Historia de Badalona para niños
Badalona, una ciudad en la provincia de Barcelona, España, tiene una historia muy antigua que se remonta a miles de años. Aunque fue fundada oficialmente por los romanos alrededor del año 100 a.C., se han encontrado restos humanos mucho más antiguos, de hace unos 3500 a 2500 años antes de Cristo.
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Los Primeros Habitantes de Badalona
Aunque se cree que hubo comunidades prehistóricas en Badalona, es difícil encontrar sus restos porque los materiales que usaban fueron reutilizados. Sin embargo, sí se han encontrado herramientas de sílex de la época de los cazadores nómadas.
Tenemos pruebas claras de la presencia humana entre el 3500 a.C. y el 2500 a.C., cuando las personas empezaron a vivir en un solo lugar durante el Neolítico. Se han hallado restos en cuevas de los barrios de Manresa y la Colina de Seriol, así como en Sistrells y Llefià.
La Época Antigua: Íberos y Romanos
Badalona fue habitada por los íberos, un pueblo antiguo de la península ibérica. Tenían asentamientos fortificados en lugares altos, como la Colina de Boscà, que estaba protegida por muros. Otros poblados cercanos eran los de la Colina de Montgat y Puig Castellar.
En la Colina de las Maleses, también se encontró otro poblado íbero que data de hace unos 800 a 600 años antes de Cristo.
Los íberos de la zona, conocidos como laietanos, empezaron a desaparecer alrededor del siglo I a.C. Esto ocurrió con la llegada de los romanos, quienes buscaban controlar el territorio. Después de derrotar a los cartagineses, los romanos se quedaron y conquistaron toda la península. Su nueva forma de vida y agricultura hizo que los íberos abandonaran sus antiguos poblados.
La Fundación de la Ciudad Romana: Baetulo
Los romanos fundaron la ciudad de Baetulo (hoy Badalona) alrededor del año 100 a.C. Fue una de las ciudades más importantes de la región de la Layetania. Los romanos planificaron Baetulo con un diseño de calles en forma de cuadrícula, en una zona elevada cerca del mar, ideal para la agricultura y bien conectada con otros pueblos.
La ciudad estaba amurallada y tenía una entrada principal por la Vía Augusta, una importante calzada romana. Baetulo medía unas 11 hectáreas y sus muros tenían grandes torres de defensa. Los romanos establecieron allí un centro militar en el siglo III a.C.
Baetulo creció mucho, llegando a tener unos 15.000 habitantes a finales del siglo I a.C. Su prosperidad se debió principalmente al cultivo de la vid y a la exportación de vino a muchas partes del Imperio Romano.
Durante su época de mayor esplendor, se construyeron importantes edificios como los baños públicos (termas romanas), y se encontraron obras de arte como la Venus de Badalona. En el siglo II a.C., el emperador Vespasiano concedió a los habitantes de Baetulo el derecho de ser ciudadanos romanos, lo que significaba que la ciudad se convirtió en un municipio con plenos derechos.
En 1954, se descubrieron los restos de los antiguos baños romanos, y en 1966 se inauguró el Museo de Badalona en ese mismo lugar.
El Final de la Época Romana
A partir del siglo III d.C., el Imperio Romano empezó a decaer, lo que afectó a muchas ciudades, incluida Badalona. La gente empezó a mudarse al campo, y las ciudades se despoblaron. Hay poca información sobre Badalona en este periodo, pero se sabe que en el siglo VI d.C. hubo reformas urbanísticas cerca del foro romano.
Entre los siglos IV y VI, se usó una necrópolis (cementerio) romana. Aunque Badalona importaba cerámica de África hasta el siglo VII, esta fue una época de poca actividad y documentación para la ciudad.
La Edad Media
A partir del siglo X d.C., Badalona empezó a recuperar su vida urbana en la zona de la antigua ciudad romana. Durante los siglos IX y X, se desarrolló la Badalona medieval, que hoy se conoce como "Dalt de la Vila".
La Masía fortificada de Can Canyadó, del siglo XV, es un ejemplo de la arquitectura de la costa catalana de esa época. También destaca la Casa Pavillard, un edificio modernista de 1906.
En la Edad Media, Badalona tenía varios núcleos de población dispersos, con torres de defensa. El centro principal se formó alrededor de la antigua iglesia de Santa María en el siglo XII, en el mismo lugar donde estuvo la Baetulo romana. Este lugar se convirtió en el corazón de la Badalona actual. En 1382, la ciudad obtuvo su propio gobierno municipal.
Durante la Baja Edad Media, Badalona sufrió plagas y ataques de piratas. Fue un periodo difícil, pero la ciudad se consolidó como un núcleo urbano que producía lo necesario para su propia subsistencia. En el siglo XVII, el área alrededor de la iglesia de Santa María se conoció popularmente como "Dalt la Vila", con unas 200 casas y 700 habitantes.
La Edad Moderna
En la Edad Moderna, las antiguas villas romanas se transformaron en masías (casas de campo), creando una mezcla de vida urbana y rural que se mantuvo hasta mediados del siglo XVIII. Algunas construcciones de esta época tenían un estilo señorial, mientras que otras conservaban su aspecto defensivo debido a los ataques piratas en la costa.
El monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, fundado en 1416, fue muy importante. Aquí, Cristóbal Colón recibió el apoyo de los Reyes Católicos para su viaje a las "Indias" y fue recibido a su regreso.
Badalona volvió a crecer económicamente gracias al cultivo de la vid y a la agricultura de cereales y cáñamo. La pesca también tuvo un crecimiento importante en el siglo XVII.
El Siglo XIX
A principios del siglo XIX, Badalona empezó a comerciar sus productos con Barcelona, que se estaba industrializando. La ciudad siguió creciendo cerca del mar, y surgieron zonas como la calle del Mar, que hoy es un importante eje comercial. La pesca y la agricultura seguían siendo muy importantes.
A mediados del siglo XIX, Badalona recibió a muchas personas que venían del campo de otras partes de Cataluña, lo que hizo que su población aumentara a 12.600 habitantes en 1860. Este crecimiento llevó a la creación de nuevas calles y la llegada de las primeras fábricas de tejidos. La llegada del tren a la ciudad, con la línea Barcelona-Mataró, impulsó aún más su desarrollo.
En 1897, la Reina María Cristina le dio a Badalona el título de ciudad. A principios del siglo XX, Badalona ya tenía una gran variedad de industrias que poco a poco fueron reemplazando a la pesca como actividad principal. También surgieron movimientos sociales y culturales, como el Orfeón Badalonés en 1921, y se desarrollaron deportes como el fútbol, el baloncesto y la natación.
Las fábricas y las casas de los industriales se construyeron en zonas como "la Plana", dando lugar a áreas con una arquitectura peculiar, similar al Ensanche de Barcelona. Muchas de estas edificaciones son hoy parte del patrimonio artístico de la ciudad.
El Siglo XX
Badalona, como el resto de España, sufrió la dictadura de Primo de Rivera, la Guerra Civil Española y la posterior dictadura de Francisco Franco. La dictadura frenó el desarrollo cultural de la ciudad y de Cataluña, llevando a un periodo de represión y clandestinidad cultural.
La ciudad recibió con entusiasmo la proclamación de la Segunda República Española y vivió intensamente los cambios políticos y sociales de esos años. Sin embargo, la crisis económica mundial también afectó a Badalona, causando mucho desempleo.
La Guerra Civil Española
La guerra cambió por completo la vida de los badaloneses. Las organizaciones de trabajadores y de izquierda intentaron controlar la situación y organizar el poder en la ciudad. Las fábricas locales se adaptaron para producir materiales de guerra.
Badalona sufrió bombardeos violentos, por ejemplo, por la aviación italiana, y sus habitantes padecieron la escasez de alimentos. El año 1939 marcó el inicio de una etapa muy difícil para la población, con mucha pobreza y racionamiento de productos.
Posguerra y Franquismo
El inicio de la posguerra fue duro. La dictadura fue un momento de gran expansión para la ciudad, que recibió a muchas personas de otras partes de España. Sin embargo, la ciudad no pudo absorber a toda esta población, lo que llevó a la aparición de barrios con condiciones de vida difíciles.
Entre 1960 y 1975, la ciudad se transformó debido a la gran cantidad de personas que llegaron. Este crecimiento se dejó en manos privadas, lo que resultó en un desarrollo urbano desordenado, sin suficientes servicios ni equipamientos.
Transición y Recuperación Democrática
Este periodo fue también el de la recuperación política, con la actividad de grupos que trabajaban en secreto, la reorganización de los trabajadores y la creación de asociaciones de vecinos y entidades culturales.
El fin de la dictadura y la transición buscaron restablecer la democracia. Instituciones como el Orfeón Badalonés y el Círculo Católico impulsaron este cambio. Las huelgas y la lucha política se intensificaron, extendiéndose hasta finales de los años ochenta.
En 1978, el cantautor Joan Manuel Serrat dedicó a la ciudad el pasodoble Qué bonito es Badalona. Otros artistas como Manolo Escobar y Julio Madrid también cantaron esta canción.
La nueva Badalona democrática comenzó con las primeras elecciones municipales el 3 de abril de 1979. Los partidos de izquierda obtuvieron una clara victoria. En el primer gobierno, participaron todos los grupos políticos.
La Rambla de Badalona es única porque es la única que corre paralela a la costa, a diferencia de otros paseos marítimos que suelen ser perpendiculares.
A finales de los años 80, se inauguró el Paseo Marítimo, abriendo Badalona al mar. Después de ser una subsede de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Badalona se encuentra hoy en un proceso de grandes cambios urbanísticos y enfrenta el reto de la llegada de nuevos habitantes en el siglo XXI.