Minoría de edad para niños
Un menor de edad es, legalmente, una persona que aún no ha llegado a la edad en la que la ley lo considera un adulto. La etapa de minoría de edad incluye toda la infancia y la adolescencia. En muchos países, la edad para ser considerado adulto es a los 18 o 21 años.
Un menor de edad es, por lo tanto, alguien que, debido a su edad, todavía no tiene la capacidad completa para tomar todas las decisiones legales por sí mismo. Las leyes de cada lugar son las que deciden a partir de qué edad una persona deja de ser menor de edad.
Ser menor de edad significa que hay ciertos límites en los derechos y responsabilidades de una persona. Esto se hace porque se considera que los menores no tienen la madurez suficiente para hacer ciertas cosas por su cuenta. También significa que, en algunos casos, no se les puede culpar de la misma manera por sus acciones, y a veces sus padres o tutores son los responsables en su lugar.
¿Qué significa ser un adulto legalmente?
En la mayoría de los lugares del mundo, una persona se considera adulta a partir de los 18 o 21 años. En algunas partes de África, esta edad puede ser a los 16 años.
Cuando una persona alcanza la edad adulta, se asume legalmente que tiene la capacidad completa para tomar sus propias decisiones y actuar por sí misma. Esto significa que puede hacer muchas cosas sin la ayuda de sus padres o tutores, como conducir vehículos o trabajar en ciertos empleos.
Al mismo tiempo, ser considerado adulto implica que la persona es totalmente responsable de sus propias acciones. Si un menor de edad hace algo que no está bien, a veces sus padres o tutores son los responsables. Pero cuando se es adulto, la persona es la única responsable de sus actos ante la justicia.
Sin embargo, las leyes suelen tener algunas excepciones. Como la madurez no llega de repente en un solo día, muchos sistemas legales han establecido diferentes edades para que los menores puedan hacer ciertas cosas legalmente y sin ayuda.
Por ejemplo, en Estados Unidos, se puede conducir desde los 16 años. En otros países, como Costa Rica, muchas de estas actividades se pueden hacer al cumplir los 18 años. En Europa, las edades límite suelen ser más flexibles, y en algunos países, se considera mayor de edad a los 16 años.
En cuanto a las leyes sobre acciones que no están permitidas, es posible que haya reglas especiales para los menores de edad. La ley a menudo considera que un niño pequeño no puede ser tan responsable como un adolescente de 17 años, aunque ambos sean menores de edad.
Protección de los menores de edad
Las Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los menores que no tienen libertad (conocidas como Reglas de La Habana, de 1990) establecen una serie de condiciones mínimas que los países deben cumplir para proteger los derechos de los niños y adolescentes que están en centros especiales.
Estas reglas buscan proteger a los menores que no tienen libertad, sin importar la razón. Su objetivo es asegurar sus derechos básicos, protegerlos de cualquier consecuencia negativa de estar en esa situación y ayudarles a recuperar su libertad lo antes posible y sin haber sufrido ningún daño.
Los lugares donde se encuentran los menores deben ser seguros y estar preparados para evitar accidentes o incendios. Si son lugares cerrados, el número de menores debe ser pequeño para que puedan recibir atención individual. Deben estar ubicados cerca de la comunidad para que los menores puedan estar cerca de su familia y amigos.
También deben asegurar una alimentación buena y saludable, con agua limpia y accesible. Deben tener espacios al aire libre y cubiertos para que puedan hacer ejercicio físico, y contar con profesores si necesitan terapia física. Es importante que tengan una biblioteca con libros, periódicos y revistas, y acceso a películas, televisión y radio.
Además, deben tener atención médica suficiente para prevenir y tratar enfermedades, incluyendo dentistas, oculistas y especialistas en salud mental. Si un menor se enferma, se debe avisar a su familia y, si es extranjero, a las autoridades de su país. Los dormitorios deben ser individuales o para grupos muy pequeños, y los menores deben estar separados en grupos pequeños según el tipo de apoyo que necesiten para su bienestar y seguridad.
Siempre se debe respetar la privacidad y la dignidad del menor. Por eso, cada niño o adolescente debe tener su propio espacio para guardar sus cosas de forma segura. Deben poder usar su propia ropa, tener lugares privados para su higiene personal y espacios para recibir visitas, estudiar y practicar sus creencias.
Véase también
En inglés: Minor (law) Facts for Kids
- Emancipación de menores
- Mayoría de edad
- Adulto responsable