Francisco Rodríguez de Ledesma para niños
Francisco Rodríguez de Ledesma y Vayrado fue un importante pensador, escritor y abogado español que vivió entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. También se le conoció por un nombre diferente, un anagrama (que es cuando se cambian las letras de un nombre para formar otro), llamado Fermín Eduardo Zeglirscosac.
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¿Quién fue Francisco Rodríguez de Ledesma?
Francisco Rodríguez de Ledesma fue una persona muy activa en su tiempo. Se dedicó a varias cosas: fue abogado, experto en leyes (jurista), y también un empresario de teatros. Además, escribió libros y fue un pensador que aportó ideas importantes.
Sus primeros años y su trabajo en el teatro
A finales del siglo XVIII, Rodríguez de Ledesma vivió en la ciudad de Málaga. Allí, trabajó como empresario o representante del antiguo Teatro Principal. En el año 1800, también fue abogado y secretario de la Junta de Dirección de Teatros, una especie de comité que se encargaba de organizar los teatros.
En ese mismo año, 1800, publicó un libro muy interesante bajo su seudónimo Fermín Eduardo Zaglirscosac. El libro se titulaba Ensayo sobre el origen y la naturaleza de las pasiones, del gesto y de la acción teatral. Este libro tenía 13 láminas (dibujos) muy bonitas, con 52 figuras coloreadas a mano. Estas ilustraciones fueron hechas por Francisco de Paula Martí, un grabador famoso.
El libro de Rodríguez de Ledesma se basó en ideas de otros autores, como el pintor francés Charles Le Brun y el alemán Engel. En su obra, él explicaba que el arte del teatro se divide en dos partes: la preparación de las obras y la representación en sí. Esto significa que para él, lo más importante del teatro era lo que sucedía en el escenario. Fue uno de los primeros en diferenciar entre la literatura (el texto de la obra) y la puesta en escena (cómo se representa).
Este libro era muy moderno para su época. Daba mucha importancia al director de escena, a quien incluso llamaba "director del espectáculo". También hablaba sobre la situación de los actores en la sociedad, un tema que también había tratado el pensador francés Denis Diderot.
Su faceta como jurista y pensador ilustrado
Rodríguez de Ledesma era un hombre muy culto. Sabía hablar francés e italiano, y era abogado en Madrid. Escribió varias obras sobre temas de leyes. Por ejemplo, en 1791, tradujo del italiano un texto llamado Consideraciones sobre el proceso criminal, que aún se conserva como manuscrito.
En 1805, participó en una discusión importante sobre el "voto de Santiago". Este era un antiguo impuesto que se pagaba a la catedral de Santiago de Compostela. Rodríguez de Ledesma, con ideas de la Ilustración (un movimiento de pensadores que defendían la razón y el conocimiento), criticó esta obligación. Para ello, publicó dos escritos: un Discurso sobre el voto de Santiago... (1805) y una Carta crítica al Doctor don Pedro Antonio Sánchez sobre el voto de Santiago (1806).
Sus ideas ilustradas también se reflejan en otras traducciones que hizo. Por ejemplo, tradujo del italiano unas Instituciones de Filosofía moral (1792) y escribió el Catecismo de la Moral civil (1813). En este último, se notaba su influencia por el Sensualismo, una corriente filosófica que decía que el conocimiento viene de los sentidos. También tradujo obras de economía política y legislación natural de autores como Pietro Verri y Jean André Perreau.
Además, tradujo una obra en seis volúmenes titulada Las noches romanas en el sepulcro de los Escipiones (1814-1816).
Su participación en la política
Francisco Rodríguez de Ledesma también tuvo un papel en la política de su país. Fue diputado (representante del pueblo) en las Cortes (el parlamento de la época) en los periodos de 1813-1814 y de 1820-1822, representando a la región de Extremadura.