Francisco Solá y Madriguera para niños
Datos para niños Francisco Solá |
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Intendente General de Cataluña | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | Taradell, Barcelona ![]() |
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Información profesional | ||
Ocupación | Militar | |
Lealtad | Carlos VII | |
Conflictos | Tercera guerra carlista | |
Francisco Solá y Madriguera fue una figura importante durante la Tercera Guerra Carlista en España. Nació en Taradell, un pueblo de la provincia de Barcelona. Durante este conflicto, Solá fue el Intendente General y jefe principal de Hacienda (encargado de las finanzas) en Cataluña para el bando carlista.
Contenido
¿Quién fue Francisco Solá?
Francisco Solá, antes de la guerra, trabajaba como comerciante en su pueblo natal, Taradell. Cuando la Tercera Guerra Carlista comenzó en 1872, se unió al conflicto.
Su papel en la guerra
Solá se convirtió en comisario de guerra, lo que significa que ayudaba a organizar y gestionar los recursos para las tropas. Formó parte de un grupo liderado por personas importantes de la zona. En julio de 1872, se encargó de cobrar una multa impuesta por un líder carlista en Moyá.
Más tarde, Francisco Solá dirigió la Intendencia General carlista de Cataluña. Esta era la oficina que manejaba las finanzas y los recursos del ejército carlista en la región. Los documentos y recibos de esta oficina se imprimían en un lugar llamado Vilar de San Baudilio de Llusanés.
En marzo de 1874, Solá dio una orden importante. Decidió que las personas que cobraban impuestos para el gobierno de ese momento serían juzgadas. También impuso castigos a quienes pagaran esos impuestos.
El servicio de correos carlista
Como jefe de la Real Intendencia del Ejército Real de Cataluña, Francisco Solá también estaba a cargo de los servicios postales. A principios de 1874, se propuso organizar mejor el cobro de impuestos en la Provincia de Gerona, donde los carlistas tenían mucho control.
El 15 de abril, Solá publicó un documento que explicaba cómo funcionaría el servicio de correos en toda Cataluña. Estableció cuánto costaría enviar cartas y dio instrucciones muy detalladas.
Además, puso en circulación un sello especial. Este sello tenía la imagen de Don Carlos (el líder carlista) y la frase "Dios, Patria, Rey". Todos los ciudadanos debían usar este sello para pagar un "impuesto sobre comunicaciones" en sus cartas. Si no lo hacían, sus cartas podían ser interceptadas por los carlistas.
Gracias a esto, los carlistas extendieron su influencia y obtuvieron más recursos. Durante algunas semanas, era común ver cartas con sellos carlistas y sellos del gobierno oficial al mismo tiempo.
En junio de 1874, Don Carlos VII le llamó la atención a Solá. Esto ocurrió porque Solá se estaba metiendo en asuntos que no eran de su competencia, como temas de leyes internacionales o de la Iglesia. Don Carlos no quería que se molestara a las personas que habían comprado propiedades que antes pertenecían a la Iglesia. Este asunto ya se había resuelto con un acuerdo anterior. Por eso, Don Carlos anuló la decisión de Solá y le ordenó que no se involucrara en temas que no fueran de su área.
Francisco Solá falleció alrededor del año 1892.