Joaquín Ballester (grabador) para niños
Joaquín Ballester (Valencia, 1740-Madrid, 1808) fue un importante grabador español. Aprendió su arte con Ignacio Vergara, un reconocido escultor.

Contenido
La vida y el trabajo de Joaquín Ballester
¿Cómo se formó Joaquín Ballester como grabador?
Joaquín Ballester comenzó su formación artística con Ignacio Vergara. Después, continuó sus estudios de grabado en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Allí tuvo como maestros a Vicente Galcerán y Manuel Monfort, quienes le enseñaron las técnicas de este arte.
¿Cuándo se estableció en Madrid y qué logros obtuvo?
En 1766, Ballester se mudó a Madrid. Años más tarde, en 1772, logró un puesto especial como académico en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Esto demostraba su gran habilidad y reconocimiento en el mundo del grabado.
¿Qué tipos de obras realizó Joaquín Ballester?
Joaquín Ballester fue un grabador muy productivo. Hizo muchos tipos de trabajos, como:
- Grabados de reproducción: Copias de obras de arte ya existentes, como pinturas o esculturas.
- Ilustraciones para libros: Dibujos y grabados que acompañaban el texto de diferentes publicaciones.
- Estampas sueltas: Grabados individuales, a menudo con temas religiosos o retratos.
Ejemplos de sus grabados más conocidos
Entre sus grabados de devoción, se encuentra uno del Padre de pobres san Juan de Dios. También hizo una reproducción de San Magín, un santo al que se le pedía ayuda para diferentes problemas de salud.
Ballester también grabó retratos de personas importantes. Hizo uno del rey Carlos III y otro de José Patiño, basado en un dibujo de Antonio Carnicero. Otro retrato famoso fue el del conde de Floridablanca, que fue el primero en ser estampado en la Calcografía Nacional el 29 de abril de 1789.
Trabajos especiales y colaboraciones
La Compañía para el grabado de los cuadros de los Reales Palacios le encargó a Ballester una obra muy importante. Grabó el Cristo muerto sostenido por un ángel de Alonso Cano, basándose en un dibujo de Rafael Ximeno y Planes. Por este trabajo, recibió una gran suma de dinero en 1795.
Joaquín Ballester colaboró con varias imprentas para ilustrar libros. Destacan las estampas que hizo para el Missale romanum en 1776, incluyendo una reproducción del famoso Cristo de Velázquez. También participó en la colección de las Antigüedades árabes de España y en la edición de La conjuración de Catilina y la guerra de Yugurta de Salustio.
Además, sus grabados aparecen en una edición del Quijote de Ibarra (1780). Fue recomendado por Manuel Salvador Carmona para trabajar en la serie de Retratos de españoles ilustres de la Real Calcografía. Allí, Ballester grabó los retratos de Alonso de Villegas y Antonio de Covarrubias, entre otros.