Jaime de Copons y de Falcó para niños
Jaime de Copons y de Falcó (nacido en el XVII en Barcelona y fallecido alrededor de 1718, también en Barcelona) fue un noble español conocido como el conde de San Martín. Fue un importante defensor de la Casa de Austria durante la Guerra de Sucesión Española. En 1713, junto a Rafael Casanova, fue uno de los líderes principales en la defensa de Cataluña.
Contenido
¿Quién fue Jaime de Copons y de Falcó?
Jaime de Copons y de Falcó fue un aristócrata que apoyó al archiduque Carlos de Austria en la lucha por el trono de España. Su participación fue clave en un momento muy importante de la historia de España.
Sus primeros pasos en la política
Jaime de Copons y de Falcó participó en las Cortes de Cataluña en el año 1705. Las Cortes eran como un parlamento donde se tomaban decisiones importantes para la región. Esto muestra que desde temprano estuvo involucrado en los asuntos públicos.
Su papel durante el Tratado de Utrecht
En 1713, los Tres Comunes de Cataluña (que eran las instituciones de gobierno de la región) lo eligieron para que les diera consejos. Esto ocurrió en un momento delicado, cuando se firmaba el Tratado de Utrecht. Este tratado significaba que las tropas de Austria se retirarían de Cataluña, lo que dejaba a la región en una situación difícil frente a Felipe V.
Liderazgo en la defensa de Cataluña
Jaime de Copons y de Falcó fue parte de la Junta General de Brazos en 1713. Allí, defendió la idea de seguir luchando contra Felipe V. Sin embargo, también quería intentar negociar para proteger las leyes y costumbres de Cataluña, conocidas como las Constituciones.
Cuando la guerra fue declarada, Copons fue miembro de la Junta de los 36. Esta junta se disolvió en diciembre de 1713. Luego, en febrero de 1714, fue nombrado miembro de la Junta de los 24 y se le asignó un puesto en la Junta de Provisiones, que se encargaba de conseguir los recursos necesarios para la defensa.
¿Qué pasó después de la guerra?
Después de que la defensa de Cataluña terminó, Jaime de Copons y de Falcó siguió viviendo en Barcelona. Compartió este período con Rafael Casanova y otras personas que también habían apoyado la misma causa. Aunque sus bienes fueron confiscados, continuó su vida en la ciudad.
