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Historia de Calabria para niños

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La historia de Calabria es muy antigua, ¡se remonta a más de once mil años! Esta región de Italia ha sido hogar de muchos pueblos a lo largo del tiempo. Algunos de los primeros fueron los itali, ausonios, enotrios, lucanos y brucios. Luego llegaron los griegos y los romanos.

En la Edad Media, Calabria fue gobernada por los bizantinos, árabes y normandos. Después, formó parte del Reino de Nápoles, bajo el control de los angevinos y los aragoneses. Finalmente, se unió al Reino de Italia y, más tarde, a la República Italiana.

Antigüedad en Calabria

Archivo:Magna Grecia 280aC
La Magna Grecia alrededor del año 280 a.C.

Calabria fue habitada primero por tribus itálicas que hablaban una lengua llamada osco. Dos de estas tribus fueron los enotrios, que significa "cultivadores de vid", y los italiotas. Se dice que el nombre de toda la península, lo que hoy conocemos como Italia, viene de esta última tribu.

Primeros Habitantes y Mitos

Según algunas historias antiguas, un descendiente de Jafet llamado Bescio Askenazí habría fundado ciudades en Calabria, como Bisignano. En la antigüedad, a esta región se la conocía como Brucio o Brutio.

Antes de la llegada de los griegos, se cree que vivían aquí varias comunidades, como los enotrios, conos, morgetes e ítalos. Los colonizadores griegos llamaron a Calabria "Italia" por el mítico rey Ítalo. Con el tiempo, los ítalos se movieron hacia el interior de la región.

Durante la Edad de Hierro, diferentes grupos de pueblos indoeuropeos llegaron a Italia. Se les conoce como italiotas y hablaban el idioma osco. Entre ellos estaban los samnitas, apulios y lucanos.

La Influencia Griega

Los griegos se establecieron en la costa de Calabria muy temprano. Fundaron ciudades importantes como Regio (la primera ciudad italiana con ese nombre), Síbaris, Crotona y Locros. Estas ciudades fueron líderes en la Magna Grecia (la "Gran Grecia" en el sur de Italia) durante los siglos VI y V a.C.

Los primeros griegos que llegaron a Italia encontraron a los ausonios, enotrios y yapigios. Los ausonios ya existían alrededor del 1600 a.C. y su territorio, Ausonia, se extendía desde el Lacio hasta Calabria. Los brucios, por su parte, se concentraron en pequeñas aldeas, acuñaron sus propias monedas y desarrollaron una sociedad con guerreros importantes. Su expansión los llevó a chocar con las grandes ciudades griegas, creando la "Magna Bruttiorum", que abarcaba la actual provincia de Cosenza y parte de Basilicata.

Las ciudades griegas más importantes se fundaron en estas fechas:

  • Regio: Fundada en el 743 a.C. por gente de la isla de Eubea.
  • Síbaris: Fundada en el 720 a.C. por los aqueos en el Mar Jónico.
  • Crotona: Fundada en el 710 a.C. también por los aqueos.
  • Locros Epicefiria: Fundada entre el 710 y el 690 a.C. por un grupo de siervos de la región griega de Lócrida.

Estas ciudades griegas también fundaron otras colonias en Calabria y regiones cercanas, como Pixunte, Medma, Hiponio, Laos, Escidro, Posidonia, Terina, Escilacio, Caulonia y Metauro.

Conflictos entre Ciudades Griegas

Las ciudades griegas a veces luchaban entre sí. Entre el 560 y el 550 a.C., Crotona y Locros Epicefiria se enfrentaron en la Batalla del río Sagra, donde ganó una alianza entre Regio y Locros.

En el 510 a.C., los crotoniatas atacaron Síbaris. Se dice que 100.000 crotoniatas lucharon contra 300.000 sibaritas en el río Trionto. Los crotoniatas ganaron, saquearon Síbaris y desviaron las aguas del río Cratis sobre sus ruinas.

Más tarde, en el 444 a.C., colonos de Atenas y el Peloponeso fundaron la colonia de Turios en el mismo lugar donde estaba Síbaris, por deseo de Pericles.

En el 338 a.C., Locros Epicefiria pidió ayuda a Dionisio I de Siracusa contra Regio y Crotona. Los siracusanos intervinieron, derrotaron a los crotoniatas y ocuparon Crotona por diez años. Regio también fue debilitada después de un largo asedio.

Alrededor del siglo III a.C., tribus oscas del norte, como los lucanos y los brucios (una rama de los lucanos), conquistaron a los griegos. Los brucios fundaron ciudades importantes, incluyendo la actual capital, Cosenza, que entonces se llamaba Consentia. Los brucios atacaron y conquistaron varias ciudades griegas. Los italiotas intentaron resistir pidiendo ayuda al rey Alejandro de Epiro, pero él también fue derrotado y murió en la Batalla de Pandosia en el 331 a.C.

Conquista Romana

En el siglo III a.C., Calabria pasó a formar parte del Imperio Romano. Desde ese momento, la región no recuperó la prosperidad que tuvo antes.

Guerras y Dominio Romano

Entre el 280 y el 275 a.C., Roma luchó contra Tarento en la guerra Tarentina. Tarento pidió ayuda a Pirro, rey de Epiro, quien, junto a sus aliados brucios y lucanos, derrotó a los romanos en la Batalla de Heraclea gracias a sus elefantes de guerra. Sin embargo, Pirro fue derrotado más tarde por los romanos en la Batalla de Benevento en el 275 a.C. y se retiró. Se cuenta que, al pasar por Calabria, el ejército de Pirro saqueó un santuario, lo que se consideró una ofensa a los dioses. Para el 272 a.C., los romanos ya dominaban todo el sur de Italia.

En el 270 a.C., las tierras de los brucios fueron tomadas por el Senado Romano y se convirtieron en propiedad pública. Gran parte de la actual Sila, que significa "bosque", pasó a ser parte del patrimonio romano.

La Segunda Guerra Púnica comenzó en el 217 a.C. El general cartaginés Aníbal Barca, después de varias victorias en el norte de Italia, se retiró a Calabria entre el 205 y el 204 a.C. Allí castigó a las ciudades leales a Roma y premió a sus aliados brucios. Aníbal también mandó escribir una historia de las guerras púnicas desde el punto de vista cartaginés. Sin embargo, en el verano del 204 a.C., los romanos llegaron a Calabria y esclavizaron a los brucios como castigo por su rebelión. Grandes extensiones de tierra fueron confiscadas y entregadas a la aristocracia romana.

En el 186 a.C., hubo una represión de cultos de origen griego en toda la Magna Grecia, como parte de un plan para reducir la influencia griega en el sur de Italia.

Calabria en el Imperio Romano

En el 132 a.C., el cónsul romano Popilius Lena ordenó la construcción de la Vía Popilia, una importante calzada que llegaba hasta Regio de Calabria. En este periodo, las principales ciudades de Calabria eran Crotona, Temesa, Turios, Vibo Valentia y Regio de Calabria.

Entre el 91 y el 89 a.C., se libró la guerra Social, al final de la cual el Senado Romano otorgó la ciudadanía romana a los itálicos.

En el año 61 d.C., el apóstol Pablo de Tarso pasó por Regio de Calabria de camino a Roma. El cristianismo se extendió en Calabria a través de los puertos y a lo largo de la Vía Popilia.

El emperador Trajano también mandó construir la Vía Trajana.

En el año 305, un patricio calabrés llamado Bulla se rebeló contra el Imperio Romano con un gran grupo de seguidores. Aunque fue derrotado, Roma ya no pudo controlar completamente los bosques de la Sila.

En el 313, el emperador Constantino I el Grande promulgó el Edicto de Milán, que favorecía al cristianismo. En el 391, el emperador Teodosio I el Grande lo declaró religión oficial del Estado. En el 363, Basilio el Grande llegó a Calabria y fundó varios monasterios, sentando las bases de la tradición monástica griega en la región.

En el 365, un fuerte terremoto y un maremoto afectaron las costas calabresas.

El Imperio Romano se dividió en dos. El Imperio Romano de Occidente, con capital en Rávena, sufrió la invasión de los godos de Alarico I en el 410. Alarico saqueó Roma y marchó hacia el sur de Italia. La leyenda dice que Alarico I murió en Cosenza y fue sepultado en la confluencia de los ríos Crati y Busento.

Edad Media

Después de la caída del Imperio Romano, la gente de Calabria se trasladó en gran parte hacia el interior debido a la malaria y a los ataques de piratas que duraron hasta el siglo XVII.

A principios de la Edad Media, Calabria fue ocupada por bizantinos, ostrogodos y longobardos. La región sufrió mucho durante la Guerra Gótica antes de pasar a ser gobernada por un duque local nombrado por el Imperio Bizantino. Los bizantinos impulsaron la vida en Calabria, fundando ciudades y obispados de rito bizantino.

Invasiones Árabes

El Imperio Bizantino no pudo evitar los ataques de los árabes, que devastaron Calabria. En los siglos IX y X, Calabria, que había sido una importante fuente de grano para Roma, se convirtió en una zona fronteriza entre el gobierno bizantino y los emires árabes de Sicilia. La región sufrió muchos ataques, se despobló y perdió la moral, aunque los monasterios griegos mantuvieron viva la cultura. Muchos calabreses de habla griega se trasladaron al Peloponeso.

En el 827, con la llegada de los árabes a Mazara, Sicilia se convirtió en provincia musulmana, y el dominio bizantino en el sur de Italia se volvió incierto. Grupos árabes tomaron Tarento y Bari entre el 840 y el 842. La situación empeoró cuando Tropea, Amantea y Santa Severina fueron ocupadas por los sarracenos. En el 905, Abû el’-Abbâs, un califa sarraceno, conquistó Regio de Calabria en una batalla donde murieron 17.000 calabreses. Regio, bajo los sarracenos, fue llamada Rivah. Este periodo marcó el inicio de un largo conflicto entre árabes y griegos por el control de Regio y el Ducado de Calabria.

En el 906, los bizantinos reconquistaron la capital, y Regio de Calabria se convirtió en la sede del "Duque de Calabria y de Italia" debido a su importancia estratégica. La ciudad sufrió nuevas incursiones sarracenas en el 913.

Hubo más conflictos y cambios de poder. En el 916, el duque de Calabria Mazzalo fue asesinado por los calabreses. En venganza, los sarracenos saquearon Regio en el 918. Sin embargo, en el 920, una alianza de Regio, Amalfi y griegos recuperó los territorios. Los sarracenos continuaron sus ataques, pero fueron derrotados en varias ocasiones por los calabreses y sus aliados.

En el 951, la ciudad de Regio fue tomada por los sarracenos, su iglesia principal se convirtió en mezquita y se impuso la religión musulmana. Pero en el 956, los bizantinos la recuperaron, destruyeron la mezquita y reconstruyeron la iglesia. En el 959, llegaron tropas de Constantinopla que expulsaron a los sarracenos.

En el 962, el sarraceno Al-Bereq devastó Calabria, especialmente Regio, pero los calabreses unidos lo derrotaron y mataron en Santa Ágata.

En el 975, el emir de Sicilia, Abulcasimo, saqueó Regio de Calabria y otros territorios. En el 1001, Regio volvió a caer en manos de los emires de Palermo, hasta el 1027, cuando el ejército bizantino la recuperó.

En el 1036, el duque de Calabria, León Opo, movilizó al ejército griego para expulsar a los sarracenos de Sicilia, pero finalmente desistió.

Dinastía Normanda

En la década de 1060, los normandos, liderados por Roger (hermano de Roberto Guiscardo), se establecieron en Calabria. Organizaron un gobierno que seguía el modelo bizantino, pero era dirigido por los nobles griegos locales.

Calabria fue invadida por los normandos, quienes la unieron al Reino de Sicilia. En el 1039, Guaimario IV de Salerno, aliado de los bizantinos, envió a los normandos a Regio de Calabria.

En el 1057, Roberto Guiscardo llegó a Calabria, conquistó Catanzaro y atacó la provincia de Regio, pero no logró tomar la ciudad. En el 1059, él y su hermano Roger asediaron Regio, pero tuvieron que desistir. Finalmente, en el 1060, Roberto Guiscardo sometió a Regio a un duro asedio, y la ciudad se rindió por hambre.

En el 1061, Calabria fue dividida entre Roberto Guiscardo, duque de Calabria, y Roger, conde de Calabria. Desde este momento, terminó la soberanía griega.

  • Roberto estableció su Ducado de Calabria en Regio, restauró y fortificó la ciudad.
  • Roger fue conde de Calabria, vasallo de su hermano, con sede en Vibo Valentia.

En el mismo año, el sarraceno Betameno, expulsado de Catania, se refugió en Regio de Calabria pidiendo ayuda a los normandos.

Para evitar futuros conflictos con los bizantinos, Roberto Guiscardo atacó Constantinopla en el 1081, pero murió allí. Su hijo Roger Borsa lo sucedió y continuó administrando Regio de Calabria como capital del Ducado.

En el 1088, el sarraceno Bonavert de Siracusa desembarcó en Regio de Calabria, destruyendo monasterios e iglesias. Pero Roger I de Sicilia lo persiguió, lo mató en batalla y conquistó Siracusa. Por esta victoria, Regio adoptó a San Jorge como su protector.

En el 1098, el papa Urbano II nombró a Roger como legado apostólico, lo que más tarde llevó a la formación del Reino de Sicilia. Calabria se dividió en dos provincias: Calabria Citeriore (o Calabria próxima, de habla latina) en el norte y Calabria Ulteriore (o Calabria lejana, de habla griega) en el sur.

En el 1122, hubo conflictos entre Roger II de Sicilia y su primo Guillermo, duque de Calabria. El papa Calixto II los pacificó, y Roger II se apoderó de Regio de Calabria, siendo reconocido como duque de Calabria y Apulia, y conde de Sicilia. En el 1131, Roger II fue coronado Rey de Sicilia y trasladó su capital de Regio a Palermo.

En el 1147, Calabria se dividió en dos jurisdicciones: Calabria, con capital en Regio de Calabria, y Valle del Crati (o Tierra Jordana), con capital en Cosenza.

Con los normandos, se inició la eliminación de las diócesis de rito bizantino. Se fundaron nuevas diócesis de rito latino, y las antiguas fueron "latinizadas". La última diócesis griega, Gerace, se unió a un obispado latino en 1482.

Cuando Federico II de Hohenstaufen se convirtió en Rey de Sicilia, Calabria vivió un periodo de prosperidad. El rey se instaló en Melfi y fundó el Castillo y el Domo de Cosenza, y la fortaleza de Roca Imperial. Los calabreses se mantuvieron leales a los Hohenstaufen, incluso después de la muerte de Conradino de Hohenstaufen por orden de Carlos I de Anjou, quien tomó el poder en Sicilia en 1269.

Casa de Anjou

Desde el año 1266, Calabria formó parte del Reino de Nápoles, bajo el dominio de la Casa de Anjou, una dinastía francesa. El Ducado de Calabria mantuvo la división en dos provincias:

  • Calabria Ulterior, con capital en Catanzaro.
  • Calabria Citerior, con capital en Cosenza.

Estas provincias tenían tierras feudales y tierras reales.

En el 1307, el rey Carlos II de Anjou concedió a su hijo Roberto el título de duque de Calabria. El ducado generaba muchos ingresos para la corte y por eso era gobernado por un virrey.

Desde el gobierno angevino, Calabria fue gobernada desde Nápoles hasta su unificación con Italia.

Dinastía Aragonesa

Una gran epidemia de peste en el siglo XIV afectó gravemente las ciudades y la economía del sur de Italia, incluyendo Calabria. Lo que antes había sido una región muy productiva, se convirtió en una vasta zona despoblada. Las llanuras costeras se abandonaron y se llenaron de pantanos, excepto la llanura de Seminara, que mantuvo una débil actividad agrícola.

Alfonso V de Aragón conquistó el Reino de Nápoles, y así Calabria pasó a manos de una dinastía aragonesa. Esto significó que la región quedó bajo el control de Fernando el Católico y fue escenario de las guerras italianas entre Francia y España en los siglos XV y XVI.

La Emigración Valdense

Se cree que algunas comunidades valdenses, un grupo religioso de los Alpes, se asentaron en Calabria en el siglo XIII y se extendieron en el siglo XIV. Se dice que en 1315, algunos terratenientes de Calabria ofrecieron tierras a los valdenses para que las cultivaran a cambio de una cuota anual, permitiéndoles establecer comunidades libres de obligaciones feudales.

Edad Moderna y Contemporánea

En estas épocas, Calabria siguió el mismo destino que el Reino de Nápoles. Los griegos regresaron a la región en los siglos XVI y XVII, huyendo de la conquista del Peloponeso por los turcos otomanos. Muchos griegos y albaneses, especialmente después de la caída de Coroni (1534), buscaron refugio en Calabria, Salento y Sicilia. Los griegos de Coroni, que eran nobles, trajeron consigo propiedades y recibieron privilegios especiales. Otros griegos llegaron de la región de Mani, conocidos por su tradición militar. Estas migraciones fortalecieron el despoblado sur de Italia con una población culturalmente rica y militarmente capaz.

En el siglo XVII, Calabria pasó a la dinastía de los Borbones, quienes crearon el Reino de las Dos Sicilias. Luego, fue gobernada por José Bonaparte, hermano de Napoleón, y después por el mariscal francés Joaquín Murat, quien fue ejecutado en Pizzo. Calabria experimentó varias revueltas campesinas como parte de las Revoluciones de 1848 que se extendieron por Europa. Esto preparó el camino para la unificación con el resto de Italia en 1861, cuando Giuseppe Garibaldi unió el Reino de Nápoles. El Aspromonte fue escenario de una famosa batalla de la unificación, donde Garibaldi resultó herido. Desde entonces, Calabria ha pertenecido al Reino de Italia y luego a la República Italiana.

Las familias de la organización criminal llamada 'Ndrangheta de Calabria comenzaron a aparecer alrededor de 1850.

Hasta mediados del siglo XX, el sur de Italia era una de las regiones más pobres de Europa, y Calabria fue una fuente principal de emigración a principios del siglo XX. Muchos calabreses se fueron a ciudades industriales en el norte de Italia, a otros países de Europa, Australia y América (especialmente Argentina, Brasil, Canadá y Estados Unidos). Desde la década de 1970, ha habido un aumento de la riqueza y una mejora económica, basada en la agricultura moderna, el turismo y un crecimiento comercial. Aunque su ingreso por persona sigue siendo menor que el del norte o centro de Italia, ha mejorado y se acerca al promedio de la Unión Europea.

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