Nicolás Carrasco para niños
Nicolás Carrasco fue un importante grabador español que estuvo activo entre los años 1720 y 1749. Nació en Córdoba, España, y luego se trasladó a Sevilla. Un historiador de arte llamado Juan Agustín Ceán Bermúdez menciona que Nicolás Carrasco aprendió el arte del grabado en Córdoba, siendo alumno de Juan Bernabé Palomino. Cuando su maestro se fue a Madrid, Carrasco tuvo que seguir aprendiendo por su cuenta.
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¿Qué obras importantes hizo Nicolás Carrasco?
Nicolás Carrasco creó varias obras, aunque el historiador Ceán Bermúdez las describió como de "mérito medio". Algunas de sus creaciones más conocidas incluyen:
- Un escudo de armas grabado en 1720.
- Un grabado de 1734 que muestra la aparición de unos santos mártires de Córdoba (Fausto, Januario, Marcial, Acisclo y Zoilo) al padre Andrés de las Roelas. Este grabado es muy especial porque solo la Biblioteca Nacional de España tiene una copia.
- Retratos del papa Benedicto XIV (en 1740) y del sacerdote jesuita Francisco Suárez (en 1749).
La historia de los mártires de Córdoba
El grabado de 1734 cuenta una historia muy importante para Córdoba. Muestra cómo los santos mártires se aparecieron al sacerdote Andrés de las Roelas para revelarle dónde estaban enterrados. El padre Roelas fue una persona clave en la devoción a estos santos. Se dice que, después de curarse de una enfermedad, se dedicó a promover el culto a sus reliquias, que se guardaban en la iglesia de San Pedro.
Otras obras y lugares donde trabajó
El padre Andrés de las Roelas también es conocido por otra visión que tuvo en 1578, la del arcángel Rafael. Esta visión dio origen a la gran devoción a San Rafael en Córdoba. En la casa del padre Roelas, donde se había formado una hermandad dedicada al arcángel, se encontró en 1685 una imagen de Nuestra Señora del Pozo. Nicolás Carrasco hizo un grabado de esta imagen en Madrid en 1737.
Ese mismo año, también en Madrid, Carrasco grabó el retrato de fray Marcos Criado, un religioso trinitario. En 1738, su firma apareció en las letras iniciales de un libro importante llamado Bibliotheca universal de la polygraphia española.
Sin embargo, en ese mismo año 1738, Nicolás Carrasco ya estaba trabajando en Sevilla. Allí firmó un grabado dedicado a los santos cordobeses Acisclo y Victoria. Sus últimos grabados conocidos, de alrededor de 1749, incluyen el retrato de fray Pedro Vázquez Tinoco y la imagen de San Zoilo mártir. Para muchas de sus obras, Carrasco contó con la ayuda de Pedro Rodríguez, quien le proporcionaba los dibujos, y de Juan Díez, su colaborador en Córdoba.