Matías de Torres para niños
Matías de Torres (nacido en Aguilar de Campoo en 1635 y fallecido en Madrid en 1711) fue un importante pintor español del estilo barroco. Se le considera uno de los últimos grandes artistas de la escuela de pintura de Madrid del siglo XVII.
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¿Quién fue Matías de Torres?
Matías de Torres llegó a Madrid en 1646, cuando era muy joven. Allí, empezó a aprender a pintar en el taller de su tío materno, Tomás Porrino. Aunque su tío no era un pintor muy famoso, Matías tuvo la oportunidad de mejorar mucho.
Hacia 1657, Matías de Torres conoció a Francisco de Herrera el Mozo, un pintor muy talentoso. También asistió a las importantes academias de arte de la época. Gracias a esto, su estilo de pintura mejoró mucho y se convirtió en un artista destacado.
La vida familiar de Matías de Torres
En 1653, Matías se casó en Madrid con María Montero. Tuvieron dos hijas que también tenían talento para pintar pequeñas obras. Además, tuvieron un hijo llamado Gabriel, que también fue pintor. Lamentablemente, ninguno de sus hijos vivió más que él.
Matías de Torres era muy bueno pintando con la técnica del temple. Participó en la decoración de eventos importantes. Por ejemplo, en 1671, ayudó con las decoraciones para la celebración de Santa Rosa de Lima. En 1679, colaboró en el arco que se construyó en la Puerta del Sol para la llegada de la reina María Luisa de Orleans, la primera esposa del rey Carlos II. También trabajó con otros artistas famosos como Claudio Coello y José Jiménez Donoso en la decoración del antiguo palacio real de Madrid.
Los últimos años de Matías de Torres
Matías de Torres era conocido por ser una persona elegante y respetuosa. Sin embargo, después de que sus hijas fallecieron, su situación económica empeoró. A partir de 1682, tuvo problemas con deudas que no podía pagar y tuvo que pedir ayuda a sus amigos.
A pesar de sus dificultades, en 1696, otros pintores de Madrid le dieron poder, junto con Antonio Palomino, para defender los derechos de los artistas. Querían que la pintura fuera reconocida como un arte noble y no como un trabajo manual. Al final de su vida, Matías ya no podía pintar. Fue acogido por un grabador que usaba sus dibujos. Falleció en Madrid en 1711 y fue enterrado gracias a la caridad.
¿Qué tipo de obras pintó Matías de Torres?
Matías de Torres pintó una gran variedad de temas. Su estilo era único, pero se notaba la influencia de Francisco de Herrera el Mozo y de grandes maestros como Rubens y Bassano. Sus obras se caracterizan por tener composiciones llenas de movimiento, una técnica rápida y un gran manejo de la luz y las sombras.
Muchas de las pinturas que hizo para iglesias en Madrid se han perdido. Sin embargo, se conservan varias obras de tamaño pequeño. Esto muestra su gusto por los detalles y por la miniatura, un arte que también enseñó a sus hijos.
Obras destacadas de Matías de Torres
Entre sus pinturas más importantes se encuentran las del retablo de la iglesia de la Santísima Trinidad en Atienza (Guadalajara). Estas obras, creadas entre 1668 y 1670, muestran su estilo más brillante y colorido. Tratan temas poco comunes del Antiguo Testamento.
Una de sus obras más famosas de este período es La Erección de la Cruz, que se encuentra en la Real Academia de San Fernando y fue pintada en 1668. En el mismo museo, se pueden ver otras obras como San Jerónimo con Santa Paula y San Matías adorado por el emperador Carlos V. El Museo del Prado también tiene un retrato pintado por él, La infanta sor Margarita de la Cruz, Archiduquesa de Austria, lo que demuestra que también pintó retratos.
Matías de Torres también pintó paisajes, escenas pequeñas y batallas. Incluso hizo algunos bodegones (pinturas de objetos inanimados) y figuras para decoraciones. Era bastante conocido por sus pinturas de batallas, aunque a él no le gustaba mucho este tipo de encargo. Se cuenta una anécdota divertida sobre esto:
Un caballero compró unas batallas suyas que se vendían en Palacio y preguntó dónde vivía el artista porque quería más. Cuando lo encontró y le preguntó si allí vivía uno que pintaba batallas, Matías de Torres le respondió: Señor mío, yo no pinto solo batallas, también pinto historias, santos y retratos, aunque sean del demonio; y retrataré a su merced si gustare.