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Kitsch para niños

Enciclopedia para niños

El kitsch (se pronuncia "kich") es un estilo artístico que a menudo se considera "cursi", "vulgar" o de "mal gusto". Se caracteriza por ser pretencioso, es decir, intenta parecer más elegante o valioso de lo que realmente es, pero sin lograrlo. No es un estilo sencillo ni clásico, sino que a veces se ve como algo infantil o regresivo.

Este concepto fue estudiado por expertos en estética en los años 30, como Hermann Broch y Walter Benjamin. Ellos querían entender qué era lo opuesto al arte de vanguardia (el arte más nuevo y experimental de la época). En ese tiempo, a algunos les preocupaba que la popularidad del kitsch pudiera ser un riesgo para la cultura.

El kitsch se refiere a cómo las personas se relacionan con los objetos y el ambiente que los rodea. Es un estilo que a menudo busca la comodidad y la apariencia, más allá de la función original de un objeto. Se podría decir que es un estilo donde "nada sobra", con muchos adornos.

Historia del Kitsch

Aunque no se sabe con exactitud de dónde viene la palabra, se cree que surgió en la ciudad de Múnich, Alemania, entre 1860 y 1870. Se usaba para describir dibujos y bocetos baratos que se vendían fácilmente. La palabra viene del alemán "kitschen", que significa "hacer una chapuza" o "barrer la suciedad de la calle".

El kitsch se hizo popular entre la gente nueva y adinerada de Múnich. Estas personas, al tener dinero, querían parecerse a las élites y copiaban sus costumbres culturales, a menudo de forma exagerada o con objetos de baja calidad. Así, el kitsch se convirtió en algo que identificaba a quienes buscaban un nuevo estatus social, más que una verdadera apreciación artística. Se veía como algo estéticamente pobre y a veces moralmente dudoso, que se vendía principalmente para dar una apariencia de estatus.

Un ejemplo famoso de esto se vio en la arquitectura y la decoración de Los Ángeles, Estados Unidos, entre 1910 y 1930. En esa época, la región creció mucho gracias a la agricultura y el éxito de la industria del cine en Hollywood. Esto hizo que muchos inmigrantes europeos se enriquecieran rápidamente y quisieran recrear el estilo de los aristócratas de Europa. Construyeron mansiones que mezclaban estilos como el barroco, el florentino, el gótico y el rústico de California, creando una mezcla que se llamó "estilo californiano". En la decoración, usaban chimeneas enormes, escudos falsos, espejos gigantes con marcos de plástico que imitaban madera tallada, y cuadros que parecían de antepasados nobles.

¿Es el Kitsch Intencional?

A veces, hay un debate sobre si una obra es kitsch por accidente o si el creador lo hizo a propósito. Generalmente, cuando algo se llama kitsch, implica un poco de desprecio y se diferencia del "arte serio". Por ejemplo, las piezas hechas con materiales baratos que imitan a otros más caros, y que son muy llamativas, se consideran kitsch.

Sin embargo, otra idea es que el kitsch se define por el "deseo de aparentar". En este sentido, todas las imitaciones y copias serían kitsch, especialmente si usan materiales que pretenden ser otra cosa (como plástico que parece oro o madera). Esto ocurre cuando el objeto está pensado para que su dueño parezca de una clase social o cultural "superior".

Pero, ¿qué pasa con las expresiones artísticas populares que usan estos estilos sin la intención de aparentar, sino más bien para celebrar de forma colorida? Por ejemplo, las fiestas como el Mardi Gras en Nueva Orleans, el Carnaval en Brasil, o las fiestas de quince años en México. Estas celebraciones usan muchos colores y adornos, pero no buscan engañar a nadie sobre su estatus.

Lo mismo ocurre con muchas piezas religiosas que se usan en altares caseros. A menudo están hechas con materiales económicos que imitan a otros más caros, pero no son símbolos de estatus social. Su propósito es agradar a la deidad. Para muchos, estas expresiones se acercan más al arte naif, que es un arte sencillo y espontáneo.

El Uso del Término Kitsch

Una definición común del kitsch es que es una imitación de estilos de un pasado prestigioso o de productos de la alta cultura moderna que ya son aceptados.

En España, se han usado más las palabras "cursi" u "hortera" para describir algo similar al kitsch. Estas palabras se asocian con modales exagerados o con ropa y decoración barata y llamativa. Más recientemente, ha surgido el término "cuqui", que se refiere a algo tierno, infantil y de estilo japonés. Según el filósofo Simón May, lo "cuqui" nos ayuda a escapar de un mundo amenazante, mezcla opuestos (como masculino/femenino) y es una forma de "anti-poder" porque los objetos "cuquis" son vulnerables.

El filósofo Harry G. Frankfurt dice que el propósito del kitsch es quitarle seriedad a las cosas y aceptar que no todo tiene que ser trascendente.

Kitsch y el Arte Académico

El arte académico del siglo XIX a veces se ha visto como kitsch. Esto se debe a que, aunque era un arte con cualidades intelectuales y estéticas, se hizo muy popular y se difundió ampliamente a través de impresiones y postales. Estas imágenes se copiaron tanto que se convirtieron en clichés.

Los artistas de vanguardia reaccionaron a esto, alejándose de la representación y la armonía que el público apreciaba, para enfatizar la importancia de la estética en sí misma.

Kitsch y el Posmodernismo

Con la llegada del posmodernismo en los años 80, la línea entre el kitsch y el arte se volvió menos clara. También surgió el concepto de camp, que es una forma de apreciar irónicamente cosas que de otra manera se considerarían tontas o kitsch. Susan Sontag lo definió como un tipo de sensibilidad. Ejemplos de camp podrían ser las películas de ciencia ficción de bajo presupuesto de los años 50 y 60.

Mucho del arte pop intentó incorporar imágenes de la cultura popular y el kitsch. Los artistas podían justificarlo diciendo que "citaban" estas imágenes para crear nuevos conceptos, a menudo de forma irónica.

A pesar de estos cambios, muchas personas en el mundo del arte siguen viendo una diferencia clara entre el arte y el kitsch, excluyendo el arte sentimental o muy realista de una consideración seria.

En la música, algunos cantantes y presentaciones también se han considerado kitsch. Por ejemplo, algunas actuaciones en el Festival de la Canción de Eurovisión se asociaron con este término, aunque esto ha cambiado en los últimos años.

Estilo Kitsch en Arquitectura

Hacia el final de su carrera, en los años 50, el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright creó algunos edificios muy discutidos. En su búsqueda de formas curvas, especialmente el círculo, llevó sus diseños al extremo. Un ejemplo es el Ayuntamiento de Marin en California, donde las curvas son muy exageradas. Esta etapa final de su obra se conoce a veces como de "fantasía kitsch".

El Kitsch en el Mundo Hispano

Argentina

El artista Federico Jorge Klemm, en su programa de televisión "Kultura kitsch", dijo que el kitsch ya no es solo sinónimo de mal gusto, sino una categoría estética de nuestra época que tiene que ver con la exageración de lo artificial y lo desmesurado. Para él, el kitsch es una actitud estética que cuestiona el buen gusto.

Klemm mencionó a Disneylandia como un paraíso del kitsch y a artistas como Salvador Dalí por incorporar elementos de gusto dudoso en el arte. También señaló la película "La dama regresa" como un ícono kitsch de la cultura argentina. Otros personajes de la cultura argentina que se identifican con el kitsch son Sandro y Susana Giménez.

En los años 90, con la llegada de productos chinos baratos, aparecieron tiendas llamadas "Todo por dos pesos" que vendían muchos objetos de decoración considerados kitsch, a menudo copias de baja calidad.

Chile

En Chile, la palabra kitsch se relaciona con el arte vendible de bajo valor y con la cultura popular de producción masiva y bajo costo.

En la música, se considera kitsch escuchar a artistas como Yuri, Pablo Ruiz o Julio Iglesias, especialmente los éxitos de décadas pasadas. En diseño y decoración, es kitsch usar muebles o adornos de los años 50 y 60 que han sido modificados. En la moda, se asocia con ropa de segunda mano de colores llamativos y diseños geométricos, así como accesorios de plástico.

Los colores típicos del kitsch en Chile son el bermellón, fucsia, negro, rosado, celeste, calipso, dorados y plateados, junto con telas que imitan seda o raso. También se asocia con la estética de programas de televisión y publicidad de los años 70 y 80.

Costa Rica

En Costa Rica, la palabra kitsch no es muy común. En su lugar, se usa el término "polo" para describir algo que carece de sentido estético, está sobrecargado de adornos o es de mal gusto.

Es frecuente ver en los hogares, sobre todo en zonas rurales, adornos kitsch como paños colgados en las paredes o muñecos de yeso pintados con esmaltes baratos, que representan animales o personas.

Cuba

En Cuba, el término "cheo" es similar al kitsch. Se usa para algo que se percibe como de mal gusto, exagerado o sin sofisticación. Ambos términos describen una estética que puede ser humorística por su excesiva ornamentación o falta de refinamiento. Aunque el kitsch a veces se usa con ironía en el arte, "cheo" suele tener una connotación negativa, asociada a la falta de modernidad o elegancia.

España

En España, además de "cursi" y "hortera", se ha popularizado el término "cuqui". El filósofo Harry G. Frankfurt dice que el kitsch busca quitarle seriedad a las cosas. Para el profesor Eloy Fernández Porta, lo "cuqui" es como el "rococó de los pobres".

La palabra "cursi" se popularizó en España en el siglo XIX. Al principio, se definía como "la persona que presume de fina y elegante sin serlo" y "lo que con apariencia de elegancia o riqueza es ridículo y de mal gusto". Escritores como Ramón Gómez de la Serna y Ortega y Gasset también hablaron sobre lo cursi.

México

En México, la palabra kitsch se usa más en el mundo del arte para describir obras o eventos con características vulgares o de mal gusto, pero que tienen algún valor artístico. Se puede comparar con la palabra "naco", aunque el kitsch tiene una valoración más positiva. Jesús Enrique Emilio Helguera fue un ilustrador kitsch famoso por sus imágenes románticas e irreales para calendarios, con personajes de rasgos europeos y paisajes idílicos.

La palabra "naco" tiene un origen incierto, posiblemente indígena. A veces, puede tener una connotación negativa o incluso racista, pero también se ha usado como un símbolo de orgullo. Por ejemplo, existe una marca de ropa llamada Naco.

En México, se contrasta lo "naco" con lo "fresa", que se refiere a jóvenes de familias tradicionales y ricas con un estilo de vida conservador.

Panamá

En Panamá, no se usa mucho la palabra kitsch. En su lugar, se emplean los términos "runcho" o "runcha" para referirse a objetos o decoraciones que parecen baratos o de mal gusto.

Es común ver en los hogares panameños decoraciones kitsch, ya que hay muchos objetos y artículos decorativos económicos disponibles en tiendas y bazares, como alfombras, figuras de yeso y porcelana, y artesanías orientales.

Perú

En Perú, la palabra kitsch no es de uso generalizado, pero se puede identificar con lo "huachafo", que se refiere a usos y costumbres de muy mal gusto. Esto se asocia con la subcultura "chicha", que surgió de la gente migrante que llegó a Lima y se instaló en barrios populares. Se refleja en ropa llamativa, uso de jerga y la música "chicha", que mezcla huaynos andinos con cumbia amazónica.

Artistas como Wendy Sulca, Tongo y La Tigresa del Oriente son ejemplos de esta cultura, y sus videos musicales a menudo se catalogan dentro de la cultura kitsch por su estilo peculiar.

Venezuela

En Venezuela, la palabra kitsch se relaciona con "chabacano" y se asocia a culturas sociales de bajos recursos. A las personas kitsch se les llama "tukki" o "wircho". En la música, algunos artistas de reguetón y la cantante Lila Morillo son criticados por su "mal gusto" en su comportamiento, vestimenta y música.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Kitsch Facts for Kids

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Kitsch para Niños. Enciclopedia Kiddle.