajo, de alguna manera encontró compensación en su labor.
Incógnitas sobre la figura de Pedro de Viñaburu
Al margen de una biografía adecuada, fecha de nacimiento y muerte, dónde se formó, con quién lo hizo y otros datos de su formación como maestro boticario, queda por conocer si realmente escribió y publicó el libro que promete en su prólogo "si recibieses con agrado esta Cartilla, ofrezcote en agradecimiento otro tratado acerca de elecciones y preparaciones, que tengo empezado, y continuaré si Dios me diere vida. No tengo más que decirte, sino que procures corresponderme. Vale."