Parto secreto para niños
El parto secreto o parto anónimo es una ley especial que existe en algunos países. Permite que una madre no revele su identidad después de dar a luz. Si una madre elige esta opción, su nombre no se registra y no se establece un vínculo legal o social entre ella (y el padre biológico) y el bebé.
Esta ley busca asegurar que el bebé sea entregado a las autoridades de forma segura para que pueda ser cuidado y, generalmente, adoptado por otra familia. Así, el bebé recibe la atención y el hogar que necesita desde el principio.
Cada país que tiene esta ley organiza el proceso de manera diferente. Por lo general, la madre no tiene que explicar por qué toma esta decisión. Los motivos para tener o no tener esta ley también varían entre los países.
El parto secreto es legal o se permite de diferentes formas en países como Francia, Italia, Luxemburgo, Austria, Alemania, Chequia, Túnez, Marruecos, Argelia y Rusia. Es importante saber que las leyes sobre la relación entre padres e hijos y el acceso a la información sobre los orígenes de una persona pueden cambiar.
Hay mucho debate sobre si el parto secreto es adecuado. Expertos en leyes, defensores de los derechos de los niños y de los derechos humanos tienen opiniones diferentes, tanto en los países donde está permitido como en los que no.
Contenido
¿Cómo se diferencia el parto secreto de otras formas de entrega de bebés?
Parto secreto vs. no reconocimiento
El parto secreto es diferente de la opción de "no reconocimiento" del recién nacido. En algunos lugares, una madre puede no reconocer a su bebé al nacer, pero su identidad no queda oculta para siempre. Esto significa que, cuando el niño crece (normalmente al llegar a la mayoría de edad), puede solicitar conocer la identidad de su madre biológica.
La principal diferencia es que, en el parto secreto, la identidad de la madre está protegida por ley para siempre. En el "no reconocimiento", el niño tiene derecho a conocer su "verdad biológica", es decir, quiénes son sus padres biológicos.
Parto secreto vs. sistemas de entrega segura
El parto secreto tampoco es lo mismo que los antiguos sistemas de "inclusas" o los modernos "baby hatches" (lugares seguros donde se puede dejar un bebé). En esos sistemas, la madre (o quien sea) simplemente deja al bebé en un lugar seguro donde es recogido.
La particularidad del parto secreto es que puede realizarse con supervisión médica. El personal de salud no tiene la obligación legal de revelar la identidad de la madre. El parto secreto se acepta tanto en países que tienen "baby hatches" como en los que no.
¿Cuál es el origen y el propósito del parto secreto?
En la mayoría de las leyes occidentales, se ha seguido el principio de que "la madre siempre es conocida" (mater semper certa est). Esto se debe a que la maternidad biológica es evidente por el embarazo y el parto. Por eso, identificar a la madre no suele ser un problema, a diferencia de la identidad del padre.
Sin embargo, en los países donde el parto secreto es legal, se le da a la madre la opción de evitar que su identidad sea conocida.
Esta práctica tiene sus orígenes en Francia, en el siglo XVII, con Vicente de Paul. Él propuso permitir que los recién nacidos fueran entregados en iglesias para evitar situaciones difíciles y asegurar que los niños recibieran cuidado. El derecho al parto secreto fue reconocido oficialmente en Francia en 1793, durante la Revolución Francesa. Fue eliminado en 1902, pero se volvió a incluir en 1941 y, de forma definitiva, en 1993.
El parto secreto en Francia
La ley más conocida sobre el parto secreto es la francesa, donde se llama "parto bajo X" (accouchement sous X). Legalmente, funciona como si la mujer no hubiera dado a luz si elige esta opción. La ley francesa permite, bajo condiciones muy estrictas, que se revele la identidad de la madre más adelante.
Historia del parto secreto en Francia
La antigua regla romana de que "la madre siempre es conocida" no se aplicó en el derecho francés. En Francia, existía una tradición de entrega regulada de recién nacidos para ofrecer una alternativa y asegurar el bienestar de los bebés. Vicente de Paul creó una obra para niños en 1638, con el objetivo de luchar por la seguridad de los recién nacidos.
La ley que reguló el parto con entrega secreta fue aprobada por la Convención Nacional en 1793, garantizando el "más inviolable de los secretos" para las madres. Aunque el sistema de Vicente de Paul fue suprimido en 1904, la tradición de ayudar en el parto secreto llevó a que se adoptara una nueva ley en 1941 para proteger los nacimientos. Esta ley reguló el parto anónimo y la asistencia médica gratuita para las mujeres embarazadas en hospitales públicos. La ley ha sido modificada varias veces, la última en 2002.
Leyes actuales en Francia
El parto secreto en Francia se basa en tres artículos legales principales:
- El Artículo 326 del Código Civil francés dice que la madre puede pedir que se mantenga en secreto su ingreso y su identidad al momento del parto.
- El Artículo L222-6 del Código de Acción Social y Familias explica que a toda mujer que pida mantener su identidad en secreto se le informará sobre las consecuencias legales y la importancia de conocer la historia y los orígenes de una persona. Se le invitará a dar detalles sobre la salud del padre, los orígenes del niño y las circunstancias del nacimiento, y puede dejar su identidad en un sobre cerrado. Se le informa que puede levantar el secreto cuando quiera. Los gastos del parto son cubiertos por el Servicio de Ayuda Social a la Infancia. No se requiere identificación ni se realiza ninguna investigación.
- El Artículo 56 del Código Civil francés establece que si los padres no son identificados al oficial del Registro Civil, no se hará mención de ellos en los registros. La madre puede elegir los nombres del niño. Si no lo hace, el oficial del Registro Civil elegirá tres nombres, y el último será el apellido del niño.
En 2002, se añadió el Artículo 62-1 al Código Civil, que permite al padre informar al Fiscal si no puede registrar su reconocimiento debido al secreto de la madre. El Fiscal buscará la fecha y el lugar del nacimiento del hijo.
El parto secreto en España
En España, el equivalente al parto anónimo no es legal desde 1999. Antes de esa fecha, era posible ocultar la identidad de la madre después del parto, basándose en una interpretación de leyes anteriores. Esto permitía que el bebé fuera registrado sin la identidad de la madre y entregado para cuidado y adopción.
Sin embargo, una decisión del Tribunal Supremo de España en 1999 cambió esto. El Tribunal dijo que las leyes anteriores que permitían ocultar la identidad de la madre eran inconstitucionales. La decisión se basó en que la Constitución española de 1978 garantiza la igualdad y el derecho a investigar la paternidad, y que la relación legal entre padres e hijos debe coincidir con la relación biológica. También se mencionó el derecho de las personas a conocer su herencia genética.
Por lo tanto, en España, la identidad de la madre debe constar en el registro del nacimiento si es conocida. Esto significa que el parto anónimo es legalmente imposible en España.
Esta decisión del Tribunal Supremo ha generado cierto debate. Por ejemplo, en el mismo año en que se hizo imposible el anonimato de la madre, otra decisión del Tribunal Constitucional confirmó el anonimato de los donantes de células reproductivas. Esto ha llevado a algunas discusiones sobre la coherencia de las leyes.
Debate: El caso Odièvre contra Francia
El principal debate sobre la legalización del parto secreto es que impide que el niño conozca su "verdad biológica", es decir, la identidad de sus padres biológicos. Algunos expertos creen que esto podría ir en contra del Artículo 8.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que dice que los países deben respetar el derecho del niño a mantener su identidad, incluyendo su nombre y sus relaciones familiares.
El caso "Odièvre contra Francia" fue presentado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo. Una mujer, Odièvre, que había nacido de un parto anónimo, demandó a Francia. Ella argumentaba que al negarle el acceso a la información sobre su madre biológica, se estaba violando su derecho a la vida privada y familiar. Odièvre explicó lo difícil que era vivir sin conocer su identidad original.
El Tribunal de Estrasburgo ya había fallado en un caso similar (Gaskin contra Reino Unido, 1989), donde un ciudadano británico demandó por no poder acceder a su expediente para conocer a sus padres. En ese caso, el Tribunal falló a favor de Gaskin, diciendo que las personas tienen un interés vital en conocer su infancia y desarrollo temprano.
Sin embargo, en el caso Odièvre, el Tribunal falló en contra de ella. El Tribunal señaló que en el caso Odièvre había un conflicto de derechos entre la madre y el hijo. El Tribunal reconoció que tanto el niño como la madre tienen derechos. También consideró el interés de la madre en mantener su anonimato para proteger su salud y dar a luz en condiciones médicas adecuadas.
El Tribunal concluyó que la ley francesa sobre el parto anónimo tiene razones de interés público, como proteger la salud de la madre y el hijo durante el embarazo y el parto, y evitar situaciones peligrosas.
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Véase también
En inglés: Anonymous birth Facts for Kids