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Encomienda para niños

Enciclopedia para niños

La encomienda fue un sistema que existió en Europa durante la Edad Media y que luego se usó en América y Filipinas durante la época de la conquista española. Era una forma de organizar la sociedad donde una persona poderosa ofrecía protección a otra más débil, y a cambio, la persona débil le prometía lealtad y le prestaba ciertos servicios.

En América, la encomienda se estableció para recompensar a los conquistadores españoles por sus servicios a la Corona. A estos conquistadores se les llamaba encomenderos. Se les daba el derecho de recibir tributos (pagos) y trabajo de un grupo de indígenas, a quienes se les llamaba encomendados. A cambio, los encomenderos debían enseñar a los indígenas a vivir como los españoles y a aprender la religión cristiana.

Aunque la idea era que los encomenderos cuidaran de los indígenas, en la práctica, este sistema a menudo llevó a situaciones de trabajo muy difíciles y a tratos injustos. Muchos expertos lo consideran una forma de trabajo forzado.

La reina Isabel I de Castilla prohibió que los indígenas fueran tratados como esclavos, considerándolos "vasallos libres de la Corona". Se crearon leyes, como las Leyes de Indias, para intentar regular cómo debían interactuar los colonos con los indígenas y proteger a estos últimos.

La Encomienda en la Edad Media Europea

¿Cómo funcionaba la encomienda en Europa?

Los orígenes de la encomienda en América están relacionados con sistemas que existieron en Europa, como los feudos medievales y los señoríos españoles.

En los reinos de Castilla y Aragón durante la Edad Media, la encomienda se refería a territorios, propiedades o beneficios que pertenecían a una orden militar. Al frente de estas encomiendas estaba un caballero llamado comendador, nombrado por el líder de la orden. El comendador tenía la tarea de proteger y defender la encomienda que había recibido, y a cambio, obtenía ingresos de esas tierras.

Las órdenes militares más importantes con grandes posesiones territoriales fueron las de Santiago, Calatrava y Alcántara en Castilla, y la de Montesa en Aragón, además de la Orden de San Juan en ambos reinos.

Las guerras contra los musulmanes en la península ibérica hicieron que estas órdenes militares fueran muy importantes. La encomienda ayudó a organizar y repoblar los territorios que los guerreros cristianos recuperaban.

Es importante saber que en 1492, el mismo año en que los judíos y musulmanes fueron expulsados de España, Cristóbal Colón llegó a América. Esto hizo que una versión de esta estructura legal se implementara en el nuevo continente.

La Iglesia y la encomienda

También se usaba la palabra encomienda para referirse a la donación de un puesto eclesiástico (de la Iglesia) que estaba vacío a una persona religiosa, llamada comendador. Esta persona debía cuidar del puesto hasta que se nombrara a alguien de forma oficial.

La Encomienda en América

Archivo:Cristiano encomendero de indios de este Reyno, hacia 1600
"Cristiano encomendero de indios de este este Reino", hacia 1600, según dibujo de Felipe Guamán Poma de Ayala.

¿Cómo surgió la encomienda en América?

Cuando Cristóbal Colón llegó a la isla La Española, encontró oro. Para extraerlo, estableció un impuesto para los indígenas: cada tres meses, los mayores de 14 años debían entregar una cantidad de oro o algodón.

En 1500, Francisco de Bobadilla llegó y arrestó a Colón. Bobadilla se hizo gobernador y ofreció indígenas en encomienda y tierras a los colonos a cambio de su apoyo. Más tarde, Nicolás de Ovando lo reemplazó y estableció el sistema formal de encomiendas.

En 1508, Nicolás de Ovando pidió a la Corona que los indígenas fueran convertidos al cristianismo sin usar la fuerza. También sugirió que los indígenas vivieran en pueblos, como las personas en España, y que se fomentaran los matrimonios entre españoles e indígenas para una más rápida integración.

La encomienda, en teoría, regulaba las relaciones entre el encomendero y el encomendado. Los indígenas debían permanecer en la encomienda mientras durara el permiso. Después de ese tiempo, pasaban a estar al servicio del rey, quien podía mantenerlos bajo su administración o asignarlos a un nuevo encomendero.

Los tributos que los indígenas pagaban podían ser en productos como metales, ropa o alimentos (maíz, trigo, pescado o gallinas). El líder de la comunidad indígena, llamado cacique, era el encargado de recolectarlos y entregarlos al encomendero.

La encomienda también sirvió para enseñar la cultura española y la religión cristiana. Los encomenderos agrupaban a los indígenas en pueblos llamados "Doctrinas", donde debían trabajar y recibir la enseñanza cristiana, generalmente a cargo de religiosos. Los indígenas también debían mantener a estos religiosos.

El encomendero recibía la encomienda para cobrar los tributos que los indígenas debían pagar a la Corona. A cambio, el encomendero debía cuidar del bienestar de los indígenas, protegerlos y enseñarles la fe cristiana. Sin embargo, a menudo hubo abusos, y el sistema se convirtió en una forma de trabajo forzado.

En América, se mantuvo la diferencia entre las tierras de propiedad privada y las destinadas al cultivo de los tributarios. Un "señor" podía ser también encomendero. Por ejemplo, Hernán Cortés, como marqués del Valle, era dueño de tierras y cobraba tributos a los indígenas asignados a su encomienda.

El reparto de encomiendas no fue igual para todos los españoles. En 1514, más de la mitad de los españoles no tenía indígenas a su cargo, mientras que un pequeño porcentaje de los que sí tenían, poseían una gran cantidad. En 1529, Hernán Cortés recibió 23 mil indígenas en encomienda, lo que lo convirtió en una de las personas más ricas de América.

Encomiendas en México

Hernán Cortés empezó a repartir encomiendas justo después de la caída de Tenochtitlan. El rey Carlos V, en 1523, ordenó que no se permitieran las encomiendas porque los indígenas estaban sufriendo mucho. Sin embargo, Cortés no obedeció, lo que marcó el inicio de muchos desacuerdos entre los encomenderos en América y la Corona.

A mediados de la década de 1530, había 30 encomiendas en el valle de México, con unos 180 mil indígenas. Algunas de las principales encomiendas fueron:

  • Acolman: Perteneció a Pedro Núñez y luego a Pedro de Solís y Barrasa.
  • Axapusco: Concedida a Francisco de Santa Cruz.
  • Coatzacoalcos: Perteneció a Bernal Díaz del Castillo.
  • Chilapas: Perteneció a Diego de Ordás.

Legislación contra los abusos

La encomienda, a pesar de sus objetivos iniciales, llevó a muchos abusos y situaciones difíciles para los indígenas. Algunas personas, como Fray Antonio de Montesinos y Fray Bartolomé de las Casas, denunciaron estos problemas. Sus quejas llegaron hasta los reyes Carlos I y Felipe II.

Se decía que los encomenderos usaban a los indígenas para trabajos manuales, les cobraban muchos tributos y los hacían trabajar en exceso. Los encarcelaban, los golpeaban y los perseguían. También se apoderaban de sus bienes y destruían sus cultivos.

Sin embargo, las Leyes de Indias reconocían los derechos de los indígenas como vasallos libres de la Corona. Podían presentar quejas ante las autoridades si eran maltratados. También se crearon "Visitadores", que eran personas encargadas de inspeccionar cómo eran tratados los indígenas y asegurarse de que se cumplieran las leyes.

Las leyes establecían que el encomendero debía educar a los indígenas en la fe, construirles iglesias, darles descanso, pagarles un salario justo, alimentarlos bien, darles ropa, parcelas para cultivar y animales, y asegurarles vivienda. Si el encomendero no cumplía, el visitador debía intervenir.

Las Leyes de Burgos, de 1512, fueron muy importantes. Mencionaban que los indígenas no eran esclavos, tenían derechos legales y podían demandar a los encomenderos. También reconocían su derecho a la propiedad. Después de dos años de servicio, los indígenas podían vivir fuera de la encomienda si ya habían adoptado las costumbres españolas. Las mujeres embarazadas tenían derecho a un descanso por maternidad, y ninguna mujer podía ser obligada a trabajar en las minas. Los niños menores de 14 años no podían trabajar. Después de cinco meses de trabajo, todos los indígenas tenían derecho a 40 días de descanso y a una siesta diaria. También podían elegir su oficio y los españoles no podían quitarles sus bienes.

Las Leyes Nuevas

En 1542, el rey Carlos I consideró que los indígenas ya habían logrado suficiente desarrollo social y debían ser tratados como súbditos de la Corona, igual que los españoles. Por eso, se crearon las Leyes Nuevas, que establecían:

  • No se crearían nuevas encomiendas.
  • Las encomiendas existentes terminarían con la muerte de sus dueños.
  • Se suprimían las encomiendas de miembros del clero o funcionarios públicos.
  • Se limitaba la cantidad de tributos que los indígenas debían pagar.
  • Se prohibía la esclavitud de indígenas y se ordenaba liberar a los que ya eran esclavos, a menos que se demostrara un derecho legal para mantenerlos así.

Estas leyes causaron grandes conflictos en América. En Perú, hubo una guerra entre los encomenderos y los leales al rey. En el Virreinato de Nueva España, el virrey Luis de Velasco liberó a 15,000 indígenas. Sin embargo, debido a la presión y las revueltas, algunas partes de las Leyes Nuevas no se aplicaron o fueron derogadas.

El rey Felipe II, en 1582, expresó su preocupación por el maltrato a los indígenas y la disminución de su población. Mencionó que los indígenas eran tratados peor que esclavos, que muchos eran vendidos, golpeados, y que las mujeres sufrían mucho con las cargas pesadas. Esto llevó a que muchos indígenas perdieran la esperanza.

Decadencia en América

Los reyes intentaron abolir la encomienda varias veces a partir de 1696. Las denuncias de maltrato y la gran disminución de la población indígena hicieron que la encomienda entrara en crisis a finales del siglo XVI. Aunque en algunos lugares, como Yucatán, el Valle del Cauca y Chile, duró hasta el siglo XVIII.

La encomienda fue reemplazada por otros sistemas de trabajo, como el repartimiento de indígenas, el trabajo asalariado y el uso de trabajadores africanos.

Con el tiempo, los encomenderos ya no dependían solo de los indígenas, sino también de otras actividades comerciales y de gobierno. La posesión de encomiendas se volvió menos importante económicamente y más un símbolo de estatus y honor social.

En el Virreinato de Nueva Granada, las encomiendas se extinguieron para 1750. En Chile, Ambrosio O'Higgins las suprimió en 1789, y el rey Carlos IV lo ratificó en 1791. Finalmente, en 1803, una orden real de Carlos IV abolió permanentemente las encomiendas en todo el imperio español.

La encomienda se basaba en la identidad tribal de los indígenas. Los mestizos (personas de ascendencia indígena y española), por ejemplo, estaban exentos de la encomienda. Esto hizo que muchos indígenas buscaran casarse con personas de otras etnias, especialmente con españoles, para evitar el sistema. Así, la encomienda contribuyó a la mezcla de culturas y a la disminución de la identidad tribal indígena.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Encomienda Facts for Kids

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